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Argentina, con sed de revancha

LA SERENA (Enviado especial) -- A casi un año, todavía es inevitable recordar y lamentar lo sucedido el 13J en el Maracaná. Algunos dirán que ya está, que hay que dar vuelta la página. Otros insultarán al encontrarse en estas primeras líneas con el 0-1 ante Alemania en Río de Janeiro.

Lo cierto es que para la gran mayoría todavía no cicatrizó la herida. Y para los jugadores, ni hablar. Por eso, más allá de comprender que son situaciones distintas y que no hay vuelta atrás, la Copa América es un buen desafío para atenuar ese dolor.

CÓMO LLEGA
La Selección afronta su primer torneo después de la Copa del Mundo con sus mejores jugadores a disposición y con Gerardo Martino en lugar de Alejandro Sabella en la dirección técnica.

El debut del Tata fue nada menos que ante Alemania en Dusseldorf, en el festejo del título mundial. Sin Messi, la Albiceleste goleó 4-2 con un iluminado Di María. El ciclo continuó con mayoría de victorias, a excepción de las derrotas ante Brasil y Portugal.

LA FIGURA
Ni hace falta aclarar que Lionel Messi es la estrella de Argentina. Viene de un año fantástico en Barcelona, en la que consiguió el Triplete (Liga-Copa del Rey-Champions) y anotó 58 goles en 57 partidos. Sencillamente brutal.

A diferencia de la temporada pasada, en el que padeció bastantes lesiones, llega en óptimas condiciones físicas a pesar del trajín. En el equipo de Luis Enrique, Leo volvió a recostarse sobre la derecha y también se lució como asistidor al dar 27 pases-gol. Se entendió de maravillas con Neymar y Suárez, sus compañeros de ataque.

En principio, sus socios en la Selección también están en un mejor estado físico respecto a Brasil 2014. Ángel Di María, de andar irregular en Manchester United, marca diferencias con la celeste y blanca gracias a su velocidad. Kun Agüero fue el máximo goleador de la Premier League. Carlos Tevez brilló en Juventus y Gonzalo Higuaín, sin estar en el nivel superlativo de sus competidores por el puesto, marcó 27 tantos en Napoli, que no es poco.

EL TÉCNICO
Después de su paso por Barcelona, del que no guarda un gran recuerdo, Gerardo Martino asumió la conducción del plantel subcampeón del mundo. Compartió su experiencia en el conjunto blaugrana junto a Lionel Messi y Javier Mascherano, los referentes del plantel.

En su larga trayectoria como entrenador, tuvo un muy exitoso paso por el fútbol paraguayo, un recordado Mundial 2010 con la Albirroja y hasta se dio el gusto de ser campeón con su Newell’s querido. Ahora enfrenta un nuevo desafío de Selección.

El Tata se destaca de la media por su inteligencia y su sentido común. No tiene problemas en exponer sus errores y posee un sentido crítico desarrollado. Sin querer entrar en comparaciones ni polémicas con el ciclo anterior, le apuntó a los periodistas: “Parecería que el que dirigía antes nació en Marte y el de ahora nació en Júpiter”.

EL OBJETIVO
En su última charla con la prensa en Buenos Aires, Martino dejó en claro que están lejos de quitarse responsabilidades y que cuentan con “muchas expectativas y mucha ilusión”. Traducción: Argentina va por el título. Por la calidad de su plantel, debe apostar por eso.

En la primera fase se cruzará con su conocido Paraguay, ahora dirigido por Ramón Díaz, el siempre difícil Uruguay y Jamaica. De acuerdo a su posición en el Grupo B, podrá evitar cruces tempranos con otros candidatos como Brasil, Colombia y el anfitrión Chile.

EL SISTEMA
Según declaró el propio DT, al contratarlo a él ya saben todos cómo juega. El dibujo base es el 4-3-3, aunque el sistema podría sufrir pequeñas variaciones.

Lo que está claro es que Martino apostará por tres hombres de ataque: Di María, Messi y un centrodelantero, que seguramente saldrá entre Agüero y Tevez.

Romero es el arquero titular, pese a su falta de continuidad. En el último amistoso sufrió un traumatismo en el hombro izquierdo, pero no tendrá problemas para estar en el debut.

Zabaleta, otro que se recuperó en los últimos días, Garay, Otamendi y Rojo se perfilan en defensa. Biglia (si se recupera), Mascherano y Pastore, una apuesta de buen pie, en el mediocampo. Y adelante, los ya citados, el principal potencial del equipo.

Del finalista del Mundial se elogió la solidaridad de un equipo que mutó en pleno torneo. En la nueva era se mantuvo la base y se definió una línea de juego del agrado de sus intérpretes. Si los de arriba están enchufados, será más fácil acercarse al objetivo. Y de paso, saciar la sed de revancha.