USA TODAY SportsArte Moreno tiene en su mira tanto a Scioscia como a Dipoto por los fracasos de su equipo.

Los candidatos son obvios y ambos cargan con parte de las responsabilidad, ya que tanto Mike Scioscia como el gerente general Jerry Dipoto han sin duda fallado.

Sin embargo, estas últimas semanas de la temporada 2013 se asemejan muchísimo a la misma época exactamente hace 12 meses.

Sí, esto parece un deja vú.

En aquella oportunidad se escuchaban voces dentro del camerino protestando por la poca efectividad de un bullpen que había convertido a los serafines en uno de los peores clubes de la Liga Americana en salvamentos desperdiciados.

Esa faceta ha mejorado en 2013, gracias a una buena actuación de Ernesto Frieri a lo largo de la temporada. El colombiano ha tenido sus malos momentos, pero sus 31 salvados (con cuatro malogrados) han sido instrumentales en convertir a los rojiblancos en un equipo, al menos, de mitad de tabla.

De todos modos, no alcanzó. El 69 por ciento de efectividad en dichas situaciones no está a la altura de un equipo que pretende contender, y eso se refleja en el hecho de que, entre los equipos con peor porcentaje, solo los Diamondbacks de Arizona (56 por ciento) tienen más victorias que derrotas.

Está claro que Frieri no ha sido el problema, ya que su porcentaje de efectividad al final de los juegos ha sido más alto en 2013 que el de Mariano Rivera.

El tema pasa porque una gran parte de las ventajas de los Angelinos no llegan a las manos del sudamericano.

Esto cae sobre los hombros de Dipoto, ya que él es el que construye la nómina y Scioscia solo puede trabajar con el material que le dan.

Es verdad que Ryan Madson y Sean Burnett eran buenos refuerzos en los papeles, pero el primero no lanzó siquiera un picheo y el zurdo no pudo ni completar 10 innings.

Detrás de ellos, la apuesta por los brazos jóvenes falló. Se supone que el relevo es una zona de alto riesgo, y cuanta más experiencia allí, mejor. Es así que durante la temporada el mejor relevista fue Scott Downs, de 37 años.

Por eso, y aunque con excepciones (Dane De la Rosa y algunos pasajes de Michael Kohn), el bulpén fue el talón de Aquiles.

Kevin Jepsen sigue sin acomodarse como preparador, y sigue siendo más tirador que pícher. Robert Coello se lesionó muy temprano y los zurdos juveniles (Michael Roth, Nick Maronde y Buddy Boshers) no hicieron suficiente para adueñarse del puesto.

Los abridores reconvertidos (Joe Blanton, Tommy Hanson, Cory Rasmus y hasta Garrett Richards en su momento) tampoco asimilaron bien el cambio y fueron perjudiciales para el bulpén.

Esta combinación de mala suerte y peores decisiones acabó dando los resultados previsibles, y los Angelinos lo han pagado carísimo.

¿Tendrá Dipoto una tercera oportunidad de solucionar el problema?

A CANADÁ

Williams

Este enfrentamiento, que en diciembre se preveía como uno entre candidatos, es ahora solamente para cumplir con el calendario.

Scioscia enviará a la lomita a Jerome Williams (6-10, 4.60), quien viene de cortar una sequía de casi tres meses sin victorias.

El hawaiano se mostró efectivo el jueves ante los Rays de Tampa Bay y buscará estirar su buen momento, aunque deberá cuidarse de J.P. Arencibia, quien lo ha bateado efectivamente en el pasado.

Del lado de enfrente estará un rejuvenecido Mark Buehrle (11-7, 3.88), quien no pierde desde el 20 de julio.

Desde entonces, el zurdo tiene marca de 6-0 con 2.03 de efectividad, números que se asemejan a lo que los dirigidos por John Gibbons esperaban cuando lo adquirieron a los Miami Marlins.

Sin embargo, los Angelinos nunca le han sentado bien, ya que en su carrera tiene dos triunfos y siete derrotas ante estos en 21 partidos, con un pobre ERA de 4.57. Su última victoria ante los rojiblancos fue en 2008.