Jorge Aravena, actual técnico de Deportes Puerto Montt, festeja hoy un nuevo año de vida en el sur del país, y lo hace pasando esta cuarentena lejos de las canchas, lugar donde desplegó todo su talento con una mágica zurda.
Es que el ex volante chileno es recordado por su exquisito golpe al balón, una caricia a la pelota que lo hicieron ser un gran habilitador, pero también un goleador. Así es, porque Jorge Aravena, pese a ser mediocampista, anotó 22 goles en 37 partidos con la Roja, siendo el 8° goleador histórico del equipo nacional.
Pero de todas esas anotaciones hay una que está en la memoria de todos y que hace unos días cumplió 35 años: el denominado “gol imposible”. Fue ante Uruguay, en un Estadio Nacional repleto durante las Clasificatorias a México '86, cuando “El Mortero” marcó uno de los goles más espectaculares que se hayan visto.
Se cumplían los 54 minutos de juego cuando una infracción sobre Hugo Rubio al borde de la línea de fondo le dieron la posibilidad a Aravena de entrar en la historia. El zurdo acomodó el balón en una posición similar a un córner corto, remató con gran efecto para superar la barrera y sorprender al arquero Rodolfo Rodríguez y decretar el 2-0 que hizo delirar a todo un país.
Fue una verdadera obra de arte, algo inesperado para los hinchas chilenos y defensores uruguayos que esperaban un centro preciso, pero Aravena fue por más y logró la gloria. Es una conquista que la FIFA denominó como un gol imposible y que si bien se ha tratado de repetir, jamás ha sido igualado.
“El Mortero”, un talentoso zurdo que supo llenar de magia las canchas donde jugó, cumple hoy 62 años y sigue en la historia de Chile como el gran volante que deslumbró especialmente con las pelotas detenidas, gracias a una zurda prodigiosa de marca registrada.