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Giovani y Vela, una década de futbol y amistad

Mexsport

MÉXICO -- La primera vez que Giovani dos Santos y Carlos Vela unieron sus caminos, fue en 2005, cuando ambos tenían 15 años, en México. Ambos eran parte de un equipo desconocido de Jesús Ramírez, que tendría que jugar en Culiacán para ganarse su lugar en el Mundial Sub 17 que se celebraría en Perú en unos meses.

Llegaban a aquella concentración de forma muy distinta; Vela llevaba semanas entrenando con Jesús Ramírez, era uno de los jugadores que había visto durante años, de los que descubrió. Previo al Premundial, Carlos y un grupo de más de 25 jugadores (incluidos el Chicharito, quien al final no se quedó en el equipo), que estuvieron concentrados en Aguascalientes para preparar el torneo. La prioridad de este grupo era el torneo que se celebraría en Perú.

Giovani por su parte llegó horas antes de arrancar el evento. Al pertenecer al Barcelona, el equipo no tenía por qué cederlo antes del arranque del torneo. Por esto, poco pudo entrenar con el resto del Tri. Debido a esto, en el primer partido del Premundial, Chucho Ramírez decidió dejarlo en la banca, cediendo su puesto a Vela.

Desde antes de aquella situación ya se presentía que existiría una lucha por el puesto de centro delantero del Tri entre el jugador de Chivas y el Barcelona. Todo apuntaba a que entre Vela y Giovani nacería una rivalidad deportiva, por la lucha de un lugar en el 11 de México, no sólo en categorías inferiores, sino posiblemente en selecciones menores. Esta premisa tenía fundamentos: ambos eran atacantes, zurdo, que jugaban de espalda a la portería. Pero existía un temor aún mayor: ¿esta rivalidad superaría lo deportivo y se volvería un tema personal?

La respuesta a este temor fue un rotundo NO. Desde el primer momento en que llegó Giovani con el Tri, se dio una gran conexión con Carlos: eran compañeros de cuarto, el ser de un perfil similar los hizo darse consejos y unirlos en lugar de dividirlos, y además Dos Santos se volvió el confidente y guía de Vela en el tema europeo. Gran parte de las tardes que pasaron juntos en su niñez-juventud la dedicaron a platicar sobre la vida en Europa, un anhelo que siempre tuvo el 'Bombardero'.

El Premundial se ganó sin problemas, pero con Giovani viniendo desde la banca gran parte de los juegos. Con su entrada se marcaba diferencia, y la presión para Vela aumentaba. Ya en Perú, Jesús Ramírez encontró también una solución para tenerlos a los dos en el campo: colocar a Dos Santos por detrás de Vela, cargado a su derecha. Pese a no ser su perfil natural, Gio hizo un trabajo excepcional por ese sector. Resultado de este ajuste: un título mundial y una amistad fortalecida.

Pero el momento que más unió a Vela y Gio fue cuando Carlos partió a Europa. Por cuestiones personales, los padres de Vela no pudieron acompañarlo en todo su viaje, y la familia Dos Santos se volvió en un respaldo para él, a sus 16 años. Por esto, un tercer elemento se fue 'colando' en esta relación: Jonathan.

Esta amistad, con sus altas y sus bajas, ha sido de las más fuertes que me ha tocado ver entre futbolistas, pese a tener personalidades sumamente distintas.