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Zidane, el hombre que devolvió alegría y confianza al Real Madrid

MADRID -- Zinedine Zidane le devolvió "alegría" y "confianza" al plantel del Real Madrid para llevarlo hasta la final de la Champions League. El técnico francés llegó en enero como solución de emergencia a una temporada que se iba a pique. Con un vestuario desgastado, sin motivación y sin un ápice de confianza en sí mismo o en Rafa Benítez, quien se había hecho cargo del equipo en la primera mitad de la campaña.

Apenas llegó y se echó al plantel a la bolsa. Se trataba de una leyenda de la casa. El ‘héroe’ que había dado el noveno título europeo al Real Madrid con aquel golazo de volea en Glasgow y a quien la mayoría del plantel guardaba un aprecio especial pues había sido segundo entrenador de Carlo Ancelotti en la temporada 2013-2014 que culminó con la conquista de la ‘Orejona’ en Lisboa, algo que "cambió de forma radical" la convivencia en el vestuario, según admitió el capitán Sergio Ramos, y la manera de los jugadores de afrontar la temporada.

"Estamos encantados con él, no sólo por que lo respetamos como futbolista. Cuando has sido jugador tienes una manera de enfocar cosas de una manera diferente a un entrenador que no lo haya sido.

Tampoco vamos a entrar ahora en valoraciones de 'Zizou' y Benítez, son dos entrenadores totalmente diferentes, pero sí que es cierto que yo, personalmente, con 'Zizou' tenía buena relación de cuando éramos compañeros y jugamos juntos y después con Ancelotti, Zizou estuvo con nosotros y conocía prácticamente a todos y eso facilita mucho a la hora de tener ‘feeling’ o no con el grupo y por eso ese aire, esa alegría, cambió de forma radical", reconoció Sergio Ramos en rueda de prensa tras el entrenamiento de este martes en la Ciudad Deportiva Real Madrid.

"Llegó y cambió muchas cosas; pero el cambio de los jugadores también fue notable", añadió Casemiro.

El brasileño cobrado protagonismo bajo las órdenes del francés quien depositó en él la responsabilidad defensiva en la media a raíz de su primera derrota como técnico ante el Atlético de Madrid. Desde entonces, Casemiro solo se ha perdido tres partidos de 16, todos por molestias, y ha sido titular cada vez que sale al terreno de juego.

Estamos felices con él y confiamos en él al 100 por ciento. Con Benítez nos quedamos como primero de un grupo difícil que tenía a París y se hizo un buen trabajo, pero con Zizou estamos en la final", destacó el mediocampista.

Para Marcelo, uno de los cambios más importantes que introdujo el francés para que el Real Madrid reemprendiera el vuelo radica en la "intensidad" con que los ha hecho afrontar los partidos, pero sobre todo, que lo hizo incitando a la "unión" y "sin pasar por encima de nadie".

"(Aumentó) la intensidad que a lo mejor al inicio de la temporada no hemos tenido; todos trabajando duro, los delanteros trabajando mucho, los defensas ayudando a los delanteros. Nos hemos unido. Estamos más compactos", explicó Marcelo, quien dijo no sorprenderse por el éxito con que el francés ha llevado las riendas del equipo.

"Yo sabía que iba a hacer un grandísimo trabajo. Ha venido calladito, tranquilito, con humildad. Sin pasar por encima de nadie. Se merece estar en la final", señaló.

Para los más jóvenes, como Lucas Vázquez, la clave del éxito del Real Madrid de Zidane se encuentra en la confianza y libertad que da a cada miembro del plantel para desarrollar sus habilidades dentro de la cancha. Según el gallego, “hace que el futbolista se sienta cómodo y eso es importante". Como Casemiro, Vázquez. ha tenido su gran oportunidad de explotar como jugador en la recta final de la campaña contribuyendo a la cuota goleadora del equipo con tres tantos y dos asistencias en cinco partidos. Su gran momento de juego bajo el mando de Zidane le ha valido la convocatoria a la pre-lista de España rumbo a la Eurocopa 2016 sin haber vestido la Roja con la selección mayor una sola vez.

"Está a la vista que el equipo cambió con Zidane; por eso venimos de 12 victorias seguidas. Eso te da confianza. Siempre intenta que los jugadores estén contentos", dijo el canterano. De esa gris primera parte de la campaña, mejor no acordarse.