BUENOS AIRES -- Boca llegó a las semifinales de la Copa Libertadores con lo justo. Entre los lesionados, la salida repentina de Osvaldo y el desgaste de muchos jugadores lo mejor que le pudo suceder al xeneize tras la definición para el infarto ante Nacional fue tomarse un buen descanso.
Pasó más de un mes. Y tras una intensa pretemporada, el Boca de Guillermo está listo para el gran desafío: la conquista de la Copa Libertadores. Ya recorrió un largo camino. Y quedan cuatro partidos para volver a soñar en grande.
El receso por la Copa América sirvió, entre otras cuestiones, para que el Mellizo reafirmara sus conceptos ante el plantel. Guillermo había llegado con el torneo empezado, tras la renuncia de Rodolfo Arruabarrena. Y sin tiempo para trabajar se puso al frente del equipo. Si bien de a poco fue tratando de plasmar su idea, este tiempo sin actividad oficial resultó clave para trabajar con más tranquilidad y sin el apuro del día a día.
Por supuesto, la llegada de refuerzos a la medida del entrenador es uno de los puntos que suman en esta carrera por ser el Rey de América. Llegaron Walter Bou, Fernando Zuqui, Diego Benedetto y Santiago Vergini, quienes pueden darle un salto de calidad al equipo.
El parate sirvió también para recuperar lesionados: ya están en condiciones Nicolás Lodeiro, Andrés Cubas, Rodrigo Bentancur y Andrés Chávez, por ejemplo. Y Carlitos Tevez, quien llegó con lo justo al final del semestre, luce más fino y atlético: tal vez pueda volver a ser el que dejó Juventus para venir a Boca, y termine marcando la diferencia que se le exige a un futbolista de su nivel.
El choque ante Olimpia y el partido por Copa Argentina ante el humilde Güemes dejaron saldo positivo. Es cierto, uno fue amistoso y otro ante un rival menor. De todos modos, el esquema que quiere el DT ya se sabe de memoria y la idea es que más allá de los nombres propios, el que tenga que jugar se adapte sin problemas al equipo.
En cuanto a los refuerzos, Benedetto es el “9” que faltaba y se venía reclamando, mientras que Zuqui, por su despliegue, puede ser una inyección de dinámica importante en el mediocampo. Los dos serán titulares, aunque el correr de los partidos y el rendimiento dirán para qué están: habrá que ver cómo se adaptan a la camiseta de Boca en una instancia decisiva.
Llegó la hora de la verdad. Se vienen para Boca los dos partidos más importantes del año, para llegar a la final de la Libertadores nada menos. A esta altura es firme candidato. Y la ilusión es más grande que nunca.