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El desafío es encontrar el equipo

BUENOS AIRES -- Ganó Boca. Un resultado lógico en el debut copero, teniendo en cuenta el humilde rival. El Vasco Arruabarrena se fue conforme por la victoria, pero sin dudas debe estar preocupado por el funcionamiento colectivo. El equipo no jugó bien contra Olimpo por el torneo local, y tampoco contra Palestino por la Copa Libertadores.

Las obligaciones de Boca en esta temporada son muchas. Y de cara a todo lo que se juega el club se reforzó con lo mejorcito del mercado local y, dentro de las posibilidades económicas del país, del exterior.

Sin embargo, el gran desafío del DT pasa por una cuestión clave: debe encontrar el equipo. Si, es obvio, dirá usted. Pero en este caso, encontrar el equipo puede ser una tarea ardua. Porque Boca tiene un plantel muy largo, de 34 jugadores, y parece no haber muchas diferencias entre los titulares y los suplentes, al menos en algunos puestos. Repasando: Orion, Cata Díaz y Gago aparecen como inamovibles. Lodeiro y Osvaldo, seguramente, irán entrando al equipo titular.

¿Y después? Hay nombres y variantes para todos los gustos. Eso es bueno, claro, siempre y cuando los resultados acompañen y el rendimiento vaya de menor a mayor. Si eso no ocurre, comenzarán a sucederse las variantes y las dudas pueden complicar la tarea del DT.

Contra Olimpo, el domingo, Fuenzalida jugó en lugar de Marin, Monzón por Colazo, Pérez por Melli, Cubas por Erbes, Martínez por Palacios, Calleri por Gigliotti y Carrizo por Chávez.

De todos estos jugadores: ¿cuál es titular y cuál suplente? Difícil decirlo, hasta para el propio Arruabarrena. Tanto contra Olimpo como contra Palestino, el equipo tuvo altibajos y sufrió más de la cuenta en defensa. En ambos casos, terminó inclinando la balanza a través de las individualidades. Da la sensación de que la titularidad se la irán ganando los futbolistas por el nivel que vayan mostrando en los entrenamientos y en los partidos. Es lo que siempre dice el DT y es lo que indica el sentido común. Sin dudas, con tantos nombres, el entrenador cuenta con dos equipos de primer nivel para pelear los dos frentes. El ideal sería armar un mix entre los que hoy son indiscutidos y los que todavía están por ganarse esa condición.

A favor del DT, y de sus dilemas a la hora de armar el 11 inicial, está la aparición del pibe Palacios. El delantero surgido de Boca, que tras pocos partidos en Primera pasó a préstamo por Unión y Arsenal, entró al plantel casi por la ventana, se destacó en el segundo superclásico contra River en el verano y ya es revelación en el mundo xeneize.

El tucumano viene de hacerle dos goles a Olimpo y de dar vuelta la historia en un momento caliente del partido; y también se estrenó en la red en el choque internacional contra los chilenos, para poner el 2 a 0 definitivo. En pocos partidos, ya tiene la mitad de los goles (cuatro) que el Burrito Martínez en casi dos años con la camiseta de Boca. No es poca cosa.

Un grupo de Copa Libertadores bastante accesible, y un arranque de torneo local donde tampoco tendrá, en las primeras fechas, rivales de gran exigencia, le darán al técnico la posibilidad de ir probando variantes y de buscar la mejor versión del equipo.

Si encuentra rápido la identidad Boca podrá sustentar en la cancha la chapa de candidato que siempre, a la hora de jugar cada competencia, le da la historia.