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Mariano, después de los salvados

Después de una carrera de 19 años y 652 rescates, Mariano Rivera se embarca en una nueva aventura que también tiene que ver con salvados Mike Stobe/Getty Images

NUEVA YORK -- Mariano Rivera duró la mayor parte de 19 años en las Grandes Ligas sellando victorias para los Yankees de Nueva York. Un año tras su retiro, el panameño lucha incansablemente para mejorar las vidas de personas necesitadas.

El mejor cerrador en la historia de las mayores, que se despidió del béisbol en el 2013 con 652 juegos salvados, fue honrado por los dueños de los restaurantes de McDonald's en el área tri-estatal de Nueva York el lunes durante una ceremonia especial que forma parte del programa "Celebrando Nuestras Leyendas", que se identifica con los símbolos de origen hispano como parte de la celebración del Mes de la Herencia Hispana.

El 13 veces participante del Juego de Estrellas recibió una donación de $10,000 para la iglesia Refugio de Esperanza, la cual Rivera compró por la impresionante cifra de $1 en cambio de renovar la iglesia de 107 años que se encuentra en la ciudad de New Rochelle, Nueva York al norte del Bronx.

"Es un privilegio que te reconozcan por lo que tú haces porque no es para nosotros, es para la comunidad", afirmó Rivera a ESPNDeportes.com. "Darle a la comunidad e invertirlo en la comunidad y tratar de hacer la comunidad mejor porque es nuestro trabajo, es nuestro deseo".

Sus días de haber ganado cinco Series Mundiales con los Bombarderos del Bronx ya están en el pasado. Ahora, el panameño trabaja ardientemente desarrollando programas económicos, educacionales, sociales y de salud para la comunidad que incluye la de New Rochelle, donde vive.

En esta nueva fase de su vida, el futuro miembro del Salón de la Fama ahora se destaca como una especie de abridor, preparador y cerrador fuera del montículo para la Fundación Mariano Rivera y su iglesia.

"Esta nueva etapa para mí es algo especial. Significa aun mucho más porque en el béisbol estábamos jugando para una organización y ganar campeonatos. Ahora lo que estamos haciendo es tratando de ganar almas para Dios y cambiar las vidas para muchas personas", recalcó.

"Es lo que estamos tratando de hacer. Estoy enfocado cien por ciento en eso y pues esperemos y confiamos en Dios que suceda porque es lo que vale la pena y es lo que queda para siempre. Así que estamos tratando de hacerlo y pidiéndole la fuerza a Dios que nos mantenga saludable y listo para hacerlo".

Mientras que algunos peloteros se integran dentro de las tanta ramas que existen en la Grandes Ligas tras sus retiros o eligen quedarse fuera del foco del público, Rivera no quiso vivir en el anonimato.

El legado que Rivera cultivó a través de los 19 años con los Yankees lo empuja cada día más hacia aquellas familias que de verdad requieren la asistencia que ofrece la iglesia Refugio de Esperanza y la fundación a pesar de que reconoce que no es posible ayudar a todo el mundo.

"Lo hago porque Dios me bendigo de una manera especial. Me sacó de donde estaba. Salí de Puerto Caimito, Panamá y me trajo aquí para hacer un trabajo, no que no vaya a regresar a mi patria porque yo amo a mi patria y especialmente a mi gente en Puerto Caimito que me vio nacer y crecer", señaló.

"Pero tenemos un trabajo aquí (por) completar. Ojala y Dios quiera que de una vez que lo hagamos nos movamos adonde Dios quiera movernos y ojala sea a Panamá. Y va a ser lo mismo, llevarlo como lo estamos haciendo. Llevar lo mismo para nuestro país también y hacer lo mejor para ellos también".