<
>

El renacido Santiago Giménez sabe que Lozano no sufre de la ceguera del Tata

play
¿Cuánto más debe quedarse en Feyenoord? (2:12)

Después de seis jornadas disputadas en la Eredivisie, cayó el primer 'hat trick' del mexicano Santiago Giménez, en la reanudación del partido donde el Feyenoord goleó al Ajax. (2:12)

Tras la resiliente audacia y compostura para superar esas dos amenazas para su carrera (la trombosis y el desdén del Tata), Santiago Giménez se perfila como el artillero del Tri hacia el Mundial.


LOS ÁNGELES -- Santiago, en hebreo, significa “recompensado por Dios”. Ese nombre, el nombre, su nombre, expone perfectamente a Giménez. Y en la mitología griega, su andanza tendría mucho de Prometeo y Sísifo.

Tres operaciones a los 17 años para combatir una beligerante trombosis en el hombro, y una operación, con poco de quirúrgica, pero mucho de dantesca, por parte de Gerardo Martino, al dejarlo fuera del Mundial de Qatar, han sido avatares, obstáculos, al final superados y recompensados por Dios.

Esa casta, ese tipo de madera, esa savia de sangre, conforman el ADN de los reclutas que busca Jaime Lozano, técnico de la Selección Mexicana. Sabe que para el Mundial 2026, Giménez llegará en madurez, superando sin duda los momentos que puedan tener Raúl Jiménez y Henry Martín.

Sin embargo, aún debe jalarle la rienda a sus impulsos. Errar penaltis por urgencia, es un argumento peligroso. Lozano lo sabe, y ahora debe saberlo el mismo Santi.

Creyente, guerrero, devoto, imperturbable, Santiago Giménez, a los 22 años, empieza a recolectar números, estadísticas, comparaciones riesgosas, hasta elogios, y sin estremecerse, ha sobrevivido incluso a una manía desesperada por vestirle ociosamente con una docen de camisetas, distintas a la del Feyenoord Rotterdam de Países Bajos.

Nacido en Argentina, criado en México, Giménez, eligió la ajada camiseta esmeralda por encima de la glorificada albiceleste. Cierto, para llegar al Tri hay que cruzar una puerta muy amplia, abierta de par en par, y para llegar a Argentina, hay que vulnerar innumerables candados con argumentos irrefutables en las mejores Ligas de Europa.

Sí, a la Selección Mexicana se llega alzando la mano. A la Selección Argentina se llega con cicatrices. Aún así, en una de las legendarias declaraciones torpes y descerebradas de un técnico del Tri, quedó fuera de Qatar. “Anota muchos goles, pero tiene pocos minutos”, dijo de manera infausta Gerardo Martino. Curiosamente, México se quedó a un gol ante Arabia Saudita, para poder pasar a Octavos de Final.

Pero, esa cópula futbolística entre Giménez y México, les sienta bien a ambos. Santiago se arropa en sus afectos inmediatos, no los de sus ancestros, y por otro lado, el Tri busca en él, el relevo de los Hugo, los Borgetti, los Chicharitos, los Jiménez, mientras disputa ese sitio con un Henry Martín, quien llegaría al Mundial 2026 de casi 34 años.

Por lo pronto, en la fértil parcela del Feyenoord, Santiago Giménez siembra lo que pretende cosechar en la Selección Mexicana. La única semilla que en el futbol debe dar frutos: el gol.

De hecho, ya entregó su primera ofrenda. Al minuto 88, ante Panamá, marcó el gol del título en la Final de la Copa Oro en julio pasado, en el SoFi Stadium. Parodiando al Tata Martino, Santiago tuvo pocos minutos, pero los goles valiosos.

play
0:28
Santi Giménez, sobre su hat-trick al Ajax: "Aún puedo jugar mejor"

El atacante del Feyenoord mostró autocrítica, a pesar de la excelente actuación individual en el Clásico.

Formado en Cruz Azul, donde ya había sido detectado por el Feyenoord a través de Dennis te Kloese, tiene un salto intempestivo al futbol de los Países Bajos, considerado un balompié generoso, académico, didáctico, donde hasta futbolistas palurdos terminan como eruditos.

Santi ha aprendido rápidamente. Le ha ayudado, sin duda, el haber visto, escuchado, procesado, analizado, el futbol, en la casa familiar, en la mesa familiar, con un futbolista: Christian Chaco Giménez.

