BOGOTA -- América de Cali, luego de un prolongado y complicado proceso, salió de la "Lista Clinton" en abril de 2013 pero ha fallado reiteradamente en el intento de abandonar la segunda división del fútbol colombiano a la que cayó en diciembre de 2011.
El popular conjunto rojo ingresó en junio de 1999 a la "Lista Clinton", nombre de una "lista negra" en Estados Unidos de compañías y personas relacionadas con dinero proveniente del narcotráfico.
El club con 88 años de historia, 13 títulos en la liga local y en cuatro ocasiones finalista de la Copa Libertadores, fue controlado en su época de gloria por los confesos narcotraficantes Miguel y Gilberto Rodríguez, quienes purgan largas penas en cárceles de Estados Unidos.
América descendió cuando perdió ante Patriotas de Tunja en la final de la llamada promoción, y luego desperdició tres oportunidades de volver a la primera división en 2012 con Eduardo Lara, ex técnico de las selecciones juveniles y nacional de Colombia.
Luego de la temporada regular, la liga profesional Dimayor programó dos cuadrangulares con equipos que han descendido y América era el favorito para dejar en el camino a Unión Magdalena de Santa Marta, Tuluá y Deportivo Pereira, sus oponentes en el Grupo B, pero sufrió otro traspié.
La derrota 1-0 contra el conjunto de Santa Marta y la victoria 3-1 de Tuluá ante Pereira lo dejaron sin posibilidades el domingo.
Unión y Tuluá buscarán el regreso a primera el miércoles mientras Cúcuta Deportivo y Deportes Quindío de Armenia, diputan la final del Grupo A el martes. La liga colombiana tendrá 20 equipos esta temporada.
La situación económica del América es caótica en medio de malos resultados y su presidente Oreste Sangiovanni anunció que dimitirá.
Sangiovanni encabezó con los abogados la acción para salir de la Lista Clinton y llegó a un acuerdo con los acreedores, pero la parte futbolística falló estruendosamente.
La situación la complica la imposibilidad de jugar en el estadio Pascual Guerrero de Cali, su casa, en el primer semestre. El escenario será refaccionado para el Mundial de Atletismo Juvenil.
La opción de presentarse en una población vecina a Cali se descartó, ya que no se facilitan los estadios ante el riesgo de acciones violentas de las barras.