Para rezarle al Dios del fútbol

La devoción que sienten algunos argentinos por Diego Armando Maradona trasciende la vida terrenal y entonces crearon la Iglesia Maradoniana en Rosario, a unos 300 kilómetros de Buenos Aires

ROSARIO -- La devoción que sienten algunos argentinos por Diego Armando Maradona trasciende la vida terrenal.

Hernán Amez y Alejandro Verón cuentan que siendo muy jóvenes presenciaron un milagro: Maradona, con una zurda celestial, desparramaba jugadores ingleses por el campo de juego del estadio Azteca antes de encaminarse hacia el arco para convertir el que hoy es considerado el gol más fabuloso de todos los mundiales.

Años después, aquellos adolescentes hoy convertidos en hombres pensaron que el autor de ese y otros "tantos milagros" futbolísticos debía tener su templo y así crearon la Iglesia Maradoniana en Rosario, a unos 300 kilómetros de Buenos Aires.

"Surgió por el amor a Diego. Se nos ocurrió una iglesia porque es más fuerte, distinto a todo. Además, no hay un antecedente previo de una iglesia deportiva", dijo a AP Amez, de 33 años, líder espiritual maradoniano junto a su amigo Alejandro.

Los fieles a este insólito culto ya suman más de 3.700 en todo el mundo y se identifican con una credencial, una camiseta y una gigantesca bandera argentina con la inscripción: "Iglesia Maradoniana. La mano de D10s, año 42 dd (después de Diego)".

La leyenda recuerda el primer gol convertido con la mano por Maradona frente a Inglaterra en el mundial de 1986, en el que se consagraría como el mejor jugador del mundo, y su edad, que marca el calendario maradoniano.

"Nosotros festejamos la Navidad el 30 de octubre, porque ese día nació nuestro Dios", explicó Verón, también de 33 años. Un Dios que tiene diez apóstoles y no 12 porque "a ninguno de nosotros se nos ocurriría traicionarlo", explicó Hernán.

Diez son también los mandamientos maradonianos, entre ellos declarar el amor incondicional por Maradona y el buen fútbol, venerar los templos en lo que él predicó como el estadio la Bombonera de Boca Juniors, el estadio Azteca en México, el Nou Camp de Barcelona o el San Paolo de Nápoli y llevar Diego como segundo nombre.

Enterado de que en Rosario un grupo de amigos habían fundado una iglesia en su nombre, Maradona sólo tuvo palabras de agradecimiento.

"Para nosotros fue un alivio saber que la idea le cayó bien. Hay mucha gente que lucra con Maradona y no queríamos que él pensara eso de nosotros", confesó Verón.

"Dios te salve pelota, llena eres de magia. El Diego es contigo. Bendita tu eres entre todas las demás", reza Amez, vestido de sacerdote y con la biografía de Maradona entre sus manos a modo de biblia maradoniana para dar comienzo a la ceremonia.

"Diego, Diego", responden los fieles como un gesto de adoración a su Dios, representado en un altar con las tapas de los diarios deportivos, una pelota de fútbol y un árbol de Navidad, decorado con bolitas con la cara de Maradona.

Como en toda religión, la iglesia maradoniana también tiene sus "herejes", aquellos personajes que "osaron" ponerse en contra de su Dios. "Joao Havelange (ex presidente de la FIFA) y Pelé", son algunos de ellos, según Verón.

"Más de uno debe pensar que estamos locos. Nosotros no queremos ofender a nadie. Esto es folclor futbolístico. No nos metemos con Dios. Somos todos católicos muy respetuosos de nuestras creencias. Simplemente demostramos lo que sentimos por el más grande jugador de todos los tiempos", sostuvo Amez.

Con la habilidad mostrada en los campos de juego, Diego Maradona logró trascender fronteras hasta convertirse en uno de los personajes más reconocidos del mundo.

Pese a que un día sus mágicas jugadas dejaron de ser noticia y las primeras planas de los diarios se ocuparon de su adicción a las drogas, en muchos países el respeto y la admiración no cambiaron.

"Nos llegan e-mails de todo el mundo. Gente que se brinda por este sentimiento, aún sin ser argentinos, desde lugares insólitos como Perú, Japón, Alemania, Afganistán o Inglaterra", explica Amez.

A través de la internet, los maradonianos lograron transmitir "la palabra de Dios" y captar nuevos fieles como en Escocia, a donde hace unos meses enviaron 1.500 credenciales. Pero la Iglesia Maradoniana tiene un gran desafío por delante.

"El próximo desafío es demostrar al mundo que Fidel Castro cree en Dios, pese a ser comunista. Vamos a viajar a Cuba y lo vamos a convertir a la fe maradoniana", prometió Verón.

En lo últimos años, Maradona pasa gran parte de su tiempo en la Habana, donde llegó por invitación de Castro para tratar su adicción a las drogas en una clínica.

Los maradonianos tienen otra regla. No les gusta hablar del día en que Maradona ya no esté entre los mortales.

"No me lo imagino. Diego no se va a morir nunca. El día que él se vaya de la tierra será porque Cristo quiere jugar al fútbol con él", finalizó Verón, con lágrimas en sus ojos.

-AP


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