SALVADOR DE BAHÍA, Brasil -- España no duerme hoy de la preocupación de ver a su selección ser humillada por una Holanda que jugó de manera excepcional.
El baile que se llevó ha calado hondo en la afición y la prensa que sigue a la selección en su camino por Brasil. Esta noche los muchachos de Vicente del Bosque regresan a Curitiba, su cuartel general, para intentar sanar las heridas, reagruparse y buscar la victoria ante Chile el próximo miércoles.
Los jugadores no duermen esta noche y mucho menos todos los medios que le siguen. Las caras largas de terror se veían en la zona mixta y en la sala de prensa del estadio.
Pegó hondo en el orgullo español, que no se esperaban una derrota y mucho menos por goleada. Lo que se esperaba que fuera un viaje tranquilo, seguido de un día de descanso, ahora será una noche de pesadillas seguida de un sábado de reflexión y regaño para todo el mundo, iniciando por su capitán Iker Casillas, quien salió en la peor noche de muchos años en su carrera profesional.
Ahora se verá si hay corazón de campeón o simplemente será el fin de una era. Una era que comenzó su debacle con la caída del Barcelona en la temporada que terminó. Una era que dio todo a España (dos títulos de la Euro, la Copa Mundial e infinidad de alegrías a su afición).
"Es hora de callar", dijo Casillas al final del partido. Sí, es hora de callar y trabajar a marchas forzadas. Es hora de trabajar el doble y no tener sólo una práctica al día. Es hora de redoblar esfuerzos para salir del bache que ellos mismos cayeron.
Y será hora de que demuestren de qué está formada esta España que Vicente del Bosque nombró madura mas no veterana.