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Marcos Maidana :"Puede ser una pelea aburrida"

BUENOS AIRES -- El vuelo de American Airlines a Dallas-Forth Worth está programado para las 20.20. Y el embarque cierra a las 19. Pero mientras el hall comienza a quedar sin los inminentes viajeros, arriban los del vuelo siguiente, que será a las 23. Y, a todo esto, ¿Dónde está Marcos René Maidana? Figura en la lista de pasajeros de Primera Clase para el vuelo, pero no aparece: faltan diez minutos para las siete de la tarde. "Igual hay tolerancia siempre", dice un empleado, quien luego formula la pregunta más repetida en estas últimas semanas: "¿Y? ¿Quién gana? Yo quiero que gane Pacquiao...", concluye antes de que podamos abrir la boca.

Parece que todos, o la mayoría, piensan igual: que gana Floyd, pero que estaría muy bueno que pudiera vencer Manny, el candidato sentimental de la mayoría, si se puede utilizar la palabra "sentimental" en boxeo.

De pronto aparecen las dos Maidanas: Mariana, su flamante esposa -se casaron el sábado 25 de abril en Calchaquí, Santa Fe, en una fiesta interminable y con muchos invitados-, y Emilia... Emilia es la hija de ambos, la misma que hace más de un año, tuvo en vilo a los aficionados, ¿recuerdan? "Hasta que no nazca mi hija, no viajo a los Estados Unidos, sigo entrenando en Santa Fe", aseguró Marcos Maidana. Y, finalmente, el 10 de marzo a la tarde, en el Instituto del Diagnóstico de Santa Fe, nació Emilia (3,245 kilos) y El Chino viajó rumbo a su concentración para la primera pelea con Floyd Mayweather que fue el sábado 3 de mayo...

¿Dónde está Marcos? Su esposa nos cuenta que salieron de Calchaquí -que está a 680 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires- a las diez de la mañana. Pasaron por Santa Fe para dejar en el colegio a Yoyo, el hijo mayor de Marcos. De ahí emprendieron el viaje a la ciudad de Buenos Aires. Todo hubiera salido mejor de no ser por un embotellamiento en la autopista. Y, para colmo, Maidana ahora está buscando lugar para estacionar su auto. Estarán afuera del país durante casi dos semanas. "Nos vamos a la pelea del sábado y luego iremos por una semana a Miami", dice Mariana, luego de comprarle un yogur a la nena: "Es inquieta como ella sola, veremos cómo se porta en el avión".

Luego, celular mediante, habla con su flamante esposo: "El problema es que no encuentra un lugar bajo techo, Ya viene..." No traen equipaje para despachar. Solamente una brevísima valija de mano cada uno. Solamente queda esperar que Marcos encuentre un lugar para ubicar el auto y listo. Así de fácil, sólo que el reloj digital marca ahora las 19.15. Sí, hay tiempo... Finalmente arriba Maidana. Con sus anteojitos, el reloj de oro, la camisa moderna, la cadena al cuello y... algunos kilos demás. Unos cuantos. No pierde la sonrisa. Ni la tranquilidad, como si no estuviera por perder un avión. Tranquilo. Las estrellas no pierden aviones. Hay tiempo. Así que hace el trámite de embarque sin apuros -son prácticamente los últimos... Y luego... la charla atravesando pasillos, sin poder evitar la foto para el recuerdo de algunos admiradores.

-¿Floyd o Manny?

-Yo creo que va a ganar Mayweather, y me parece que va a ser una pelea aburrida... Mayweather se equivocó conmigo en la primera y aceptó la pelea franca, pero después agarró la bicicleta. En la segunda fue peor. No se plantó nunca. Y con Manny va a hacer lo mismo.

-¿Se le puede arrimar Pacquiao a la pelea corta?

-Yo pude en la primera, sobre todo en los primeros rounds, pero después... se escapa mucho... Y con Manny va a hacer lo mismo, a Floyd no le gusta arriesgar... Se escapa mucho... Por eso creo que puede llegar a ser una pelea muy aburrida...

-¿Y mientras tanto...?

-Mientras tanto... ¿Qué? -pregunta con una sonrisa, mientras su esposa y la nena van adelante y él un poco más atrás, haciendo rodar las valijitas. Lo ayudamos en la escalera mecánica.

-Mientras tanto, saber qué vas a hacer de tu vida de boxeador...

-Ah, claro -dice con sonrisa pícara-. Claro, esa era la pregunta... Claro -y se vuelve a sonreír, con más ironía que picardía, si se puede distinguir una de otra en una sonrisa-. Yo... ahora voy a esta pelea porque me invitaron. Ya viajaron mi apoderado, Sebastián Contursi y mi amigo Hugo Basilotta y luego vendrá mi primo Pileta. Voy porque me invitaron y, de paso, me quedo en Miami con mi señora y la nena... Estoy de Luna de Miel, estoy recién casado, no tengo ganas de pensar en el boxeo...

-Pero en un tweet lo desafiaste a Danny García...

-Sí, son cosas que a veces se escriben, pero hoy estoy de Luna de Miel.

-¿Lo viste a Lucas Matthysse frente a Ruslan Provodnikov?

-Si...Lucas se cayó un poco al final, como en otras peleas, pero este ruso es una cosa tremenda, un peleador increíble, se aguantó todo. Ganó bien Lucas, ganó, pero le costó: el ruso es de hierro.

-No te veo con ganas de hablar de boxeo...

-¿La verdad? No, por ahora al menos, no, estoy recién casado, quiero disfrutar de mi mujer y de mi hija y no pensar en los guantes. Tener en cuenta que este sábado, hace apenas un par de días, hicimos la fiesta en Calchaquí... que estoy viviendo un momento personal muy importante. Me cuesta muchísimo pensar en el boxeo cuando termino de casarme, cuando me voy a Las Vegas a pasear y no a concentrar...

-Se dijo que podrías pelear en septiembre.

-¿En septiembre? Bueno, habrá que ver, ¿No? Y ahora pido disculpas, pero me tengo que ir a embarcar. Y con una sonrisa que ya no era ni irónica, ni pícara, sino enigmática, se fue a hacer migraciones, tras el breve y cálido abrazo de siempre y el agradecimiento: "Ustedes son casi los únicos que siempre están. Hasta en Ezeiza".

Y cuando volvimos a mencionar septiembre, con una sonrisa, aclaró de nuevo, como si hiciera falta: "Tengo que embarcar..." Y se fue, dejando la imagen de un hombre que, con su esposa y su hija, solamente tiene ganas de disfrutar del momento y a fondo, en familia.