<
>

Brasil gana, Chile convence

BUENOS AIRES -- La información pura y dura sobre el partido de este domingo en el Emirates Stadium de Londres señala que Chile cayó (1-0) frente a Brasil con un gol de Roberto Firmino, mediocentro ofensivo del Hoffenheim alemán, a los 71 minutos, tras un pase de seda del cotizadísimo lateral derecho Danilo. No obstante, la lectura que ofrece el encuentro es más benigna con la roja trasandina.

El conjunto de Jorge Sampaoli acumuló una posesión del 62,4% frente al 37,6% que tuvieron los dirigidos por Carlos Caetano Bledorn Verri 'Dunga'. Controló el juego, manejó el ritmo, la temperatura del partido, y tomó la iniciativa frente a un equipo que no asume ningún tipo de riesgo. Antes de subirse al barco de cualquier conclusión basada en el resultado, es importante tomar como punto de partida el desprecio que este Brasil puede llegar a sentir por la pelota, aún teniendo extraordinarios jugadores en su plantel.

El comentario corriente que escuchará, estimado lector, apuntará a la paternidad que Brasil mantiene sobre Chile. "Chile mereció echar a Brasil del Mundial 2014 y sin embargo quedó fuera por penales". "Chile hizo todo para ganarle a Brasil en este amistoso previo a la Copa América, pero volvió a quedarse con las manos vacías". Cierto. Pero a no engañarse. El marcador ofrece una visión sesgada, que no se corresponde con el juego. La superioridad, por tanto, apenas se ve reflejada en la historia de los enfrentamientos entre ambos seleccionados.

Pero la estadística, como usted bien sabe, si bien ayuda, no lo explica todo en el fútbol. Como tampoco puede promover un debate sobre la idoneidad de Sampaoli por el solo hecho de que Chile haya sumado dos derrotas consecutivas por primera vez desde que en diciembre de 2012 el santafesino reemplazó a Claudio Borghi como conductor del seleccionado. Hablemos de este encuentro. Un Chile repleto de volantes, sin delantero de referencia, con un esquema táctico 3-6-1, diseñado para llegar tocando a la zona de fuego y percutir, remató en 2 ocasiones entre los tres palos del arco brasileño. En 4 oportunidades disparó fuera. Brasil, estructurado en un 4-4-2 dedicado a esperar pacientemente la aparición de algún espacio para usufructuarlo de contragolpe, disparó una sola vez entre los tres palos del arco chileno, y fue gol.

El dato le otorga un ciento por ciento de eficacia, más allá de las 6 veces en que remató desviado. Más. Atento, estimado lector, a las interpretaciones que puedan llegar a ofrecerle. ¿Por qué? Se publicita el partido disputado en la cancha del Arsenal, alrededor de la agresión infame de Gary Medel a Neymar Junior, con un pisotón que no venía cuento y que pudo poner en serio riesgo la salud del jugador del FC Barcelona. Neymar tiene toda la razón al cuestionar el proceder del jugador del Inter de Milán, quien luego incendió las redes sociales al escudar su acción canallesca en el lugar común de "los roces del fútbol". Sin embargo, urge hacer un pequeño esfuerzo para evitar que el árbol tape el bosque. 32 infracciones cometió Brasil para cortar el juego, por sobre 15 de Chile.

Entonces, ¿cuál es el equipo que buscó jugar? El único pecado cometido por Jorge Sampaoli fue dejar muy desasistido a Alexis Sánchez de tres cuartos de cancha hacia delante. La decisión del técnico casildense de alinear a seis volantes (Mauricio Isla, Charles Aránguiz, Arturo Vidal, Rodrigo Millar, Eugenio Mena y hasta Pedro Pablo Hernández en una función más relacionada con la actividad en la media punta que en el ataque), resulta loable en un contexto harto difícil para el entrenador argentino. Las bajas y algunos rendimientos individuales que distan de ser óptimos, condicionan la gestión del seleccionador. Pero Sampaoli debe revisar esa soledad táctica del crack 'gunner' porque a Chile le conviene que su jugador franquicia esté fresco para resolver, bien acompañado, situaciones favorables; no fundido a causa de sobreesfuerzos innecesarios.

En el apartado de las recuperaciones, el nutrido centro del campo chileno le ofreció a su técnico otra interesante performance. En 27 oportunidades ganó la posesión del balón, contra las 17 ocasiones en las que Brasil se hizo con el mismo. Para concluir, la previsión a futuro. Chile parece tener decidido su esquema de juego de cara a la Copa América. Puede aventurarse que el 3-5-2 va a ser el dibujo sobre plano de la roja trasandina en la máxima cita del fútbol sudamericano a nivel de selecciones. Con Eduardo Vargas como socio de Alexis Sánchez tras la segunda y definitiva negativa del argentino Mauro Zárate a aceptar la convocatoria de Sampaoli. Respecto a Brasil, Dunga también tiene listo su plan de juego. Lo basa en aguantar a pie firme en el centro del campo merced a un 4-4-2 fijo, y amurallar la defensa con un doble cinco agresivo, capacitado para disparar desde media distancia o habilitar pases interiores.

El entrenador pretende máxima precisión y velocidad cuando su equipo debe desdoblarse al contragolpe para tomar por sorpresa a sus adversarios. Las cartas están echadas. Dos de los grandes candidatos al título en la Copa América Chile 2015 ya se alistan para el asalto final.