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Óliver Pérez vive a plenitud el beisbol

A sus 33 años de edad, el lanzador sinaloense Óliver Pérez se muestra deseoso de competir, no solo desde lo individual. "Porque todavía me quedan balas", aseguró este viernes, durante una visita de ESPNDeportes al vestuario de los Diamondbacks de Arizona, equipo que llegó a Chávez Ravine para una tanda de tres desafíos con los Dodgers de Los Ángeles.

El serpentinero zurdo, quien navega por su décimo tercera temporada de grandes ligas, donde ha defendido los colores de Padres de San Diego, Piratas de Pittsburgh, Mets de Nueva York, Marineros de Seattle y desde la campaña de 2014, la divisa de los D'Backs, también se mostró entusiasmado en este inicio del 2015 con su nuevo equipo.

"Es mi segunda temporada con el equipo de Arizona y me siento muy bien, porque el año pasado, fue muy difícil. Esta campaña, lo mejor, es que no tenemos lesionados y por eso es que estamos jugando mejor que en la temporada pasada y siento que Diamondbacks va por buen camino", estableció el lanzador culiche.

Pero, en lo personal, usted tuvo un buen año en el 2014, pues lanzó en 68 juegos, en funciones de relevo.

"El problema fue que tuvimos muchas lesiones al principio de la temporada y eso es lo peor que le puede pasar a un equipo. Porque una lesión te cambia la rotación, te cambia la alineación y son de las cosas que más preocupan a los equipos, son algo que nadie quiere, pero uno sabe que así es esto y por ello, para mí, fue una temporada de aprendizaje y todo los compañeros encaramos esta campaña con un año más de experiencia, y sin lesiones, que es lo más importante".

Y vaya que se necesita un equipo sin lesiones, para competir en una División del Oeste, tan durísima, en el Viejo Circuito.

"Claro, porque tienes a un equipo como los Dodgers, a San Diego, que se armó muy bien. San Francisco, que viene de ganar tres anillos como campeones de la Serie Mundial en los pasados cinco años. Colorado, que trae una ofensiva grandísima y yo considero que nosotros también estamos ahí. Tal vez no somos un equipo de nombre, pero estamos haciendo el trabajo y vamos día a día, tratando de hacer bien las cosas pequeñas de la pelota, porque las cosas grandes llegarán poco a poco".

¿Cómo ha sido su transición de lanzador abridor a relevista?

"Si, es algo muy diferente. Pero ahora tengo la posibilidad de lanzar todos los días, que es algo que me gusta a mí, estar siempre jugando. Además, me toca por lo general entrar en la parte crítica del juego, cuando se decide todo".

El calentamiento del brazo es diferente.

"Sí, es muy diferente. Como abridor, tienes cuatro días para recuperarte. Y como relevo, uno tiene dos horas para quedar listo para el siguiente día. A mí me sirvió mucho ir a jugar pelota de invierno, para ajustarme a mi nueva función que tengo ahora como relevista".

Pérez, además de su dilatada experiencia en grandes ligas, ha vestido la franela de la Selección Mexicana, en los tres Clásico Mundiales del beisbol.

Y por esa experiencia, le pedimos que nos explicara, en detalle, el tema de la rivalidad entre Dodgers y D'Backs, que no pasa una temporada en que no se líen a golpes.

"Yo siento que es la adrenalina del juego. Todos los equipos quieren ganar. Es una competencia en la que cada equipo entrega su mejor esfuerzo y a veces uno comete errores, como los tiene cualquiera. Jugadas o algunas cosas que uno no quisiera hacer, pero que en un instante, simplemente, las hace. Esto es juego de hombres y uno no se puede enojar", explicó Pérez, quien el año pasado se vió involucrado en uno de esos incidentes, cuando golpeó a Andre Ethier.

"Eso es algo que siempre va a existir entre los equipos. Se trata de una competencia a un nivel muy alto, en la que también se demuestra el profesionalismo y a veces pasan incidentes, como los pelotazos, las barridas, por la misma adrenalina del juego, ya que todos queremos ganar y a veces uno se pasa," reconoció Pérez.

¿Seguirá jugando pelota invernal?

"Todavía no lo sé. El año pasado no me tocó jugar y vamos a ver este año, pues apenas va empezando la temporada, y lo primero es poder terminar saludable".

Además, usted se siente en su mejor momento.

"Pues ya un poco veterano, pero todavía hay balas guardadas". concluyó el serpentinero sinaloense.