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Fervor azul, empate con sabor a épica con Ruiz como verdugo de Rossi y una tarima extraña en el ambiente

La fase de grupos de la CONMEBOL Libertadores regresó al Nemesio Camacho El Campín después de seis años y lo hizo teniendo como invitado a uno de los más grandes del continente, un Flamengo que se postula entre los favoritos a quedarse con el título de campeón, sin embargo, el Mengao al menos en el inicio no pudo ante un Millonarios que estuvo con diez jugadores durante más de treinta minutos.

Que fuera un día laboral no impidió que el martes los hinchas de Millonarios volvieran a dar otra muestra de su fidelidad, la hora complicaba la llegada de los aficionados al ‘Coloso de la 57’ además por el complicado tráfico de la capital colombiana.

Sobre las tres de la tarde llegó Millonarios al estadio, los imponentes caballos de la Policía de Carabineros rodaron el bus con el escudo gigante de los Embajadores. l¡Los primeros en bajar fueron el presidente Enrique Camacho y el entrenador Alberto Gamero, luego vino Álvaro Montero y el resto de la plantilla; de lejos los hinchas lanzaban arengas y aplausos para cada uno, luego llegó Flamengo unos quince minutos después también ante la admiración de los propios hinchas de Millos.

Adentro de El Campín el ambiente lucía un poco enrarecido, quien por lo general asiste a un partido de Millonarios está acostumbrado a ver todas las gradas de azul con los hinchas, sus trapos y sus banderas, pero esta vez, una tarima posaba enorme detrás del arco sur cubierta con una polisombra negra que combinaba con un oscuro día que presagiaba lluvias a la hora del encuentro.

Los hinchas empezaron a llenar el estadio y hubo hasta un espacio reducido para quienes viajaron de Río de Janeiro para acompañar a Flamengo, cerca a la tarima se ubicaron, les parecía muy extraño ver un partido con ella al lado y decían que con respeto pronosticaban un triunfo del Rubro-Negro con goles de Pedro, hablaron de la belleza de Bogotá y al ser consultados por Millonarios expresaron que el cuadro Embajador es equivalente a lo que es Fla en Brasil.

Un grupo de niños hinchas de Millonarios acompañados de sus padres mostraron gran emoción al ser su primera vez en El Campín, pero también estaba don Juan Alirio Carvajal, un aficionado vestido de pies a cabeza todo de azul y blanco, con unas alas que le dan nombre a su personaje como ‘el famoso halcón de Millos’, un hombre que desde los años setenta no ha parado de alentar al Albiazul.

Millonarios salió a calentar sobre las 4p.m. y uno a uno los jugadores fueron ovacionados, minutos después apareció Flamengo y los chiflidos con fura no se hicieron esperar. La misma historia se repitió cuando entraron al túnel para alistarse y salir.

A las 5 p.m. arrancó el partido, con mucho respeto la gente siempre miró a Flamengo, la calidad de su nómina es indiscutible y el tener a Tite en el banquillo inspira admiración. Millonarios en la cancha no lo vio tan así y salió a jugar de frente, de toma y dame, de hecho, la más clara de la primera mitad fue para los de Gamero, Leonardo Castro de cabeza la estrelló contra el palo y luego Larry Vásquez desperdició el rebote ante el rugido de su afición.

El mismo Larry fue castigado y se fue expulsado ya en el segundo tiempo tras una falta penal que luego convirtió Pedro, el hombre tazado en 22 millones de euros respondió ante los presagios de sus fanáticos.

El gol no intimidó a los aficionados de Millonarios que no pararon de alentar estando abajo en el marcador, el estadio cantó y se escuchó a una sola voz con más fuerza, faltaba más de media hora y Millos tenía que hacerle frente con un jugador menos en el campo.

Aunque el fútbol no es de justicias, parecía raro que Millonarios lo fuera perdiendo, el equipo había reencontrado mucho del fútbol que le ha hecho falta en este 2024, Montero, Alfonzo, Moreno Paz, Hernández, Cataño, Giordana y Castro, eran de los más destacados, pero el desgaste hizo que vinieran los cambios por parte de Gamero.

Con uno menos y ante un rival como Flamengo, la más fácil era pensar que Gamero trataría de meterse atrás para no perder más largo, pero el DT tras una charla con el capitán Mackalister Silva decidió mantener la misma estructura para seguir atacando. A la cancha fueron dos hombres que venían siendo muy cuestionados y que finalmente fueron los que resolvieron para poner a celebrar a toda su afición.

Emerson Rivaldo Rodríguez atacó por derecha, con gambeta dejó a un rival por el piso y mandó el pase al corazón del área, allí llegó Daniel Ruiz, quien controló y la mandó al fondo de la red acabando de paso con el récord de Rossi, quien hasta el gol de Millonarios obtuvo 1134 minutos sin recibir un gol, el guardameta argentino con esa marca es el arquero con mayor imbatibilidad del 'Mengao'.

El gol de Daniel Ruiz al minuto 80’ desató la locura azul en El Campin, con un jugador menos Millonarios estaba al borde de lograr la épica ante un gigante del continente y el equipo seguía hacia adelante, mientras Rossi en el arco cada vez que podía no paraba de lamentarse con mucho de rabia.

La lluvia no quiso estar ausente en la noche copera de Libertadores en El Campín y en el tiempo adicional se vino con todo, los plásticos azules aparecieron en todas las gradas y en medio de una tormenta ambos equipos dejaron el campo, Mackalister Silva salió cojeando y el hincha de Millonarios se fue con un empate con sabor a triunfo, con sabor a gesta, que puede ser el inicio de una buena presentación internacional para Millonarios en este año.