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Lucas Biglia, previo a la final: "A 90 minutos de ser inmortales"

BELO HORIZONTE -- El mediocampista Lucas Biglia graficó el sábado que
los jugadores del seleccionado argentino están "a 90 minutos de ser
inmortales" en caso de ganar el domingo la final de Brasil 2014 ante
Alemania en el Maracaná y conseguir la tercera estrella para el
fútbol nacional.

El futbolista de Lazio de Italia expresó su deseo de "llegar
a la gloria" con la conquista de la Copa del Mundo y, para ello, no
se ruborizó en reconocer la conveniencia de "ser amarrete" en el
planteo del partido decisivo.

"Estamos contentos y orgullosos por lo que nos toca jugar,
queremos llegar a la gloria y llevarnos lo que tanto soñamos.
Estamos a 90 minutos de ser inmortales futbolísticamente", declaró
en una nota exclusiva con Télam en el predio Cidade do Galo, que el
equipo abandonó definitivamente el sábado para instalarse en Río de
Janeiro.

Biglia, de 28 años, con 26 encuentros jugados en el
seleccionado mayor, prometió "dar más del ciento por ciento" de
esfuerzo para enfrentar a los alemanes, motivados por "el hecho de
jugar una final del mundo", que además presentará "un marco
espectacular" por el arribo de 100 mil argentinos a la ciudad.

"Pienso en el Himno Nacional y ya se me pone la piel de
gallina. Sabemos la locura que tiene la gente con el Mundial, todos
tenemos redes sociales y lo percibimos. Nos vamos a matar para
conseguir el título y darle una alegría a los argentinos", se
comprometió.

El bonaerense, oriundo de Mercedes, apuntó que los jugadores
vieron "dos videos muy emotivos" después de la clasificación
lograda ante Holanda por penales, que tendrán "muy presentes al
momento de salir a la cancha en el Maracaná".

"Uno repasaba todo el camino en el Mundial, con comentarios
nuestros, y otro mostraba a distintas familias viviendo los
partidos, olvidándose de los problemas o las necesidades para
apoyarnos a nosotros. No llegaron mucho los dos", comentó.

En la previa de la final del domingo a las 16, Biglia admitió
que en el plantel argentino impera una combinación de "alegría,
presión y ansiedad".

"Alegría porque no se juega una final del mundo todos los
fines de semana; presión porque defendemos una selección con mucha
historia, y ansiedad porque queremos que llegue el partido ya",
detalló.

Consultado por el triunfalismo alemán y el favoritismo que
adjudica el medio futbolístico internacional al equipo europeo,
Biglia pidió "no darle interés" a lo que se hable antes del juego.

"No pensamos en lo que hagan en Alemania, tampoco en lo que
digan los brasileños o distintas figuras del fútbol. Todos eso los
cargará de presión a ellos. La realidad se va a ver en el
Maracaná", relativizó al enterarse de que en el país germano ya se
fabrican camisetas con una cuarta estrella.

"Se podrán decir un montón de cosas pero el partido va a
depender de cómo nos levantemos ese día. Trataremos de hacer pesar
nuestras virtudes", consideró.

En relación al planteo, Biglia imaginó uno "similar al de
Holanda" en semifinales, "cerrando líneas hacia atrás y espacios a
los jugadores que, con lugar, marcan una diferencia".

"Hay que ser amarretes, a veces en un Mundial es necesario.
No vamos a regalar nada y menos en el último partido. No me quiero
ir con una goleada en contra y decir que le salimos a jugar a
Alemania de igual a igual. No sirve de nada porque después quedás
en la historia como el equipo que perdió", asumió.

"Alemania tiene gente que juega muy bien delante de la
defensa rival. Maneja muy bien la pelota y es desequilibrante. La
clave va a pasar por no dejarlos jugar cerca de nuestro arco y
también por lo que podamos hacer nosotros ofensivamente", concluyó.