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El Sevilla de Bacca busca su cuarta Copa, frente al Dnipro en Varsovia

VARSOVIA -- El Sevilla del colombiano Carlos Bacca, triple ganador de la Liga Europa --antes Copa de la UEFA--, y el Dnipro se miden en la final de este torneo en Varsovia, donde se enfrentan la ambición del vigente campeón, que busca su cuarto título, y la ilusión del debutante equipo ucraniano, la gran revelación de la competición.

El Estadio Nacional de la capital polaca acogerá un duelo de los grandes, de los que se juegan a todo o nada y en los que no cabe conceder errores al rival. Sobre todo tras el duro camino recorrido tanto por el equipo español como por el ucraniano para llegar, en el caso del Sevilla, a su cuarta final de la Liga Europa --la segunda seguida-- y, en el del Dnipro, a su primera gran cita con la historia.

Los sevillistas, aunque rechazan la vitola de favoritos que los ucranianos insisten en dar al equipo de Unai Emery, tienen mucha más experiencia, ya que ganaron sus tres anteriores finales de la Liga Europa (2006, 2007 y 2014) y en nueve años disputaron otras tres, incluida la de la Supercopa europea que ganaron 3-0 al Barcelona en 2006.

Acompañado por más de 7.500 aficionados, el Sevilla llegó a Varsovia con mucha ilusión y fuerza tras completar una temporada excepcional en la que acabó quinto en la Liga con 76 puntos batiendo su récord.

Aunque no se clasificó por esa vía para la Liga de Campeones, podría lograr ese premio extra si gana la final. El Dnipro, que aún lucha en su país por esa clasificación, también quiere conseguir ese suculento botín.

A pesar de que el conjunto ucraniano es poco conocido y novato en estas lides --anteriormente solo alcanzó los cuartos de final en la Liga Europa--, el técnico Unai Emery y toda su plantilla incidieron en que respetan al máximo al Dnipro y en que no hay favorito para llevarse el título. Además, recordaron la magnífica trayectoria que completaron los hombres de Myron Markevych en el torneo.

"Si el Dnipro está en la final, es porque se lo ha merecido, lo ha trabajado y les ha ganado a grandes equipos", afirmó Bacca.

Emery dijo que "la pelea va a ser dura" ante el cuadro ucraniano, un rival que "compite muy bien y con su rendimiento se ha ganado estar aquí", pero afirmó que su equipo quiere "hacer algo y ha llegado el momento".

"El grupo está contento y responsabilizado, con una buena química y ganas de trabajar. Ya hemos hecho mucho, pero queda rubricarlo, cerrar de verdad la temporada con un gran año, y eso no tiene que ser una presión, sino una exigencia en la que el equipo se siente cómodo y para salir mañana a dar lo mejor de cada uno", declaró el técnico del Sevilla, en la sala de prensa del Estadio Nacional de Varsovia.

Antes del entrenamiento en el escenario del partido, Emery indicó en rueda de prensa que "los detalles van a ser importantes, y más conociendo al Dnipro, ante el que es difícil decantar los partidos a favor o en contra y que obtiene resultados muy ajustados", por lo que "puede ser un encuentro largo", sin descartar la prórroga.

Por ello, añadió, "la atención llevada a la concentración debe ser máxima", pues el ucraniano es "un equipo bien estructurado, con una capacidad defensiva muy alta, de solidaridad de los once, de trabajar hacia atrás y de presión hacia adelante", como demostraron con Olympiacos, Ajax, Brujas "y en menor medida con el Nápoles".

El técnico vasco insistió en que deberán "competir al cien por cien" y "no va a ser fácil porque el Dnipro tiene un nivel de presión muy alta hacia los contrarios, que es la base de su éxito y por están en la final porque se lo merecen", además de haber sabido hacer "eliminatorias largas" y resolverlas por "pequeños detalles".

Consideró que ambos están físicamente muy bien y "parejos en ilusión y competitividad", y dijo que el hecho de lograr el cuarto título "que te lleve a la historia como único equipo que tiene cuatro es una oportunidad que no nos va a hacer ganar, pero sí que pongamos toda la atención y toda la responsabilidad", subrayó.

Además, resaltó, "este año hay un premio muy importante" como el pase a la Liga de Campeones, lo que hace "mejor a un torneo en el que los sevillistas" son "muy felices", aunque ir a la 'Champions' "es un pasito que, además de haberlo probado, queremos tenerlo".

Tras destacar que el polaco del Sevilla, Grzegorz Krychowiak, está "con muchas ganas al jugar ante su gente", lo que transmite a todo el equipo "una fuerza mayor", deseó poder "acabar la temporada con la sonrisa" que ya tiene, "pero mañana hay que reforzarla con una victoria; queda no defraudar e insistir con mucho trabajo".

También se refirió a su futuro. "Mi corazón ahora mismo es sevillista cien por cien, no puedo pensar en otra cosa que en hacer feliz mañana a mucha gente mañana y también ser feliz yo", aseveró.

