BUENOS AIRES -- El plantel de Boca Juniors se entrenó en la mañana del jueves, después de la dura derrota frente a San Lorenzo de Almagro por la Supercopa Argentina, en medio de un clima de marcada tristeza y mucho silencio.
Los jugadores salieron a la cancha principal del complejo Pedro Pompilio a las 9.40 y la habitual charla inaugural a cargo del cuerpo técnico fue de las más breves que se recuerden, ya que se extendió por no más de cinco minutos. Finalizada esa charla, Agustín Orion, que presenta un golpe en un pie y Gino Peruzzi, con una molestia muscular que ya había acusado en los días previos, se retiraron al gimnasio.
En cambio, Juan Manuel Insaurralde, que también terminó visiblemente dolorido el partido en Córdoba, permaneció en el campo y cumplió con ejercicios sin pelota. La mayoría de los que fueron titulares desarrolló movimientos regenerativos mientras que los restantes futbolistas llevaron a cabo trabajos con balón.
Antes del mediodía se dio por finalizada la actividad a puertas cerradas y los jugadores se retiraron, convocados nuevamente para el viernes por la mañana, con vistas al partido del próximo domingo frente a Atlético Tucumán.
El único dirigente que se hizo presente fue el vicepresidente del Departamento de Fútbol Profesional, Juan Carlos Crespi, quien ingresó por el portón de la calle Arzobispo Espinoza, saludó a los periodistas presentes y se dirigió al vestuario sin formular declaraciones. Un hincha solitario colgó frente al acceso del estadio cubierto, La Bombonerita, por la calle Espora, una bandera en que se acusaba a un programa televisivo y radial de vender "pescado podrido" y se expresaba apoyo al cuestionado director técnico Rodolfo Arruabarrena.
La delegación había regresado de Córdoba en vuelo chárter poco después de finalizado el partido y llegados a Buenos Aires, los jugadores descansaron en el Hotel Madero antes de dirigirse a Casa Amarilla para reanudar la actividad.
En cuanto al equipo que Boca presentará en la segunda fecha del campeonato de la AFA, todavía no hay precisiones aunque puede adelantarse que las variantes no serán demasiadas, porque tampoco son tantos los elementos disponibles.
Por precaución puede suponerse que difícilmente sea incluido Insaurralde, lo que en la práctica forzaría un retorno al sistema de cuatro defensores y por otra parte, salvo los casos ya mencionados no hay otros lesionados.