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La odisea de llegar a Kazán

KAZÁN (Enviado especial) -- Desde que se sabe que Argentina enfrentará a Francia, los hinchas sólo se hacen una pregunta: ¿El equipo? ¿El resultado? No, para nada. El gran interrogante es: "¿Cómo llegamos a Kazán?".

El arribo de la Selección a la ciudad de su duelo de octavos de final poco tuvo que ver con lo ocurrido en San Petersburgo. Mucha menos gente y más extranjeros que argentinos como para repetir el banderazo inolvidable en la previa de Nigeria.

Lo cierto es que los simpatizantes vivieron practicamente una odisea para llegar a Kazán. Pasaron horas en las estaciones de trenes ante la dificultad de comprar vuelos y hasta se organizaron para viajar en micros o autos alquilados con tal de estar cerca de Messi y compañía.

"Señores dejo todo, voy a ver a Argentina, porque los jugadores me van a demostrar...". La canción de cancha refleja fielmente el esfuerzo que hizo la gran mayoría para estar en Rusia.

"El 19 de junio me fui al trabajo con las valija y viajé a Iguaçu. Crucé a Foz del lado brasileño, volé a Río de Janeiro, de ahí a París y Madrid, donde me quedé una noche para ver Argentina-Croacia. El siguiente destino fue Finlandia. Me tomé un micro de siete horas a San Petersburgo y mi Mundial arrancó contra Nigeria", relata Sebastián.

Más allá del esfuerzo, el hincha de Lomas de Zamora tuvo una cuota de suerte: "A último momento saqué la entrada del segundo puesto, así que me vine a Kazán en el tren gratuito que tardó 11 horas".

Por su parte, un joven llamado Nicolás también apeló a varias combinaciones para abaratar el viaje: "Salí el 8 de junio desde Buenos Aires y llegué el 11 a Moscú. En el medio pasé una noche en el aeropuerto de Asunción, viajé a San Pablo y de ahí a Lisboa donde estuve un día hasta llegar a Rusia. Tenía las siete entradas para seguir a Argentina si salía primero, así que fue un golpazo. Estuve corriendo croatas para venderlas...".

El simpatizante de San Martín se aseguró el ingreso a la cancha antes que el traslado: "Por suerte conseguí un ticket oficial para Argentina-Francia. Después de recorrer estaciones de trenes entre las 6 de la mañana y las 4 de la tarde, un voluntario se apiadó de mí y me contó de un micro especial para venir a Kazán, que duró 15 horas y me costó 3500 rublos".

A la dificultad de cambiar los tickets de los que imaginaban a Argentina como líder del Grupo D se sumó un viaje prácticamente inaccesible.

Sólo quedaba la chance de invertir más dinero, buscar hasta el cansancio y resignar horas de sueño. Un amor que invita a cualquier sacrificio.