MILAN -- "Para volver a ver al Milan de otros tiempos hace falta tiempo", afirmó el técnico Filippo Inzaghi, confirmado en el cargo pese a la eliminación en cuartos de final de Copa Italia con derrota de local frente a Lazio por 1-0.
Inzaghi, que fue respaldado por el presidente del club "rojinegro", Silvio Berlusconi, apenas decretada la eliminación, pidió tiempo y paciencia y afirmó: "Si no me echan, me quedo a vivir aquí".
El aún entrenador del Milan hizo una comparación poco feliz con su colega escocés Alex Ferguson, al recordar que el decano y laureado ex técnico de Manchester United "logró el primer título después de siete años en el cargo".
Más modesto, Inzaghi reconoció que su Milan "necesita mejorar, pero para eso hace falta tiempo" y sobre el partido afirmó que lamentaba "perder un partido que no merecíamos perder". "Hoy dimos todo y es una pena que nos vayamos de la Copa de este modo", completó Inzaghi, que dijo "no buscar excusas", pero aseguró que "para volver a ser un equipo serio se necesita tiempo y trabajo".
"Por suerte, tenemos un presidente que me aprecia, un club que me respalda y una hinchada que nos apoya", agregó el técnico de Milan, que jugó ante escaso público aunque hubo tiempo para reproches de aquellos que sí estuvieron en San Siro.
"Andate Galliani", rezaban algunas banderas exhibidas por los hinchas en las tribunas del estadio Giuseppe Meazza, en clara desaprobación a la política de Milan de no invertir en refuerzos de renombre porque las finanzas no se lo permiten.
La cara opuesta era la de su colega Stefano Pioli, técnico de una Lazio que en silencio se instaló en semifinales de la Copa Italia y se mantiene expectante en el campeonato en la lucha por un puesto que la clasifique a la próxima Liga de Campeones. "Los muchachos hicieron un gran trabajo. Querían seguir adelante en este torneo y hoy lo demostraron. Hicimos un gran primer tiempo, pero la expulsión (del albanés Lorik Cana a los 45') nos condicionó en el complemento", destacó.
"Hoy dimos una prueba de coraje y sacrificio", completó Pioli, que contó con el aporte del argentino Lucas Biglia, brújula del equipo y autor del gol de penal que le dio la victoria y el pasaje a Lazio a la próxima ronda.