¡Qué semanita la de Yasmani Grandal! A fuerza de batazos, el catcher cubano de Dodgers de Los Ángeles dejó sin opción a cualquier otro candidato a ser nominado como el mejor jugador latino de la Liga Nacional en los últimos siete días.
Grandal comenzó la semana, el pasado domingo 3, con día de descanso, pero el manager Don Mattingly lo sacó a batear de emergente en el final del decimotercer inning y con un swing puso fin a un extraordinario duelo de lanzadores entre los Diamondbacks de Arizona y los Dodgers.
El cuadrangular que le dio la victoria a Los Angeles 1-0 fue un augurio de lo que vendría en los siguientes días.
En total, el cubano disparó diez hits en 15 turnos, para average de .667, con cuatro carreras anotadas y 11 impulsadas.
Como extrabases, sumó un par de dobletes y tres vuelacercas, para slugging de 1.400.
El clímax de su labor llegó el jueves 7, cuando explotó brutalmente a la ofensiva frente al pitcheo de los Cerveceros de Milwaukee.
Por primera vez en su carrera era colocado segundo en la alineación y pareció haber nacido para ese turno.
De 4-4, más dos bases por bolas, par de cuadrangulares, tres carreras anotadas y nada menos que ocho remolcadas.
Para Grandal fue el mejor partido de su accidentada carrera, que ha incluido una suspensión por 50 partidos en el 2013 por uso de sustancias prohibidas y una severa lesión de ligamentos en una rodilla que terminó por sacarlo por completo esa misma campaña.
El habanero ha sido una gran promesa que aún no ha conseguido desarrollar su talento en todo su potencial.
En el 2007, cuando todavía estudiaba en la secundaria Miami Springs High School, fue seleccionado por los Medias Rojas de Boston en el draft amateur, aunque Grandal optó por ir a la Universidad de Miami.
En el 2010 los Rojos de Cincinnati se lo llevaron en la primera ronda, aunque lo canjearon a los Padres de San Diego después de una campaña en las Menores.
Ya con los Padres, Grandal hizo historia al convertirse en el primer y único pelotero en batear jonrones a ambos lados del plato en su primer juego como titular en Grandes Ligas.
Nuevamente saludable, el cubano espera con los Dodgers lanzar definitivamente su carrera a un nivel superior.
Frío, frío
Una de las pocas cosas buenas que podría dejarle esta temporada a los fanáticos de los Filis de Filadelfia es el debut del prometedor jardinero venezolano Odúbel Herrera.
Con 23 años, Herrera se ha adueñado de la pradera central de Filadelfia, aunque esta semana se enfrió, al conseguir apenas tres hits en 21 turnos (.143) y engullirse diez ponches.
Y otro que tuvo una semana para el olvido fue el abridor dominicano de los Cardenales de San Luis Carlos Martínez.
En dos aperturas, Martínez trabajó en total nueve episodios, en los que toleró 16 imparables y 14 carreras limpias, además de regalar ocho bases por bolas.
Perdió una de sus salidas, mientras que en la otra se fue sin decisión. Su efectividad fue de 14.00.
Para esta selección se tomaron las estadísticas entre el domingo 3 y el sábado 9 de mayo.