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Biglia habló de Messi y del "desastre" de Rusia 2018 que "lo alejó" de Argentina

A Lucas Biglia todavía le duele el estrepitoso fracaso con la Selección Argentina en el Mundial Rusia 2018 y, en una nota muy profunda y completa que publicó el diario La Nación, el exmediocampista de Lazio, AC Milan, Argentinos Juniors e Independiente de Avellaneda, entre otros clubes, contó su visión sobre aquel torneo.

"Las cosas no salieron bien por responsabilidades compartidas. No solo por el entrenador. Había una inestabilidad previa al Mundial… Se decía que Sampaoli había tenido un problema con una chica empleada de la AFA y hasta adentro en la concentración de Rusia teníamos gente que se postulaba para dirigir", comenzó relatando el exjugador.

"¿Cómo iba a salir algo bien? Mierda de acá, mierda de allá. Nunca estuvimos tranquilos. Y pasó lo que pasó: fuimos un desastre. No hay que darle vueltas. Nos juntamos con Jorge antes de Nigeria y le dijimos: 'No estamos entendiendo tu manera de jugar, estamos sufriendo la manera a la que vos querés jugar y simplemente te pedimos volver a lo básico: un 4-4-2, sin inventar nada. Nos jugamos la clasificación y por favor te pedimos que hagamos las cosas simples'. Se dijeron mil cosas, pero pasó eso", detalló Biglia sobre la actitud que tomó el plantel ante Jorge Sampaoli.

Repreguntado por el periodista, el hombre que dejó un legado importante en el del Anderlecht belga y que se retiró a principios de este año tras pasar por los clubes turcos Fatih Karagümrük y Basaksehir, aseguró que no era verdad que le armaran el equipo a Sampaoli, como se especuló en aquel tiempo. "¿Qué nosotros armábamos el equipo? Si nosotros hubiésemos armado el equipo, ¿Te crees que contra Francia íbamos a dejar en el banco al Kun y a Higuaín, posiblemente los dos mejores 9 del fútbol mundial en ese momento? Entonces… ¿Qué? ¿El partido anterior sí armamos el equipo y al partido siguiente no?", ironizó.

Y detalló: "No nos adaptamos al estilo de juego de él, quizá, porque nuestras características no eran para el juego dinámico de él. No fue solo culpa suya, porque hay que decirlo, a él le fue muy bien en la mayoría de los lugares en los que estuvo. Quizás nuestras características no eran las adecuadas para como él quería jugar, y lo sufrimos un montón. Nosotros le agradecimos cuando llegó porque agarró un fierro caliente, en un momento de mierda de las eliminatorias, pero después todo se fue pudriendo por cosas que salían de adentro. Nosotros éramos un círculo cerrado, y sin embargo salían mil rumores todo el tiempo. Nosotros sabíamos que la rata la teníamos adentro… Allegados, amigos de representantes… no podíamos estar vigilando a todos".

Y el oriundo de Mercedes, provincia de Buenos Aires, sabe que ese mal Mundial también significó el final de su carrera el Milan y el principio de su retiro. "Fui al Mundial, jugué 45 minutos y no pude más. Y se lo dije a Jorge, antes de los partidos con Nigeria y con Francia: 'Jorge, no estoy para jugar, no me puedo mover, me duele'. Venía de dos fracturas cervicales seguidas (en abril de 2018, ante Benevento, y al volver en mayo, un rodillazo del ‘Papu’ Gómez agravó la zona). Pero el sentido de pertenencia, haber atravesado cuatro años de sufrimiento, haber luchado contra todo para estar y yo quería estar", recordó.

Biglia siguió en la misma línea y explicó: "Para el otro Mundial, en 2022, iba a tener 36 años… no llegaba. Rusia era el último. A nivel personal no solamente terminé para el culo el Mundial, sino después también en mi club, en el Milan. Le pedí permiso a Gattuso para arrancar más tarde la pretemporada y recuperarme bien de la espalda porque estaba hecho mierda. Y cuando empiezo la pretemporada, al mes me rompo la inserción del Aquiles con el gemelo por haber estado corriendo mal dos meses seguidos por el problema de la espalda. Y estuve cuatro meses y medio parado. No sólo que me jugué todo para ir al Mundial por el prestigio, que lo destrocé, que después, además, me tuve que reconstruir físicamente desde cero… y ya tenía 33 años".

