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El tridente ofensivo del Barcelona ya superó el centenar de goles

BARCELONA -- Desde el 0-5 al Levante en la cuarta jornada y hasta este 6-0 al Getafe en la 34, el FC Barcelona ha sumado diez goleadas en la Liga que le han conducido hasta un total de 97 dianas en el campeonato liguero que alcanzan las 148 en todos los partidos oficiales, con una especial y brutal estadística de su tridente de oro, que con los dobletes de Messi y Suárez y la diana de Neymar superaron el centenar para alcanzar los 102 goles.

Cifras estratosféricas y que explican no solo el acierto en el fichaje de Suárez, cuyo acomplamiento ha acabado por ser fantástico, ni tampoco el crecimiento de Neymar, superlativo, sino, por encima de todo, el entendimiento que dentro y fuera del campo muestran las dos estrellas a las órdenes del mariscal Leo Messi. La pulga ya suma 49 dianas en otras tantas apariciones, el brasileño se va a los 32 goles en 43 partidos y el uruguayo, fuera del foco hasta octubre, totaliza 21 en 37 encuentros.

Los números del tridente, de la MSN, son simplemente para enmarcar, por cuanto ya son los mejores de la historia del club y muestran el acierto de Luis Enrique, más allá de consideraciones personales, en cederles todo el protagonismo en el terreno de juego.

El Barça vive entregado a sus delanteros a la hora de sentenciar pero ha convertido en una obra de arte sus partidos divididos en partes iguales. Porque de la misma manera que ha marcado 148 goles en 51 partidos, apenas le han anotado 31. De esos 31 goles, Bravo ha encajado 19 en 34 jornadas ligueras, manteniendo su portería a cero en nada menos que 20 encuentros, lo que le conduce a un record, también histórico, en la competición de la regularidad.

Entre los 2,90 goles a favor de media y los 0,61 en contra que acumula el equipo de Luis Enrique, la trascendencia del centro del campo, la verdadera sala de máquinas del Barcelona en los últimos años, ha perdido presencia. Pero, a la vez, ha sabido adaptarse a una nueva realidad que se demuestra infalible.

Busquets es tan intocable como secundario y por delante suyo ha acabado por tener más peso el acompañamiento de Rakitic o el desgaste de Iniesta (en una nueva faceta), que el mando de Xavi. Pero cuando el manchego se ha soltado o el capitán impuesto presencia, su papel se ha vuelto a adivinar tan solvente como imprescindible.

Porque en los últimos partidos se ha contemplado a un Barça tan vertiginoso y arrollador como firme en el toque y la imagen que desprende es la de una orquesta en la que todos los solistas están listos para tomar el papel preponderante en el momento justo.

En todo ello destaca la figura inigualable de Messi, quien da la sensación de haber recuperado una vieja figura: hubo un tiempo en que fue considerado la guinda del pastel... Y después de haber sido catapultado por obligación a ser principio y final de todo, hoy, vuelve a estar acompañado por un grupo excepcional. Su personaje trasciende, desde luego, y mantiene el papel de líder, pero da la sensación de haber vuelto a aquel pasado añorado en que no todo debe depender de él.

A golpe de goles, a golpe de fútbol, de control y mando, el Barça va restando fechas para un final de temporada que se adivina apasionante. Está en la autopista perfecta y a ocho partidos (si elimina al Bayern) de cerrar la temporada las sensaciones no podrían ser mejores en el Camp Nou.