Emery valoró además como "una alegría para todos los sevillistas, además de esta final", la convocatoria de tres jugadores para la selección: Sergio Rico, Aleix Vidal y Víctor Machín 'Vitolo', que es "un reconocimiento a la trayectoria y al trabajo de todos".

El capitán del Sevilla, Fernando Navarro, comentó que "sería una ilusión levantar la copa", pero advirtió que el partido ante Dnipro "será complicado, ante un rival para muchos desconocido, pero de una gran dificultad".

"Ya llevamos tiempo viendo al Dnipro. Es un equipo con tres o cuatro jugadores que pueden marcar diferencias. Los conocemos bien y sabemos cómo juegan. Nos pueden hacer daño y les tenemos mucho respeto. Nuestro éxito es haber respetado a todos nuestros rivales. Si no estamos al cien por cien, somos vulnerables", dijo antes del entrenamiento en el Estadio Nacional de Varsovia, sede de la final.

Navarro insistió en rueda de prensa en que la final tendrá "una gran dificultad", pero "si pasara lo que tiene que pasar", que ganase el Sevilla, "estaría orgulloso de poder levantarla" y aprovechar esa "oportunidad única de celebrar un título y clasificar directamente para la 'Champions'", lo que es "una doble motivación".

El lateral zurdo catalán se refirió a su compañero, el polaco Grzegorz Krychowiak, de quien dijo que "es normal que esté muy ilusionado por jugar una final continental en su país" y lo calificó como un "jugador muy importante".

"Ojalá pueda disfrutar del partido y del triunfo. Jugar aquí para él es una motivación extra", recalcó.

Pese al favoritismo del Sevilla en las apuestas, Navarro señaló que "en una final no hay favorito, puede pasar de todo a un partido y hay miles de ejemplos", por lo que reiteró que "está al 50 por ciento", entre otras cosas porque "para llegar a la final ellos han hecho lo mismo que" el Sevilla y "merecen un gran respeto".

Fernando Navarro también se acordó de su compañero Antonio Puerta, fallecido en 2007, para indicar que "cada partido, y no sólo las finales", lo juega el Sevilla "con él en la mente" y está "seguro" de que su espíritu los "empujará mañana a hacer algo grande".

Por último, el zaguero comentó que le ha "hecho muy feliz la convocatoria de tres compañeros" para la selección y desveló que cuando conocieron la noticia, nada más aterrizar en Varsovia, "todo el avión les dedicó un aplauso" a Sergio Rico, Aleix Vidal y Vitolo porque "ser internacional con España es muy complicado".

Los ucranianos, con el meta Denís Boiko, el centrocampista Ruslan Rotan y, sobre todo, con Yevhen Konoplyanka como principales estrellas, dejaron en la cuneta al Olympiacos, Ajax, Brujas y, en semifinales, al Nápoles italiano. Por eso, en el Sevilla no quieren confiarse.

Con todo, el conjunto español también superó un durísimo trayecto hasta Varsovia, pues eliminó con brillantez a rivales muy potentes como el Borussia Monchengladbach alemán, el Villarreal, el Zenit de San Petersburgo ruso y el Fiorentina italiano.

Ahora, la consigna de Emery, que sabe que el Dnipro intentará ceder al Sevilla la posesión del balón para hacerle daño en rápidos ataques, es mantener la misma intensidad e ilusión que hasta la final, no fiarse en ningún caso de los ucranianos, no dejarles espacios en defensa que puedan aprovechar y buscar el gol con su gran pegada arriba.

El técnico vasco no ha reservado a muchos titulares en los últimos partidos, como demostró el sábado en Málaga, porque el equipo seguía optando a la Liga de Campeones por la vía de la Liga.

Ese éxito sólo puede lograrlo si se proclama campeón en Varsovia. Toda la plantilla es consciente de ello y además el Sevilla quiere agrandar su leyenda y ser el primer equipo en ganar cuatro títulos de su torneo 'talismán' para superar a los clubes con los que ahora empata a tres: Liverpool, Juventus e Inter.

Para lograr ese prestigio de reinar en la Liga Europa, es posible que Emery siga contando con el joven meta Sergio Rico y con Aleix Vidal, recién convocados por primera vez para la selección española.

Coke puede ser el lateral derecho, pero también podría apostar por un sistema más ofensivo con Vidal en ese puesto junto con los fijos en defensa: el luso Daniel Carriço y los franceses Kolo y Benoit Trémoulinas.

Además, en el centro del campo podría contar con el polaco Krychowiak y con el camerunés Mbia; José Antonio Reyes o Vitolo, según dónde juegue Aleix, junto al argentino Éver Banega en el tridente ofensivo; y en punta, el colombiano Bacca, que lleva cinco goles en este torneo.

Por su parte, el Dnipró ucraniano se ha vestido la piel de cordero con vistas a la final de la Liga Europa, en la que ha entregado todo el favoritismo al Sevilla, al que espera sorprender con su demoledor contraataque.

Los ucranianos llegaron este martes a Varsovia unas pocas horas antes del entrenamiento previo a la final con humildad, pero con plena confianza en sus posibilidades.

