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Para todos los gustos

BUENOS AIRES -- Terminó la fase de grupos de la Copa Libertadores, con balance positivo para los equipos argentinos. Boca, River, Racing y Estudiantes se metieron en octavos de final; San Lorenzo y Huracán, eternos rivales, miraran la próxima serie por TV.

Sin dudas, la gran sorpresa fue la eliminación del Ciclón, el último campeón, que no pudo salir adelante dentro de un grupo complicado, donde se enfrentó a San Pablo y a Corinthians; el Globo, por su parte, que viene de lograr el ascenso desde la B Nacional, no hizo un mal torneo, y se quedó afuera en la última jornada al caer goleado ante Mineros.

Boca fue el equipo sensación de la primera fase: dentro de un grupo fácil ganó todo lo que jugó, se convirtió en el más goleador (17 goles), en el menos vencido (dos en contra) y sacó chapa de candidato tanto por sus actuaciones como por la jerarquía de su plantel.

Sin embargo, la suerte le jugó una mala pasada y como premio a su gran rendimiento, en vez de tocarle un rival accesible, en octavos deberá jugar nada menos que contra River, el clásico rival.

Los Millonarios, al igual que los primos, también tuvieron un grupo fácil, pero sufrieron hasta la última fecha para definir el pasaje. Con sólo siete puntos quedaron últimos en la tabla general y ahora deberán jugar una verdadera final a todo o nada ante los Xeneizes.

Serán dos duelos apasionantes, donde poco pesará el momento de cada uno y la forma en que se clasificaron a octavos: la Copa empieza de nuevo a partir de ahora y lo pasado, pisado.

Boca llega con más presión: deberá defender su invicto y ratificar todo lo bueno que hizo en lo que va del semestre. Además, querrá tomarse revancha de la eliminación sufrida el año pasado en las semis de la Copa Sudamericana. Los de Gallardo tienen menos para perder, pero también saben que quedarse afuera contra Boca en octavos de final no será gratuito.

Racing había arrancado el torneo con paso demoledor, tras las goleadas contra Táchira y Guaraní, pero bajó el rendimiento a partir de la tercera fecha y le terminó poniendo un signo de interrogación a su futuro. De todos modos, el primer puesto en el Grupo 8 le permitirá jugar en octavos con un rival que en principio no debería complicarlo: Montevideo Wanderers.

Los uruguayos, con un plantel joven y sin grandes figuras, vienen de salir segundos en el grupo de los Xeneizes, donde ganaron los partidos que tenían que ganar. Perdieron en los dos cruces con Boca, pero marcaron diferencias contra Palestino y Zamora, los más débiles del grupo, y con justicia se metieron en octavos tras golear a los venezolanos en la última fecha.

Ahora se enfrentarán al último campeón argentino, que cuenta con una delantera letal como la que conforman Gustavo Bou (goleador de la Copa con siete goles) y Diego Milito (con cuatro), pero que viene de sufrir la baja de Carlos Discoteca Núñez, el atacante que estaba mostrando un gran nivel y que se presentaba como una buena alternativa antes de sufrir la rotura de ligamentos.

Estudiantes, en tanto, comenzará la fase de octavos con nuevo entrenador: Gabriel Milito se hizo cargo del equipo luego de la salida abrupta de Mauricio Pellegrino y debutó en la victoria por 2 a 0 ante Barcelona de Guayaquil, partido que le terminó dando la clasificación a los platenses.

El Pincha tiene un buen plantel y puede dar pelea si recupera la confianza. Enfrentará a Santa Fe de Bogotá, que se consagró campeón de Torneo Finalización 2014 en Colombia, y que arriba a esta instancia mostrando algunos altibajos, pero sacando a relucir personalidad en los momentos decisivos. Los Cardenales son dirigidos por el argentino Gustavo Costas, y tienen como gran figura a otro argentino: Omar Pérez, a quien alguna vez el Maestro Tabárez le dio la 10 para probarlo como el reemplazante de Juan Román Riquelme en Boca.

No hay dudas: Boca y River se llevarán todas las miradas; pero Racing y Estudiantes, con perfil más bajo, tienen argumentos para seguir adelante en la Copa.