LOS ÁNGELES -- Es posible que Pau Gasol no vuelva a pisar el STAPLES Center como jugador de Los Angeles Lakers, pero desde la organización no hubo despedida.
El delantero español estuvo sentado en la banca, vestido de civil, y recibió la ovación del público cuando fue mostrado en la pantalla gigante del estadio sobre el final del tercer cuarto.
Sin embargo, lo que faltaron fueron las voces de los protagonistas.
Con Kobe Bryant nuevamente ausente, no fue Gasol sino Nick Young el que hizo el tradicional saludo del plantel hacia el público por el apoyo durante la temporada.
Tampoco hubo homenajes ni nada de esa índole, algo que indica que el capítulo del catalán no está aún cerrado, o que nuevamente Jim Buss y sus secuaces volvieron a dar un paso en falso.
Al final del partido, el delantero se quedó alrededor de 20 minutos firmando autógrafos y tomándose fotos con todos los hinchas que pudo.
Primero lo hizo con los que estaban en la cercanía del banco de los Lakers, y luego se dirigió al túnel más cercano, en donde estampó su nombre hasta en el último suvenir que le alcanzaron.
"¡No te vayas Pau!", le gritaron desde las gradas a medida que se dirigía hacia la oscuridad del camino que da hacia el vestuario.
"¡Me tengo que ir!", respondió el español una vez que no quedó nadie más por complacer, incluso tomándose un par de fotos con gente que lo esperaba pacientemente.
Y se fue, internándose en el camerino para alistar sus cosas.
Gasol viajará con el equipo para los partidos ante Utah Jazz y San Antonio Spurs. Ese es el tipo de persona que es, algo que emula la tremenda calidad que viene demostrando sobre la cancha desde el día que llegó a la NBA.
Por contrapartida, los Lakers ni siquiera le hicieron hablar con el público, robándole quizás la última chance de recibir un homenaje de campeón e ídolo, status que aunque muchos quieran discutir se ganó hace tiempo.
Esto no pasó desapercibido para su hermano Marc.
"Se quedaron cortos", disparó. "Es mi opinión de hermano menor".
Una nueva bofetada a un jugador que lo dio todo. Por si los Lakers no podían caer más bajo esta temporada, la organización se encargó de demostrar que bajo este nuevo mandato, todo es posible.