"Mi negación a volver a la Argentina era por el sufrimiento"

Biglia jugó 17 temporadas en Europa, hasta junio del año pasado y las últimas tres fueron en Turquía (en Fatih Karagümrük SK y İstanbul Başakşehir FK). Pudo volver a jugar en su país de origen, pero algo lo detuvo.

Así recordó el final de su carrera: "Se dio así, fue como un retiro forzado…Cuando en enero de 2020 llega Leonardo como director deportivo del Milan, él no me quiere. Quería a sus jugadores. Y aunque me quedaba la opción de un año más, decido no renovar. Fiorentina y Torino eran mis dos opciones… y apareció la pandemia. Se para el fútbol, se detiene el negocio. Me quedo sin equipo a final del mercado y con 34 años. Entré en desesperación y prioricé una buena ciudad, y Estambul lo era. Me fui al Karagümrük y me encontré con un equipo recién ascendido, sin centro deportivo, un desastre a nivel organizativo…una tercera división de Argentina estaba mejor. Al año me quise ir, me buscaba Fenerbahçe, pero no me dejaron ir. Después sí me pude ir a Başakşehir y jugué mucho, jugué Conference League, completé 47 partidos y perdimos la final de la Copa de Turquía con Fenerbahçe. Me quedaba un año, pero hablé con mi mujer, con los chicos más grandes y les pregunté qué querían hacer. Los chicos me dijeron que no aguantaban más, que se querían ir".

Biglia no quiso volver a Argentina: "Me llamaron de Argentinos, de Independiente, y estoy muy agradecido con ellos. Tuve ofertas para ir a Brasil y a México, pero ya estaba instalado en Italia y no quería mover más a mi familia. Mi negación a volver a la Argentina era por el sufrimiento. En Argentina iba a seguir sufriendo, y quizás más. Estaba enojado. Y bueno… lo tuve que aceptar. Me dolió".

Colgar los botines para Biglia no fue un momento grato, sino todo lo contrario: "Fue un retiro forzado. Los primeros meses, más allá de la decepción, los llevé bien, pero después, en octubre/noviembre del año pasado me pegó un bajón. A las 4 de la tarde se me terminaba el día y me metía en la cama. Me recriminaba todo, me echaba la culpa, cuestionaba mis decisiones… pero de a poquito fui entendiendo que no había dependido de mí, que yo lo había intentado y hoy estoy bien".

La revancha en Qatar y la carta a Messi

Lucas Biglia contó cómo vivió el título de la Selección Argentina en Qatar 2022. "Cuando arrancó el Mundial nos llevaron de pretemporada a Antalya, pero casi todo el torneo lo viví en mi casa, con la familia. ¿Qué me pasó? Como padre fue divino, mágico; que me hijo vea salir campeón del mundo a la selección no tiene precio. No te puedo explicar la euforia de esa criatura festejando el título. Como jugador sentí que me sacaba un peso de encima: iba a ser imperdonable haber compartido la selección con el mejor jugador de la historia y que él terminara su carrera sin poder coronarse campeón del mundo. Y también sentí una alegría enorme, pero enorme, más que por ningún otro, por Fideo [Di María], porque sé todo lo que vivió con sus lesiones y las críticas que lo acribillaron. Fue una mezcla de sensaciones hermosas", aseguró.

A Biglia le preguntaron si se comunicó con Lionel Messi para felicitarlo cuando Argentina levantó la Copa y confió: "No lo llamé. Le mandé un mensaje de texto porque no iba a poder hablar, me iba a quebrar. Entonces le escribí larguísimo. Después me lo respondió y charlamos un rato. Para mí, a nivel emocional, era muy importante que Leo pudiera ganar un Mundial.

Y también tuvo palabras elogiosas para el actual conductor de la Selección Argentina, Lionel Scaloni: "No te voy a decir que yo sabía que le iba a ir así… Pero puedo hablar por las horas y horas que charlé con él y con Javier [Mascherano] adentro del sauna de la concentración y ya te dabas cuenta de su pasión, de una mirada diferente. Después, además, se rodeó de gente de alto nivel como Pablo [Aimar], Roberto [Ayala], Samuel. Y nunca se apartan de la humildad. Siempre ponen a los jugadores y hasta a la gente delante de ellos. Scaloni es un ‘Gringo’ de pueblo y no lo cambia el éxito. Él es de los que saben que el éxito, en realidad, es otra cosa"..