Es una virtud oculta; aprendió no sólo a ver el futbol, sino a observarlo. La capacidad de diseccionar lo que ocurre en la cancha, una facultad a la que históricamente se muestra reacio, roñoso, el jugador mexicano.

También, en elegir al Feyenoord, y acallar la ventisca desesperada y promiscua de transferencias fantasmas, ha sido determinante la presencia de su padre. Porque no debe ser fácil, a los 22 años, escuchar que se es opción para el Real Madrid, media decena de equipos de Italia y otro tanto de la Liga Premier. Semejantes chácharas, son flores que se pueden convertir en puñales.

Este verano, Chaco separó la hierba de los rumores del camino de su hijo, y de común acuerdo entendieron que hay lecciones, fogueo, aprendizaje, desarrollo, dentro del Feyenoord, antes de dejarse seducir por los cantos falsarios de las sirenas perniciosas del futbol.

Las cifras de Santiago Giménez en el futbol de Países Bajos son el mejor andamio para despertar codicia en otros escenarios de mayor categoría, fama, proyección y salario. Pero, lo han dicho los Giménez, padre e hijo, que no hay prisa.

Esta misma semana, en partido que se vivió en dos tandas, debido a la violencia de aficionados en el derby ante el Ajax Amsterdam, con toda la exigencia emocional y competitiva que representa, Santi volvió a ser futbolista determinante: tres goles y una asistencia, para escuchar nuevamente, el arrullo cantarín de la tribuna, como veneración, pero un arrullo que lejos de adormecerlo, lo enardece. No era para menos. Giménez pasó a ser el primer futbolista en la historia en marcarle un triplete al Ajax en su propia cancha.

Obviamente, Giménez confirma que la Eredivisie es un útero generoso con el futbolista mexicano. Antes que él, Hirving Lozano hizo historia con el PSV Eindhoven, a donde ha regresado, tras una travesía turbulenta con el Napoli. Chucky suma 41 goles en esa liga, por los 32 que acumula ya Santiago.

Y mientras se prepara el desordenado aluvión de rumores en la ventana de invierno en Europa, en México, el futbolista sigue mandando mensajes a diversos buzones, el más importante de ellos, el de Jaime Lozano, quien de manera especial lo ha tenido bajo constante escrutinio en la Copa Oro.

Si Santi no era el elegido para iniciar un encuentro, Lozano ha notado que no refunfuña, no masculla, no gesticula, simplemente argumenta, trabajando en la cancha. Eso da tranquilidad al técnico. Adivina un signo de madurez. Y Lozano no pierde de vista que, en 2023, es el mexicano con más goles en cualquier circuito: 32 goles en 52 partidos oficiales en lo que va del año.

play
2:53
Con triplete de Santiago Giménez, Feyenoord se lleva el clásico ante Ajax por 4-0

El mexicano marcó su primer 'Hat Trick' en la Eredivisie y con él ayudó al Feyenoord a llevarse el triunfo ante el Ajax en un juego que requirió dos días para concluir luego de que se suspendió el domingo por las bengalas lanzadas por un sector de la afi

Pero hay algo más que seduce a Lozano y está en la agenda de argumentos de otros clubes que analizan a Giménez. Se ha diversificado. Finalmente ha aprendido a no jugar de espaldas al arco, y lee de manera perfecta al compañero, ya sea para apoyarle con movimiento de distracción, de relevo, de apoyo, en una pared con cambio de perfil, hasta dónde citarse para el remate final.

Tal vez esa sea la gran recompensa de jugar en Países Bajos: generalmente, al futbolista mexicano que pulula por ahí, se le hace entender el futbol de una manera distinta, comprender el juego. El mejor ejemplo es el del Maza Rodríguez, un futbolista rústico en Chivas, que en el PSV aprendió al abecedario oculto –para los mexicanos–­­, del futbol.

No se olvide nunca la frase lapidaria y sabia de Ricardo La Volpe: “El futbolista mexicano es un analfabeto táctico”. El tiempo le ha dado la razón.

Así, tras la resiliente audacia y compostura para superar esas dos amenazas para su carrera (la trombosis y el desdén del Tata), Santiago Giménez se perfila como el artillero del Tri hacia el Mundial, más allá del señorío de Henry Martín en la Liga MX, en la cual su titularidad en el América es cuestionada por su técnico André Jardine, y mantener bajo observación esa aparente resurrección de Raúl Jiménez con el Fulham.

Pero, entre su militancia al nombre de Santiago, Giménez no puede desprenderse, afortunadamente, de esa filiación con la mitología griega, esa, la de Prometeo y Sísifo.