Por si no fuera suficiente, el Dnipró recibió una importante inyección de moral al derrotar el fin de semana al todopoderoso Shakhtar Donetsk en partido de liga (3-2), pese a que los ucranianos reservaron varios titulares.

"No voy a mentir: el favorito es el Sevilla", comentó Miron Markevich, quien destacó la "disciplina táctica" como clave para la victoria.

Markévich tiene una duda, el delantero Yevgueni Selezniov, quien viajó con el equipo, pero arrastra desde hace dos semanas molestias en el menisco de su rodilla izquierda tras lesionarse de manera fortuita en un entrenamiento.

Selezniov, autor de los dos goles del Dnipro en las semifinales ante el Nápoles de Rafa Benítez, ha estado entre algodones desde entonces.

Solo en los últimos días ha podido entrenar con el resto de la plantilla, por lo que todo apunta a que el delantero titular ante el equipo español será el croata Nikola Kalinic.

Aunque el Dnipró destaca por su bloque, todas las miradas están puestas en Yevgueni Konoplyanka, un jugador capaz de cambiar un partido con una genialidad, como bien sabe el español Juande Ramos, quien entrenó al equipo ucraniano durante cuatro temporadas.

El Dnipró contará en Varsovia, que se encuentra a apenas cuatro horas en carretera de la frontera ucraniana, con el apoyo de unos nueve mil aficionados.

VARSOVIA SE TIÑE DEL ROJO SEVILLISTA Y DEL CELESTE DEL DNIPRO
Las calles, plazas y jardines de Varsovia, que acoge este miércoles la final de la Liga Europa, se han teñido del rojo de la equipación con la que el Sevilla jugará esta vez el partido y del celeste que representa al Dnipro ucraniano, a través del colorido que sus hinchas están dando a la ciudad.

La capital polaca está volcada con la final de la segunda competición continental y por todos los sitios, en especial en el centro histórico y en las inmediaciones del Estadio Nacional de Varsovia, se respira un gran ambiente futbolístico, propio de las grandes citas.

El martes arribaron las expediciones oficiales de los finalistas a Varsovia, capital desde hace más de cuatrocientos años de Polonia, que fue devastada durante la II Guerra Mundial y luego reconstruida, y también lo hicieron varios cientos de aficionados de ambos equipos, aunque el grueso de los hinchas han llegado este miércoles.

Ya el martes se veían a seguidores del Sevilla y del Dnipro por las calles varsovianas y se oían cánticos de animación a sus respectivos equipos, aunque ha sido en esta jornada cuando la afluencia de aficionados ha sido total, procedentes de vuelos desde Sevilla y llegados principalmente por carretera de Dnipropetrovsk, dada la cercanía entre Ucrania y Polonia.

La expectación ahora es máxima a la espera de la final, aunque cada equipo tiene una zona delimitada en la capital polaca para concentrarse, según lo establecido por la organización.

El punto de encuentro de la afición sevillista, representada en Varsovia por unos 7.500 seguidores que han tomado 32 vuelos desde la capital andaluza más otros que han viajado por otros medios, está situado muy cerca del estadio, en la orilla este del río Vístula.

Así, en la calle Francuska, zona cercana a bares, restaurantes y tiendas, se concentran varios miles de sevillistas, que, entre cánticos de ánimo y la degustación de viandas y bebidas, sueñan con ganar su cuarto título de la Liga Europa -antes Copa de la UEFA-.

La zona para la afición ucraniana está ubicada en la otra margen del río, algo más alejada del Estadio Nacional de Varsovia aunque ambas cercanas al centro histórico de la ciudad.

A pesar de la delimitación de estas áreas para cada afición, además de que hay otra zona para aficionados neutrales en la plaza del Castillo, en realidad es normal ver a españoles y ucranianos juntos y en buena armonía por el casco antiguo de la capital polaca.

En medio de un gran ambiente, con sus camisetas, bufandas y banderas blanquirrojas los del Sevilla, y de color azul celeste los del Dnipro, los seguidores de ambos equipos están coincidiendo en las visitas a los monumentos y lugares más turísticos y emblemáticos como el Palacio de Cultura y Ciencia, la Ruta Real, el monumento al levantamiento del Gueto judío durante la guerra o el Museo Chopin.

La fiesta y la alegría es la nota dominante en las zonas reservadas para las aficiones y en las inmediaciones del Estadio Nacional, donde, además de estrictas medidas de seguridad, hay voluntarios de la organización para informar sobre las rutas de acceso al campo, los transportes públicos disponibles y datos básicos sobre Varsovia.

El martes llovió ligeramente en la capital polaca, donde hoy el día sigue nublado y hay una gran humedad, aunque la temperatura es de entre 12 y 14 grados centígrados a primera hora de la tarde, y se mantendrá así hasta la hora de comienzo de la final (20.45).

Mientras, los equipos del Sevilla y del Dnipro están concentrados en sus respectivos hoteles, ajenos al bullicio de sus aficiones y a la espera de la hora del traslado al Estadio Nacional de Varsovia.