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Forlán contó su tormentoso pasaje por Atenas de San Carlos

Diego Forlán. 1950foto.com

Diego Forlán no toleró más injerencias. La relación con los Fassi ya venía dinamitada. Los gerenciadores de Atenas de San Carlos le habían sugerido cómo armar el equipo, quiénes tenían que jugar y la forma en que tenían que hacerlo. En otra charla le dijeron que no podía jugar con línea de cinco y que el equipo no los representaba.

Hasta que, luego de perder con Rampla en la primera fecha del Clausura del torneo de Segunda división, le dijeron que les tenía que hacer caso porque ellos tenían 40 años de fútbol. Ahí Diego Forlán estalló y dejó de ser el técnico de Atenas de San Carlos.

“Es muy chico el mundo del fútbol y me habían avisado que a ellos (Andrés Fassi y su hijo Juan Pablo) les gustaba tener un poco de injerencia en cómo jugaba el equipo y la definición del cuadro titular. Al inicio siempre bien, teníamos charlas. Ellos iban sugiriendo de una manera u otra quiénes tenían que jugar, quién tenía que salir y yo de manera educada les decía que con el tiempo algunas cosas se podían hacer pero hay un respeto a ciertos códigos del fútbol que como exjugador uno sabe la forma de manejarlos en el vestuario”, comenzó explicando Forlán sobre la tormentosa salida de Atenas, en su visita al programa Tirando Paredes de 1010AM.

Forlán comentó que cuando Juan Andrés Fassi, que está al frente del Grupo Pachuca y además es presidente de Talleres de Córdoba, llegó a Uruguay se reunieron en un restaurante. Allí comenzó a recibir instrucciones que no fueron de su agrado.

“Pensé que era una charla general para conocernos, y yo no soy más vivo que nadie pero me doy cuenta, tengo sentido común y me di cuenta. Viste cuando decís, ¿para qué hablé dos horas y media? Porque al final me dijo quiero que el equipo juegue de esta manera. No me gustó, pero por respeto, siendo la persona que lidera el proyecto, con mucha delicadeza le dije lo único que te pido es que me des tiempo para intentar a lo que ustedes pretenden. Cuatro veces se lo dije porque insistía en la manera en que había armado el equipo y cómo querían jugar”.

Luego de esa charla el equipo empató con Rocha “jugando con línea de cinco”, como el mismo Forlán reveló. Sobre el mediodía del domingo fue llamado para reunirse en el hotel Cottage. El encuentro se produjo en horas de la tarde.

“Fuimos a la reunión y ya sabía, ya me di cuenta, reunión un domingo… Me salvó que tenía el tapabocas sino se me desfiguraba la cara de la bronca que tenía en ese momento. (Fassi) Me pidió iniciar la charla y me preguntó qué veía en el equipo, le dije dos o tres cosas pero en realidad era hablar contra una pared, no podíamos intercambiar, ellos tenían su verdad y yo quería hablar con números y estadísticas. Me dijo ahora te doy mi parecer y me dijo que con línea de cinco no podía jugar más y a quién tenía que sacar porque no podía jugar en el equipo. Yo me manejo con mi conducta, con mis valores y le dije eso no lo puedo hacer. Juan Pablo (el hijo de Fassi que está a cargo de Atenas) no dijo ni una palabra. Me sorprendió. Ciertas cosas que el padre había dicho eran contrarias a lo que él pensaba y yo no lo quise exponer al hijo”.

Al día siguiente Forlán llamó al hijo de Fassi y le preguntó si estaba 100% de acuerdo con lo que había expuesto su padre en la reunión.

“Lo único que te digo es que ustedes me vinieron a buscar para ser el entrenador, pero si vos no estás de acuerdo no tengo problemas me voy a mi casa. Yo estaba feliz en mi casa. No lleguemos a una situación incómoda”, expresó Diego.

El exDT de Atenas reveló que dejó de ir a almorzar con los Fassi. “Pero siempre había sugerencias. Un día recibí un mensaje del padre y era para que lo llamara así hablábamos y me daba su punto de vista de cómo debía estar el equipo. Lo llamé por respeto y fue más de lo mismo”.

El día que lo echan

Hasta que se llega el partido con Rampla Juniors, por la primera fecha del Clausura, que determina la salida de Diego.

“Perdemos, no jugamos bien, y cuando estoy dando la charla él (Juan Pablo Fassi) se equivoca porque estaba saludando a todos los jugadores. Enseguida me llama para hablar afuera del vestuario. Ese fue mi error, yo no tenía que hablar luego del partido. Me dijo que el equipo no los representaba, que no puede ser que jugamos contra un cuadro que no tenía cancha para entrenar, que le debía a los jugadores y perdimos. Y le digo es fútbol. Yo también estoy molesto. Hasta que me dijo vos no me escuchás si me escucharas a mí que tengo 40 años de fútbol… Ahí exploté. Empezamos en un ida y vuelta en un tono de voz más fuerte y le dije tenés dos opciones: o me aguantás o me echás pero yo esto no te lo voy a permitir más, hasta acá llegan lo de tú padre y lo tuyo”.

Al día siguiente, en una reunión por zoom con Fassi padre, Forlán fue informado de que sería cesado de su cargo de técnico de Atenas.

“Quería justificar cosas y le dije Andrés ya está, mándame el telegrama y listo. ¿Por qué me presenté al entrenamiento? Porque no me mandó el documento. Nosotros somos gente de palabra pero ellos cambiaron el entrenamiento para las 15.30, y nosotros por las dudas, como había contratos de por medio, nos presentamos el viernes de mañana con una escribana para notificar. Y a la tarde fuimos porque no llegó la comunicación y tuvimos que entrenar. Al final la nota llegó el día sábado”.