<
>

"Hay mucho verbo, pero no hay resultados", ídolo de Alajuelense pone a Lleida en su momento más crítico

En el conjunto manudo se está a la espera de ver qué decisiones se tomarán con respecto a su plantilla para el próximo certamen

Han pasado cuatro días y todavía se está esperando por ver cuáles serán las decisiones más importantes que vayan a tomar luego de haber terminado subcampeones del Clausura 2022.

Las críticas al entrenador Albert Rudé, al gerente deportivo Agustín Lleida y a jugadores que no rindieron al nivel esperado en las etapas más importantes hacen que la afición han hecho que la afición esté muy expectante de las medidas que se van a tomar luego de no conseguir el objetivo.

Hasta el momento, se han dado únicamente las salidas de Yurguin Román, de quien ya se sabía que se iba a marchar tras perder regularidad y se fue Marco Josué Meneses, el cual se encontraba cedido por parte de Guadalupe. Los rojinegros empezarán a trabajar de nuevo este lunes y no parece haber señales de que vayan a darse cambios significativos.

ESPN conversó con Pablo Izaguirre, ganador de ocho títulos con la camiseta de Alajuelense, quien fiel a su estilo, fue muy crítico con el manejo que hay en la institución con Agustín Lleida y con el director técnico rojinegro.

¿Qué conclusiones saca del semestre de Alajuelense?

Yo había dicho que Rudé no tenía ninguna experiencia como técnico, que si tiene atestados académicos, pero no tenía la experiencia para dirigir a un equipo tan grande como la Liga, lo que pasa es que cuando uno habla no le prestan atención, pero sí tengo fundamentos porque el asistente número uno de Diego Alonso era Claudio Arzeno y Rudé sería como el segundo.

Yo le reconozco que es muy estudiado y que los jugadores lo respaldan, pero lamentablemente se quedó en lo más importante cuando tenía todo para ser campeón cuando todos poníamos a la Liga para ser favorito. No pudo ganar en dos oportunidades, la participación del equipo fue discreta, de cuatro partidos empató tres y perdió uno, eso es algo que la Liga tiene que replantear porque para la Liga es muy complicado que pierda una segunda final en casa como ya le pasó con Herediano

¿En qué le pasó la factura a Albert Rudé?

Ellos estaban muy confiados en que iban a salir campeón, si vos escuchas su discurso previo se hablaba mucho del campeonato y yo felicito a los jugadores por respaldar al técnico, pero el mayor respaldo que se le puede dar a un técnico es dentro de la cancha, no que te den una palma en la espalda y te digan que sos el mejor entrenador del mundo, el entrenador necesita que el equipo responda dentro de la cancha y la Liga no le respondió al entrenador, ni a la directiva ni a la afición y se encontró con un Cartaginés que rompió las barreras mentales, que físicamente estaba bien y que Geiner Segura planteó bien porque tenía bajas y la Liga cerrando de local nunca pudo aprovecharlo.

¿Siente al equipo lleno de dudas y nerviosismo en esas instancias?

La Liga se transformó en estos últimos cuatro partidos en un equipo tibio y no confiable porque hasta que no terminan los partidos no sabes que va a pasar con la Liga, fíjate que Cartaginés le hace un gol al 85, después en Cartago le hace uno al 92 y no cierra bien los partidos, son todas las cosas en donde se debe hacer una evaluación porque en la Liga hay mucho verbo, pero eso no se ve en los resultados importantes.

¿Y qué debe hacer la Liga con su entrenador? El torneo inicia en muy pocos días y no parece que vaya a darse un cambio…

Lo que pasa es que la Liga nunca tuvo un Plan B porque estaba segura que iba a salir campeón y que iba a hacer todo bien, cuando pasa esto es cuando se te viene todo abajo y es ahí donde tienes poco tiempo de maniobra y máxime que tienes un gerente deportivo que maneja toda la institución donde se ha enfocado más en sacar logro en liga menor, que es bueno pero a la gente no le importa, la gente quiere ver campeón al primer equipo porque es la materia prima de la institución y como todo lo maneja él, cuando vienen las decisiones solo las va a tomar él.

Yo no soy quien para decir si se tiene que ir o quedar, esa gente es la que se tiene que pronunciar, yo ya pasé por la Liga y tuve mi historia, buena o mala, pero sinceramente en la actualidad la Liga tiene que replantear si va por el camino correcto, pero cuando se deja todo en manos de una persona pasan estas cosas.

¿Es este el momento más crítico de Agustín Lleida? Porque en este título sucedieron cosas como que Marcel Hernández, jugador que pertenece a Alajuelense te quite el título de las manos o le gana un entrenador que era parte del cuerpo técnico del equipo…

Eso lo permite la junta directiva que no sabe de fútbol, es el gerente deportivo el que te maneja el club, yo te puedo decir que de la Liga se han ido gerentes deportivos, jugadores y técnicos por mucho menos y la Liga tiene que replantear por qué camino va, los que tienen que responder a eso son los socios que pagan la cuota mensual. Si los socios van a una asamblea y piensan que esta todo bien, después no te quejes.

Dicen que harían una comisión técnica ¿Para qué? Si a la comisión técnica nadie le va a hacer caso, porque a la Liga la manda una sola persona y no se dan cuenta porque los que están en la Liga no saben de fútbol.

Agustín Lleida puede estar en su momento más crítico, pero no se va a ir porque para que se vaya tiene que haber un cambio en toda la estructura, cualquier técnico que llegue a la Liga tiene armado el 80% de su cuerpo técnico, tal vez trae un asistente técnico pero lo demás ya está impuesto en la Liga, para que la Liga no esté más en la Liga tiene que haber un cambio total en la Liga.

¿Cómo quedan parados los jugadores?

Yo veo bien que respalden al entrenador, pero que lo respalden en la cancha y los decisiones que tenga que tomar con jugadores eso es algo interno de la Liga.

¿Qué piensa de la actitud de ellos en estos partidos?

La Liga tuvo que haber iniciado todos los partidos como salió en el último, pero fueron tibios ante un equipo que tenía ambición, eso le pasó factura y ahora tiene que replantear cosas en poco tiempo para tener la credibilidad de la gente.