La Selección Argentina y Australia juegan este sábado por el pasaje a los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022. En un partido donde en principio Argentina es favorita, pero dentro de un torneo donde está claro que nadie puede dar ventajas.
Vaya si lo saben Alemania y Bélgica, por caso, o la mismísima España. Lo cierto es que uno de los duelos que pueden ser determinantes para este partido estarán por las bandas. Australia es un equipo vertical, que sale rápido de contra ataque y que utiliza a sus laterales o volantes para desbordar y tirar centros.
Behich por la izquierda y Atkinson o Degenek por la izquierda buscan con velocidad los espacios, y allí será tarea de Molina/Montiel o Acuña/Tagliafico estar atentos a esos ataques. Pero los volantes Leckie o Goodwin también se suman por los costados y llegan al área. Ambos, marcaron dos de los tres goles del equipo en el torneo.
En ese sentido será clave la ayuda de Enzo Fernández, De Paul y Alexis a la hora recuperar el balón e impedir que Australia maneje esos espacios al vacío con facilidad: es algo bien trabajado que tiene el equipo de Graham Arnold, y que le sale de memoria.
Otamendi y Cuti Romero (parece estar arriba de Lisandro, sobre todo por la altura) seguramente tendrán sus propios duelos con los puntas Duke, Mc Gree o Maclaren: pero si algo destaca a la defensa argentina es la seguridad de sus centrales.
Otamendi está en un excelente nivel en esta Copa del Mundo, Cuti mostró que viene de menor a mayor y Lisandro es siempre una garantía.
Si bien el juego aéreo es el fuerte de Australia, en defensa en este Mundial han dado muchas ventajas en ese rubro, sobre todo cuando sus laterales son desbordados: los centros atrás los descolocan, y cierta falta de disciplina en el mano a mano puede ser clave para Lautaro, si es que juega de titular, o Julián.
Australia suele jugar con dos centrales muy altos: Souttar (1,98) y Rowles (1,85). Esa es una ventaja para los jugadores rápidos y hábiles como los argentinos. Messi puede hacer descalabros con su gambeta, Julián con sus diagonales y su rapidez, Alexis o Papu Gómez y Dybala, como opción, con la habilidad. Di María, se estima, no sería titular tras salir tocado ante Polonia con una contractura.
Otro punto importante que juega y mucho a favor de la Argentina es que Australia sufre y cuando le juegan y le tocan por abajo. Si la Argentina logra sumar pases, crear circuitos de juego a partir de un Messi enchufado, como contra Polonia, tiene muchas chances de generarle peligro al seguro arquero Mat Ryan.
Hablando de arqueros. Un dato a tener en cuenta por si se llega a una definición por penales: el arquero suplente es Andrew Redmayne, quien en el repechaje contra Perú entró en el final desde el banco para los tiros desde los 12 pasos y tuvo su momento de gloria con sus alocados bailes bajo los tres palos. Condicionó a los rivales, falló el equipo de Gareca, Australia pasó.
Lo cierto es que la Albiceleste es claramente superior a su rival y no debería ni pensar en una definición por penales para meterse en cuartos. Le sobran argumentos, luego de lo demostrado en los dos últimos partidos, para ganar con autoridad. Pero, como dice el viejo refrán, los pingos se ven en la cancha.