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LeBron y Duncan: Duelo de legados

SAN ANTONIO -- Aquellas Finales de 2007 supusieron mucho más que el primer enfrentamiento entre Tim Duncan y LeBron James en su lucha por el anillo. La serie entre Cleveland Cavaliers y San Antonio Spurs significó el bautizo de un príncipe que ya se ha convertido en monarca sin olvidar que para reinar en la NBA hace falta tropezar y ser capaz de levantarse.

Si un futuro miembro del Salón de la Fama bendice el porvenir de un potencial campeón - como hizo el ala-pívot de los Spurs con su rival - el éxito está asegurado. Simplemente porque una estrella no alaba a su emergente contrincante gratuitamente.

"Pronto la liga será tuya" fueron las palabras que Duncan utilizó para consolar a su adversario tras llevarse el anillo en 2007. Siete años después, aquel prefacio dirigido al James más novelesco en las entrañas de la desolación han acabado por apuntalar la realidad que una vez le mantuvo con la cabeza gacha. Cuánto han cambiado las cosas y qué alta tiene la barbilla James a partir de aquel episodio.

Ambos se verán las caras de nuevo. Será la tercera vez que lo hagan en unas Finales de la NBA y la segunda consecutiva después de que LeBron le devolviera la bofetada a Duncan el año pasado - también le brindó un abrazo compasivo con lo sucedido en 2007 en la memoria. Y ahí termina este idilio de superación y rivalidad, este amor vestido de odio competitivo donde se parte de cero y sólo cabe la victoria. Así es este romance traicionero del mejor dúo rival en muchos años, capaz de superar a Magic Johnson y Larry Bird, o este último con Kareem Abdul-Jabbar, Julius Erving (Dr. J) o el propio Michael Jordan con Byron Russell o Isiah Thomas.

DUELO DE LEGADOS

El legado al que se enfrentan en estas Finales de 2014 es inmejorable. Duncan busca ser el segundo jugador en ganar títulos en tres décadas diferentes y pretende alcanzar su quinto anillo en 17 años de carrera formando parte del mismo equipo, mientras que LeBron desea ser el quinto jugador en la historia en alcanzar su tercer anillo al hilo después de haberse convertido en el primer profesional desde Bird en alcanzar cuatro Finales consecutivas.

Entre Duncan y James acumulan 11 premios al Jugador Más Valioso: dos JMV en las Finales de 2012 y 2013, y cuatro de temporada 2009, 2010, 2012 y 2013 para LeBron y tres en Finales (1999, 2003 y 2005) y dos en regular (2002 y 2003) para Duncan. El de Miami cuenta con dos campeonatos de la NBA, mientras que el veterano de los Spurs tiene cuatro en su haber.

Los años no han pasado en balde para el ala-pívot de los Spurs. Si hay una medición fidedigna entre la vorágine de estadísticas que colman la NBA, esa es la 'win shares' o partición de victorias. Se trata de un estimado del número de victorias en las que un jugador contribuye en cuanto a su defensa y ofensiva que se basa no sólo en puntos, rebotes y asistencias, sino en otros aspectos del juego como efectividad, pérdidas, ventaja de oportunidades etc. Según ESPN Stats and Info, Duncan ocupa la segunda posición de la historia en este sentido con una media de 35.6, tan solo cuatro puntos por detrás de Jordan. James se encuentra en la cuarta plaza con 33.1.

Sin concentramos la comparación en los números básicos, veremos que Duncan acumula en su carrera 19.9 puntos (50.6 por ciento de efectividad), 11.1 rebotes y 3.1 asistencias, mientras que James alcanza 27.5 puntos (49.7 por ciento de efectividad y 56 por ciento en las dos últimas campañas), 7.2 rebotes, 6.9 asistencias

¿QUIÉN TIENE MÁS QUE PERDER?

Aunque se niegue a poner una fecha límite, la carrera de Duncan está muy próxima a llegar al final. Muchos pensaron que tras el varapalo en las Finales del año pasado, el veterano ala-pívot ya no tendría una nueva oportunidad de alcanzar la gloria por quinta vez en 17 años. Nada de eso. La historia ha querido darle una nueva oportunidad a él y a sus compañeros, Tony Parker y Manu Ginóbili, cuyas carreras también están dando sus últimos coletazos con Gregg Popovich como el gran artífice de la extensión de su básquetbol, quien, por cierto, persigue su quinto campeonato y formar parte del elenco formado por Phil Jackson, Red Auerbach, John Kindla y Pat Riley.

Duncan lleva años siendo uno de los jugadores más sólidos en su posición y con la consecución del campeonato en 2007 su leyenda ya quedó grabada en los anales del deporte. Conseguir el anillo en esta ocasión sería la guinda perfecta a una carrera que le colocará como uno de los miembros del Salón de la Fama. Para LeBron, en cambio, la dimensión es distinta.

Con 29 años de edad, el versátil jugador del Heat se encuentra en su mejor momento y busca estar entre los más destacados del básquetbol. Nunca ha escondido su obsesión por ser el quinto rostro del Monte Rushmore, el quinto perfil tallado en roca maciza para estar junto a Michael Jordan (6-0) en Finales, Larry Bird (3-2), Magic Johnson (5-4) y Oscar Robertson (1-0). Caer en la final frenaría su ascensión, eso sí, con tiempo para seguir brillando, pero consciente de que no es fácil llegar a unas Finales ya que cada una que juega podría ser la última por varios factores.

LeBron y Duncan son dos de los culpables de que este duelo de titanes alcance una dimensión estratosférica. Gracias a ellos, estos años de básquetbol moderno serán recordados como una de las etapas más interesantes del juego. Mientras tanto, la memoria colectiva siempre guardará el bautizo del jugador consolidado que es Duncan, y el aprendiz de estrella bendecido hace siete años y confirmado desde entonces.