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La eficiencia fue la clave del pase lusitano a semifinales

Portugal sigue vivo a base de empates. Otra vez Portugal forzó la prórroga al no poder pasar del 1-1 con una combativa Polonia y sacó su boleto a las semifinales en la tanda de penales. Sin mejorar gran cosa en su juego – y a años luz de parecer siquiera un equipo vistoso – el cuadro luso mostró, de nuevo, que lo que importa es la eficiencia.

* RENATO MANDA

Portugal depende de un solo jugador y no es Cristiano Ronaldo. A estas horas, la directiva del Bayern Munich debe estar festejando por todo lo alto haber tenido el sentido común de fichar a Renato Sanches antes de que disputara la Eurocopa y no después.

El juego de los lusos continúa siendo poco vistoso y no parece tener más sentido de dirección que el que le puede dar un joven de 18 años. Fue Renato quien cambió el curso del partido y acabó comprando tiempo para que su equipo avanzara a la Semifinal en la tanda de penales – y por cierto, cobró el suyo como los grandes.

Hasta pasada la media hora en que Renato puso el 1-1 en el marcador (con su primer tanto en su primer titularidad con su selección), Polonia era amo y señor del partido. Portugal apenas había tenido un disparo a puerta y si no era por un robo esporádico, no veía el balón.

La primera oportunidad vino de un robo precisamente de Renato y la segunda, la del gol, una jugada que el ex jugador del Benfica había iniciado en la media y que culminó después de hacer una pared con Nani dejando mal parada a una de las mejores defensas del campeonato. En total, el mediocampista creó cuatro oportunidades de gol, tuvo dos disparos bloqueados y acertó con su único tiro a puerta.

Contabilizó 98 toques, más que cualquier jugador de su equipo, y completó 62 pases con un 93% de acierto, el mejor porcentaje del cuadro portugués. Cristiano Ronaldo, en contraste, apenas acertó con un disparo a gol de sus cinco intentos, creó solo dos oportunidades de gol y no envió un solo centro al área. Nota aparte merece Pepe, que evitó que Polonia sentenciara en la primera parte con un impresionante despliegue físico y técnico. Seis intercepciones, tres despejes, tres tiros bloqueados y dos entradas exitosas; 14 acciones defensivas en total.

* POLONIA, VÍCTIMA DE SUS ERRORES

Polonia, a pesar de haber sido el mejor del encuentro – un equipo compacto, bien trabajado y con idea de lo que estaba buscando – perdió su gran oportunidad de hacer historia metiéndose a la semifinal por sus propios fallos de cara a gol.

Polonia tuvo el dominio del partido y el balón la mayor parte del tiempo (acabó con un 52% de la posesión), pero de nuevo estuvo fallón de cara a gol y pecó de conservador; en cuanto Portugal puso las tablas, Polonia se replegó en espera de la posibilidad de contraatacar. Y como ha demostrado el cuadro luso durante toda la Euro, es un equipo que incomoda al rival más de lo que juega.

Polonia no volvió a tener tantas oportunidades como en la primera media hora. Tras el gol tempranero de Lewandowski que les dio la ventaja, Milik falló en tres ocasiones clarísimas mandando el balón demasiado desviado. El atacante del Ajax solo acertó un disparo a gol en sus cuatro oportunidades. Lewandowski, que participó más en ataque de lo que lo había hecho en todo el torneo, se vio frustrado por un inmenso Pepe en sus cuatro intentos.

Tampoco estuvo mucho más certero Jakub Blaszczykowski, que sólo tuvo una oportunidad y la mandó a las nubes. En total, Polonia dispuso de 14 oportunidades de gol y solo remató a puerta en cinco ocasiones. Para cuando llegaron los tiempos extra, ninguna de las dos escuadras tenía energía para seguir luchando y apenas se pararon en el área portuguesa. Pero la gota que derramó el vaso fue su insistencia por repetir el ritual.

Cobraron los penales exactamente en el mismo orden que contra Suiza. Lewandowski, Milik y Glik sorprendieron a Rui Patricio, pero llegado el turno de ‘Kuba’, el arquero portugués demostró que había estudiado bien el partido de hace unos días y adivinó el tiro. El ex del Borussia Dortmund lo lanzó exactamente al mismo lugar.

* LEWANDOWSKI NO SE FUE EN BLANCO

Polonia se va a casa con un sabor agridulce. Ya habían hecho historia clasificándose a octavos, así que lo que viniera después sólo ayudaría a agrandar su leyenda. Varios jugadores del cuadro de Nawalka se consagraron dentro de la elite europea y hubo varios casos, como el de Kuba, en que se revalorizaron de cara al mercado estival.

Faltaba que se estrenara la gran estrella, Robert Lewandowski, de quien se esperaba que compitiera por la bota de oro del torneo. El atacante del Bayern Munich se habrá quitado un peso de encima cuando marcó el tanto que adelantó a los polacos antes de que se cumplieran dos minutos de juego, que además de poner fin a su mala racha con la selección polaca (llevaba seis partidos sin marcar), dio confianza al cuadro polaco para ir en busca de la victoria.

Lució mucho más de lo que lo había hecho en partidos pasados, haciéndole la vida imposible a Pepe, aunque fuera en vano.