"Nunca hablé de la lesión con el Papu Gómez"

Biglia tampoco pudo digerir aquel rodillazo del Papu Gómez por la espalda, que lo mermó físicamente de cara a Rusia 2018: "No volví a hablar con el Papu Gómez. ¿Sabés cuándo me lo volví a cruzar? Hace 20 días, en un torneo de pádel, acá. Escuchá: mi hijo lo ve y me dice, ‘papá, me quiero sacar una foto con el Papu’. Y… andá a sacártela, ¿qué le iba a decir, que no porque una vez me rompió todo? Pero antes, por intermedio de amigos, el ‘Tanque’ Denis me pidió permiso para hablar con él. Y el ‘Papu’ le dijo que estaba todo bien, que tenía la mejor conmigo. Él dijo eso, pero jamás me mandó ni un mensaje ni me llamó nunca. Y ya pasaron seis años. ‘Loco, mirá, te pido mil disculpas’, algo así. Yo no soy rencoroso, pero si te portás así, tengo que pensar que no lo hiciste de buena fe. Alessio quería la foto… y tiene la foto, jajaja", aseguró Lucas

De subcampeón en Brasil al jugador que nadie quiere

Biglia fue internacional con la selección absoluta desde 2011 hasta 2018, tiempo en el que fue subcampeón de la Copa América de 2015 y 2016 -La denominada Copa América Centenario- y también en el Mundial 2014. De Brasil tiene grandes recuerdos, pero también un triste aprendizaje: "Cuando volví del Mundial de Brasil, en 2014, la gente me mandaba mensaje a mis redes sociales pidiéndome fotos, que le firmara las camisetas y yo iba a la casa de gente desconocida a cumplir sus deseos. Lo hice sin ningún problema. Después de las finales perdidas en las Copas América de 2015 y 2016 ya me miraban con otra cara, y después de Rusia 2018 ni te cuento… Ahí me di cuenta de que no tenía que haber hecho aquello, porque vos creés que estás llenando algo en la vida de los demás y no estás llenando nada. La peor parte me la llevé yo. Querían a ése del momento, no me querían a mí. Si aquel, y el que vino después, y el de ahora siguen siendo el mismo tipo… Pero en 2014 estaba bueno estar cerca de ése, después ya no…"

"El éxito no está atado al resultado"

Sin duda, sus mayores alegrías con la Albiceleste fueron en las categorías inferiores, con las que conquistó el Campeonato Sudamericano Sub-17 de 2003 y la Copa del Mundo sub-20 de 2005.: "Un resultado no determina si sos útil o inútil. En el éxito lo malo no se ve nunca, y te puedo hacer una lista de éxitos que estuvieron atravesados por errores o por malos grupos. Si hasta en ocasiones ni siquiera gana el mejor. Y mirá… yo no tendría por qué meterme porque realmente no sé qué ha pasado, pero después del título mundial de Qatar que se deseó durante tanto tiempo, aparecieron algunos problemas. Y vos desde afuera te preguntás, ‘¿pero cómo es posible?’. Pero como nadie aclara nada, ni nadie dice nada… algo malo hubo, porque de lo contrario no se hubiese hablado y especulado como sucedió. Pero el resultado siempre distorsiona todo. Mi experiencia me demostró que el éxito no está atado al resultado".

Pádel para mantenerse en forma y curso de entrenador para formar nuevos talentos

Lucas Biglia "usa" al pádel para seguir entrenando y cultivando el gen competitivo. "El pádel es una gran alternativa para no perder ritmo, para seguir sintiendo la competitividad. Voy al gimnasio, dos veces por semana tomo clases con un profe… Perdimos la final de torneo de Leyendas contra Luca Toni y Manuel Locatelli. Por llegar a la final, ya nos clasificamos para el Masters que se jugará en diciembre, también en Dubai. Pero debo controlarme, porque si me anoto en todos, un día voy a volver y mi esposa me habrá dejado la valija en la puerta", bromeó.

El exjugador de la Selección afirmó que piensa en ser entrenador: "Arrancaré el curso en Coverciano. Me encantaría trabajar en la formación"

Además habló de los referentes y aprendizajes que cosechó a lo largo de su carrera: "Me gustó mucho la manera de ser de Balcaza en mis inicios en Argentinos Juniors y, después, la gestión de grupo que tenía Simone Inzaghi, el costado emocional de Gattuso, el romanticismo atrapante de Menotti, la convicción de Martino y toda la maestría de Sabella. De todos se aprende, y también de los malos, porque ahí aprendés todo lo que no tenés que hacer el día de mañana. Cuando llegué a Lazio tuve a un entrenador que, te juro, sentía que me hacía todo a propósito: Vladimir Petković", recordó Biglia.