La actuación que tuvo Marco Antonio Rodríguez en el partido de Italia contra Uruguay se queda un poco corta a su nivel. No fue completa. Vimos dos caras del mexicano, una en el primer tiempo y otra en la parte complementaria.
En la primera mitad existieron muchas faltas y no pudo controlar tanta infracción y en los siguientes 45', "Chiquimarco" se metió en situaciones antirreglamentarias.
Marco dejó exagerar las protestas y en el caso de los uruguayos lo manotearon. Creo que le hizo falta más autoridad. No vimos al mismo Marco Rodríguez que le gusta imponer su autoridad en la liga mexicana... creo que le faltó carácter y lo que vimos fue a un árbitro que se dejó gritar mucho dentro de la cancha.
Amonesta bien a Balotelli, pero se queda corto con Luis Suárez en el primer tiempo. En la segunda mitad no pudo, porque en lugar de crecer con la expulsión de Claudio Marchisio, me parece que baja su nivel y empieza a ver fricción.
Dejó sin amonestar al portero italiano Gianluigi Buffon, quien fue a gritarle hasta tres cuartos de cancha... eso no lo tenía que haber tolerado. Pero su mayor error fue en la riña Suárez-Chiellini, pues ambos tenían que haber sido expulsados. Giorgio le pone un codazo al uruguayo y éste responde con una mordida. Por suerte sus decisiones no repercuten en el resultado del encuentro.
Hay que señalar que la mordida de Luis Suárez se puede sancionar. La FIFA puede tomar cartas sin necesidad de que Italia o el próximo rival metan la queja.
Me parece que la falta de Leonardo Bonucci sobre Edinson Cavani en la primera mitad es un penal muy claro y no lo sanciona. El italiano no sólo jala, sino que igual abraza al sudamericano y lo traba con la pierna. Es un penal claro que no quiso sancionar.
La calificación que le puedo poner a Marco es un siete. No tuvo un arbitraje como el del primer encuentro que dirigió en Brasil. "Chiquimarco" tenía todo para demostrar el porqué es el mejor de México y el de Concacaf, pero se quedó corto, una lástima.