La última vez que Stephen Curry enfrentó a los Mavericks en Oakland, el estelar jugador montó un espectáculo que los aficionados de los Golden State Warriors recordarán y que los aficionados de Dallas querrán olvidar.
Ahora, Curry busca otra actuación memorable, cuando intente que los Warriors, el mejor equipo de la Conferencia Oeste, ganen su juego 24 de los últimos 25 disputados el viernes por la noche, de paso agenciándose su sexto triunfo en fila sobre los Dallas Mavericks.
Luego que su equipo perdiera por 22 puntos al inicio, Curry hilvanó su mayor racha anotadora en su carrera, acertando 10 de 16 en triples, para un triunfo 128-114 sobre Dallas el 4 de febrero.
El candidato a ser el Jugador Más Valioso anotó 26 puntos solamente en el tercer periodo, y metió 16 de 26 en tiros de campo, para finalizar con 51 unidades. Se quedó corto de sus máximas cifras, 11 triples y 54 puntos, que tuvo en el Madison Square Garden el 27 de febrero de 2013.
"Curry tuvo una de esas noches ultra-especiales", apuntó Rick Carlisle, coach de los Mavericks, luego de esa confrontación. "Nunca había visto a nadie en esta liga que metiera tiros desde esa distancia".
Carlisle preferiría no repetir esa historia en la Oracle Arena, donde los Warriors (47-12) tienen marca de 25-2, la mejor de la NBA para un equipo en casa.
Curry tuvo otro ataque al final del juego, en el triunfo del miércoles 102-93 sobre Milwaukee, que fue el primero de tres duelos en casa. Tras fallar ocho de sus primeros 10 intentos, metió tres triples en fila, para que Golden State tomara ventaja de 85-75 en el cuarto periodo.
El base estrella terminó con 19 puntos y 11 asistencias, en su juego número 60 de por vida con al menos cinco triples y cinco asistencias.
"Solía ver eso con Michael Jordan", apuntó Steve Kerr, head coach de Golden State. "En noches donde él fallaba 10 tiros en fila, donde todo mundo se confiaba, él de repente encontraba una confianza increíble. Es inquebrantable. Steph tiene ese toque".
Los Mavericks esperan evadir su cuarto descalabro al hilo en gira, por primera vez desde que perdieron seis al hilo en diciembre de 2012. Ellos también han perdido tres de los últimos cuatro en general, tras caer 94-75 frente a Portland el jueves, que fue el inicio de una gira de tres encuentros por la Costa Oeste.
"Vamos a mantenernos unidos cuando las cosas no salgan bien", afirmó Carlisle. "Saldremos adelante de esto".