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Cueto recuerda época de prospecto

NUEVA YORK -- Durante el transcurso del jueves, el primer día de elegibilidad para la contratación de los jugadores en el mercado internacional, mejor conocido como “Julio 2”, cerca de 40 muchachos dominicanos estamparon sus firmas al profesionalismo.

El lanzador estelar Johnny Cueto aún recuerda como si fuese ayer, cómo por varios años se esforzó afanosamente, levantándose temprano, compitiendo contra amigos cercanos y a veces perdiéndose los eventos familiares para captar el interés de varios equipos de Grandes Ligas.

Varios evaluadores fueron francos con el macorisano y su equipo de preparadores, dejándoles saber rotundamente que el joven que soñaba con algún día protagonizar en la gran carpa padecía de las herramientas necesarias de un "Julio 2".

“Bastantes ‘scouts’ me rechazaron”, relató Cueto en entrevista con ESPNDeportes.com durante su recién visita por la Gran Manzana. “Iba a donde muchos equipos para los ‘tryouts’ y me decían que yo era chiquitico y flaquito. Gracias a Dios el mundo da muchas vueltas. Gracias a Dios, Cincinnati me dio la oportunidad y mira quien es Johnny Cueto ahora”.

Antes de Johnny Cueto convertirse en candidato para el galardón Cy Young, participante en el Juego de Estrellas, ganador de 20 partidos y actualmente uno de los lanzadores más cotizados en su última temporada de contrato con Cincinnati, el serpentinero de 28 años tuvo apretarse el cinturón durante las tres temporadas que militó con los sucursales de las menores de los Rojos.

Aunque los numeritos detrás de su tarjeta de béisbol indiquen lo contrario, Cueto afirmó que su estancia por las ligas del Golfo (Rookie), Florida (Clase A), Medio Oeste (Clase A), Sur Atlántico (Doble A) y Louisville (Triple A) no estuvieron libres de dificultades.

Desde una temprana edad, Cueto, quien fue firmado en marzo de 2004, sostuvo que sólo para recibir esa única oportunidad de jugar profesionalmente, “la preparación fue fuerte. Practicaba bastante fuerte. Jugaba dos posiciones y les doy gracias a Dios que firmé como pitcher”.

“Estamos aquí ahora en Grandes Ligas pero ahí abajo (en las Ligas Menores) uno coge mucha lucha. La gente a veces piensa que uno no coge lucha pero se coge lucha”, indicó el dominicano, que en ocho temporadas en Cincinnati ha lanzado para un récord de 90-62 con efectividad de 3.24 en 209 aperturas.

El promedio anual de dominicanos que firman contratos profesionales oscila entre 450 y 500. Entre ellos deben existir algunos que deseen alcanzar el sueño que hoy vive su héroe, el mismo anhelo que mantuvo Cueto cuando soñó de pararse en el centro de la lomita como lo hizo un futuro miembro del Salón de la Fama.

“Cuando yo jugaba como pequeño, siempre veía a Pedro Martinez. Siempre fue mi ídolo”, dijo Cueto. “Veía ahí cómo pitchaba y otras cosas. Gracias a Dios ahora tengo la fuerza de ser como él”.

El camino para la gran carpa podrá ser largo y extremo o corto y un pan comido.

No obstante, pueden tener en cuenta que algunos de esos 40 jóvenes que firmaron durante el día del jueves y en los próximos meses que se aproximan marcaran el mismo impacto en Grandes Ligas que hasta ahora ha experimentado su compueblano.