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Carlos De Pena en exclusiva con ESPN: el miedo que vivió en Kiev, cómo se contactaron con los periodistas de la BBC y las duras imágenes que difícilmente puedan estar en su libro

Carlos De Pena conversó esta semana en exclusiva con ESPN sobre su salida de Ucrania junto a varios futbolistas brasileños, detallando cómo conocieron a los periodistas de la BBC que les dieron un consejo fundamental ante el estallido del conflicto bélico. Además, el uruguayo describió el miedo que sintió en Kiev y señaló que difícilmente pueda incluir todo lo que vivió en el libro que está escribiendo.

En charla con Diego Muñoz, el futbolista dijo que no estaba en sus planes vivir su cumpleaños número 30 en Uruguay (cumple el próximo 11 de marzo) ‘porque iba a estar en plena competencia con el Dinamo de Kiev’: “Agradezco poder estar acá con mi familia y amigos, es una felicidad poder estar en el país”.

“Lo que viví son imágenes que difícilmente se borren en algún momento, son cosas que te llegan mucho. Pensé que no iba a salir de ahí, tuve miedo, lloré muchas veces. Nunca me imaginé estar en medio de una guerra, era algo totalmente ajeno a mí”, afirmó.

LOS PERIODISTAS DE LA BBC Y EL VIAJE EN TREN DE 17 HORAS

Tras el estallido del conflicto, De Pena se juntó en un hotel con sus compañero brasileño Vitinho, y con jugadores brasileños del Shakhtar (Dodó, Vitao, Marlon, Tobías, Ismaily, Maycon, Teté, Antonio, Patrick, Pedrinho, Neres y Fernando) y sus respectivas familias.

Con la incertidumbre de qué hacer, esta delegación sudamericana se encontró con periodistas de la BBC que le dieron un consejo fundamental: “En un almuerzo nos pusimos a hablar sin saber que eran periodistas, nos dijeron habían venido de la calle, y alguien les preguntó cómo era posible si las calles están tomadas por las tropas, y ahí le dijeron que estaban cubriendo el conflicto y que tenían experiencia en Irak, Siria y Afganistán”.

“Entonces les preguntamos si debíamos tomar el tren de las cinco de la tarde rumbo a Rumania aún con el riesgo de ir hasta la estación, de perderlo o de no tener lugar. Y nos respondieron que si teníamos la posibilidad saliéramos cuanto antes y cómo sea porque la cosas se iban a poner peor”, recordó De Pena.

“Y cuando una persona que tiene esa experiencia, que ves en sus ojos ese convencimiento y que realmente te quiere aconsejar, no tenés otra opción que tomar su consejo. Estábamos en un búnker del hotel en un piso subterráneo con la valija armada, fue cerrarla, agarrar el celular y salir rumbo a la estación”, relató.

De Pena comentó que llegaron a la estación en sus autos particulares sin respetar ninguna señal de tránsito, que dejaron los vehículos y salieron corriendo hacia el tren, al que pudieron ingresar a los empujones porque, si bien habían llegado con tiempo, había mucha gente que también quería viajar rumbo a Rumania. Ya arriba del tren, la improvisada delegación sudamericana realizó un recuento para confirmar que estaban todos.

El viaje duró 17 horas frenando en muchas ciudades, de las cuales varias hoy están sufriendo bombardeos, según detalló el uruguayo.

“Yo estaba dispuesto a viajar 48 o 60 horas con tal de poder llegar. Frenábamos en una estación y escuchábamos ruidos o tiros afuera, y no se sabía si realmente iba a haber algún problema en el tren. No sabíamos si íbamos a salir de ahí, eso fue lo más duro”, admitió De Pena.

SU LIBRO Y LOS MENSAJES A SU PAREJA

A cada hora en punto, el jugador intentaba mandarle un mensaje a su mujer: “En algún momento me dormí y no pude mandar mensaje, lo que generaba preocupación. A veces la señal tampoco era buena y el mensaje no llegaba, y la preocupación crecía, pero por suerte ya estoy en mi país. Nunca estuve tan contento de haber vuelto a Uruguay, nunca estuve tan contento de llegar a países como Rumania o Moldavia que eran paraísos al lado de ese infierno”.

Y señaló: “Los futbolistas brasileños tenían hijos chicos y uno se pone a pensar que quizás mi hijo podría también estar ahí. Mi familia tenía pasaje para ir a Kiev el 24 de febrero, luego para el 26 y después lo habíamos pospuesto para el 4 de marzo. Muchas veces me puse a pensar qué pasaría si hubieran estado mi mujer y mi hijo”.

En plena pandemia de coronavirus, De Pena había comenzado en el 2021 a narrar pequeñas anécdotas, relatos y experiencias, comenzando el proyecto de escribir un libro propio, sin saber si decidiría publicarlo en algún momento.

Consultado por ESPN si este capítulo en Kiev sería parte importante del mismo, De Pena comentó: “La realidad es que material hay, es un material duro y hoy en día no puedo estar pensando en eso; si bien me dio el coraje para escribir un relato en mis redes de lo que viví en Kiev que bastante me costó, no sé si en algún momento podré escribir acerca de esto porque es algo que me chocó directamente, que lo viví en carne propia”.

“Lo que más quiero es que esto termine cuanto antes; quizás si hay algo de lo que tengo que hablar es de la solidaridad, de lo que tengo que admirar del pueblo ucraniano y de lo mucho que aprendí de ellos. A ellos les deseo lo mejor, sobre todo paz”, manifestó.

Y destacó: “Aún no me ‘liberé’ de todo lo que pasó, seguramente lo haga en mi casa con mi hijo y mi mujer. Sí lloré muchas veces en el hotel en Ucrania tratando de esconderme para que no me vean, luego hablé de eso con compañeros y me dijeron que también hicieron lo mismo para que nadie entrara en pánico o desesperación”.

“Seguramente el momento de liberación llegue cuando duerma y me despierte viendo que estoy en la cama de mi casa en Uruguay y pudiendo ver a mi hijo y mi mujer, tal vez ahí llegue la liberación que siento que es necesaria también”, concluyó.