MINEÁPOLIS -- Durante más de dos décadas, Paul Molitor se labró su camino hacia el Salón de la Fama, al disputar verdaderas batallas de voluntad y estrategia en cada turno al bate que tuvo en su carrera.
Su competitividad e intuición constituyeron cualidades inusitadas que le ayudaron a ascender por todo el sistema de ligas menores en sólo un año. Acumuló más de 3.300 hits y siguió productivo mucho tiempo después de cumplir 40 años.
Ahora que ha asumido como manager de los Mellizos de Minnesota, uno de los principales desafíos de Molitor será encontrar la forma de transmitir al equipo de su ciudad natal los talentos y la actitud que le permitieron convertirse en uno de los mejores bateadores de la historia.
Tendrá que compartir esos conocimientos con una nueva generación de peloteros, la mayoría de los cuales difícilmente se aproximará a los logros que tuvo el ahora piloto.
"Solemos escuchar eso de algunos managers: que fueron jugadores algo exitosos y que no tienen la paciencia de tratar con peloteros que al parecer no entienden las instrucciones", dijo Molitor el martes, durante la conferencia de prensa en que se le presentó. "Se dice, 'los jugadores no pueden hacer lo que yo hacía, no lo pueden hacer igual'. Después de 16 años, tengo una perspectiva y una percepción mejor para esto. Todavía sé que eso es lo más difícil en este deporte".
Molitor se retiró en 1998 y ha pasado algún tiempo como instructor en el sistema de ligas menores de los Mellizos. Durante un año fue coach de bateo de los Marineros de Seattle. El año pasado laboró como asistente del personal del piloto Ron Gardenhire con Minnesota.
Gardenhire fue destituido hace cinco semanas.
De acuerdo con la firma STATS, Molitor es el 63er miembro del Salón de la Fama que asume como piloto de un club. Treinta y cuatro de esos inmortales finalizaron su carrera como managers con una foja perdedora, incluidos Ed Walsh y Honus Wagner, que dirigieron ocho juegos en forma combinada.
La decisión de ocupar el puesto de piloto con alguien entronizado en Cooperstown se está volviendo cada vez más extraña. Molitor es apenas el cuarto integrante del Salón de la Fama que obtiene un cargo de manager en los últimos 25 años, uniéndose a Tony Pérez (con marca de .468), Frank Robinson (.475) y Ryne Sandberg (.456).
"Nunca olvidaré que este juego es muy, muy difícil", dijo Molitor. "Y no espero que los peloteros hagan las cosas exactamente como yo las hacía. Nuestros coaches no harán lo mismo. Vamos a tratar de que estos chicos mejoren. ¿Me sentiría frustrado si ellos no entienden algo? Hay que explicárselos de nuevo, ayudarles, apoyarlos, alentarlos, insistir".
Molitor reemplaza a Gardenhire, una figura apreciada por los Mellizos y quen se quedó sin empleo tras su cuarta campaña seguida con al menos 92 derrotas.
"Lo observé todo el año en el primer escalón del dugout", dijo el dueño de los Mellizos, Jim Pohlad, en referencia a Molitor. "Vi a Paul todo el año y realmente se mostraba activo y tenso por los juegos. Eso me pareció positivo. Cuando decidimos hacer un cambio, el nombre de Paul estuvo definitivamente en la parte principal de la lista".
Molitor es apenas el tercer manager de los Mellizos desde 1986.
"No tengo dudas de que éste es el lugar donde debía estar", comentó.
Señaló que se asume el puesto decidido a volver competitivo al equipo mucho más pronto de lo que otros esperan.
Los Mellizos entrevistaron a numerosos candidatos en las semanas que pasaron desde que Gardenhire fue despedido. Al final eligieron al originario de Saint Paul sobre otros aspirantes, entre quienes estuvieron el coach de banca de Boston, Torey Lovullo, y el piloto de ligas menores Doug Mientkiewicz.
"Vengo a ganar", aseguró Molitor. "Pienso que es muy importante aclarar eso desde el comienzo".
Molitor jamás ha sido manager en ningún nivel. Toma el puesto sabiendo que los mismos instintos que le permitieron ser un gran jugador tendrán que seguir presentes para que tenga éxito esta vez.