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Las variantes, una de las tranquilidades de Argentina rumbo a los octavos de final

La Selección Argentina utilizó a 20 de sus 23 jugadores de campo en lo que va del Mundial Getty Images

DOHA -- En tres partidos, la Selección Argentina utilizó 20 de sus 23 futbolistas de campo. La profundidad del plantel y, sobre todo, la aparición de variantes capaces de dar la talla en diversas circunstancias, pueden ser la clave para llegar muy lejos en una Copa del Mundo. Lionel Scaloni y su cuerpo técnico saben eso y le han dado rodaje a la gran mayoría de los convocados en la primera ronda. Casi todos llegarán a octavos de final con minutos.

"No hay irreemplazables", parece ser un lema de este Mundial para la Albiceleste. En lo conceptual, es una afirmación cierta, aunque no es literal. Solo Emiliano Martínez, Nicolás Otamendi, Rodrigo De Paul y Lionel Messi han disputado todos los minutos. Y tiene total sentido. Son el arquero titular; el capitán, símbolo y estrella; el central líder que está en gran nivel; y el corazón del equipo. La columna vertebral futbolística y anímica. El resto, pueden entrar y salir según las necesidades circunstanciales.

Scaloni ha tenido la lucidez de cambiar lo que no estaba bien y los cambios le han dado resultado. En el primer partido contra Arabia Saudita, salió con la defensa que pensaba titular antes del torneo: Nahuel Molina, Cristian Romero, Otamendi y Nicolás Tagliafico. En el segundo tiempo, ingresó Lisandro Martínez por un Romero muy inseguro y Marcos Acuña por Tagliafico. Ambos cumplieron y se ganaron el puesto contra México.

En el encuentro contra el combinado de Gerardo Martino, el marcador lateral derecho titular fue Gonzalo Montiel. Además, en el segundo tiempo probó una línea de tres, con los tres centrales mencionados. Esa estructura funcionó en ese momento puntual para controlar la victoria y sostener cualquier embate rival, pero ante Polonia volvió a la defensa que había sido titular en el debut. Allí sí volvieron a su nivel acostumbrado, con un Otamendi implacable.

En el centro del campo fue donde más variantes hubo. Con De Paul inamovible, sus compañeros rotaron. Es que el hombre de Atlético Madrid es el símbolo de este ciclo y, más allá de sus imprecisiones en el primer partido y medio, sacó la cara en los momentos más duros y contra Polonia sí tuvo el protagonismo de siempre: dio la imponente suma de 137 pases exitosos sobre 145 intentos.

Leandro Paredes y Alejandro Gómez fueron titulares ante Arabia pero luego perdieron el puesto. En el duelo de presentación, Argentina estuvo muy tensa y jamás fluyó el juego en el medio, la principal virtud del equipo. Por eso, los cambios más obvios se dieron en ese sector. Y también funcionar. Los ingresos de Enzo Fernández y Alexis Mac Allister cambiaron la fisonomía de la Selección y le dieron frescura, movilidad y gol. Son, hasta ahora, las figuras del Mundial.

Enzo entró en los dos primeros partidos y fue titular en el tercero. Siempre brilló, con su pase certero hacia adelante, su coraje, su visión y su mentalidad ganadora. Se ganó el lugar por prepotencia futbolística. Por su parte, Alexis fue clave en el peor momento contra México y abrió el marcador ante Polonia con un remate de afuera que también es una virtud valiosa. El de Brighton tiene una inteligencia para moverse entre líneas y construir juego central que para las ideas de la Albiceleste es indispensable.

Guido Rodríguez, quien fue titular como mediocampista central ante la Tri, Exequiel Palacios y Thiago Almada también sumaron minutos. El primero jugó desde el arranque ante el conjunto de Martino, pero sufrió las características del juego, que requería un volante central más dinámico y menos posicional. Palacios y Almada entraron para tocar con el resultado a favor.

Los cambios en ataque también trajeron soluciones. Desde luego, Messi jugó todos los minutos y fue figura siempre. Ante Arabia intentó muchas veces en soledad, frente a México sufrió el primer tiempo pero abrió el camino de la victoria con un golazo y contra Polonia fue su mejor actuación, mucho más suelto y con fluidez para asociarse, pero falló un penal. Está muy bien y listo para volver a brillar ante Australia.

Di María tuvo aportes imperceptibles, pero importantes. Algunas asistencias, arrebatos individuales que impulsaron al seleccionado en momentos difíciles y muchas ganas. Da la sensación de que se ha guardado lo mejor. Al igual que Lautaro Martínez, quien marcó dos goles ante los saudíes pero chocó con el VAR y luego tuvo poca participación contra la Tri. Julián Álvarez le ganó el lugar y dio la talla. Mezcló muy bien con Messi en esa especie de doble nueve que formaron durante varios minutos frente a Polonia y marcó un golazo en su presentación mundialista como titular.

Juan Foyth, Ángel Correa y Paulo Dybala son los únicos futbolistas de campo que aún no jugado en esta Copa del Mundo.

Argentina llega a los octavos de final con el ánimo renovado y con la certeza de que en todas las línes tiene variantes que responden ante la presión y en situaciones límite. No es poco en estos momentos en los que cada detalle puede marcar el camino a la gloria.