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Racket Response: los ojos en Serena; caídas latinoamericanas y más

Las miradas, en el regreso de Serena Williams AP

Con el retorno de Serena Williams en la mira y la última cita de los latinoamericanos en arcilla, nos enfocamos en esos acontecimientos y otros que son noticia en esta edición de Racket Response.

LAS MIRADAS APUNTAN A SERENA
Matt Wilansky, de ESPN.com: El seguimiento de verano de Serena Williams comienza en serio esta semana con la número 1 del mundo de regreso a la cancha en Toronto. No hace falta decir que la única persona que estorba en el camino de Serena Williams es ella misma.

La campeona de Grand Slam en 21 oportunidades ha barrido con los tres primeros majors de esta temporada, pero ha jugado sólo un partido desde que ganó en Wimbledon a mediados de julio. Aunque su inactividad no es poco común en esta época del año, con la mayoría de los jugadores de primer nivel tomándose un largo descanso antes de iniciar el tour de verano, la salud de Williams plantea algunos interrogantes.

Después de ganar su primer partido en Bastad, Williams se retiró del Abierto de Suecia y luego del Bank of West Classic tras su título en el All England Club, citando una lesión en el codo. La semana pasada, les dijo a los medios de comunicación que todavía no estaba recuperada al ciento por ciento.

Williams jugará con la ganadora del encuentro entre Gabriela Dabrowski-Flavia Pennetta en su primer partido de Toronto el martes (por ESPN3). Las ex subcampeonas de Grand Slam, Lucie Safarova (a quien Williams venció en la final del Abierto de Francia en esta temporada) y Caroline Wozniacki (quien perdió ante Williams en la final del US Open en 2014) se encuentran dentro del grupo de Williams, al igual que su hermana Venus, a quien Serena podría tener que enfrentar en semifinales.

Después de la Rogers Cup, Williams tiene programado jugar el Western & Southern Open antes del inicio del US Open y su búsqueda de la sagrada temporada del Slam.

MEDIOCRE AÑO DE AMÉRICA LATINA
Gustavo Goitía, de ESPNtenis.com: El tenis latinoamericano sigue viviendo tiempos difíciles. Terminó la segunda gira europea de clay y ya no quedan torneos en esa superficie en el año, a la vez que va tomando forma la de cemento, con el inicio de los dos Masters 1000 en suelo norteamericano. Y siguen siendo escasas las alegrías que aportan los hombres de la región. De hecho, el último en llegar a una final fue el argentino Leonardo Mayer, hace más de dos meses, cuando perdió la definición de Niza, a la vez que se registra el año con menos títulos a esta altura del calendario en cuatro temporadas.

En aquel 2011, la cosecha, con siete meses de competencia, sólo fue de dos copas de campeón, con el doblete de Juan Martín del Potro en Delray Beach y Estoril. Precisamente, el argentino viene de cortar la relación laboral con su coach y su preparador físico y está en plena rehabilitación en busca de poder regresar a la competencia, tras la tercera operación en la muñeca izquierda, con nuevo equipo de trabajo. Y, sin dudas, esta etapa de pobres resultados tiene muchísimo que ver con su alejamiento obligado de los courts.

Este año, entonces, apenas hubo tres títulos de ATP, con el bautismo del dominicano Víctor Estrella, ahora de 35 años, en Quito, más las conquistas del uruguayo Pablo Cuevas en San Pablo y del brasileño Thomaz Bellucci en Ginebra, en todos los casos sobre arcilla. Sin dudas, las canchas lentas aportaron después pocas sonrisas y esta semana, en la despedida, en Kitzbuhel, sólo el argentino Federico Delbonis hizo cuartos de final.

En el mes último, además del éxito de la brasileña Teliana Pereira en el WTA de Florianópolis, la mejor noticia de los hombres la aportó Argentina con su 10º acceso a semifinales de la Copa Davis en 14 años, con Mayer y Delbonis, precisamente, como piezas claves. Y con Del Potro alentando, fuera de la cancha.

KOHLSCHREIBER, CON FORTALEZA
Peter Bodo, de ESPN.com: Hubo muchos grandes nombres por elogiar o discutir esta semana, empezando por Kei Nishikori y Sloane Stephens, pero me enfocaré en el jugador de tenis de los tenistas, Philipp Kohlschreiber.

El alemán de 31 años viajaba en bicicleta de su casa al Club de Tenis Kitzbuhel, y terminó ganando el sexto título de su carrera (en 13 finales) con una victoria en tres sets sobre Paul-Henri Mathieu. Y, lo que es más importante, en el camino despachó al nro. 21 Dominic Thiem en las semifinales. Thiem ha sido el jugador más caliente en el circuito europeo de clay este verano.

Thiem es un jugador robusto de 21 años que se abalanza sobre la pelota y le encanta jugar en arcilla. Rebosaba de confianza luego de haber ganado dos torneos seguidos. Pero Kohlschreiber es un veterano astuto y versátil, cuyo juego es una maravilla para el espectador. Combina muy bien sus golpes y domina todos los que figuran en el librito. Una vez más, la astucia triunfó sobre la potencia pura -- y en más de una ocasión durante la semana.

Con sus 5-10 pies de altura, Kohlschreiber es un hombre pequeño en un deporte cada vez más dominado por especímenes altos y musculosos que se especializan en apilar triunfos con una eficiencia brutal sobre línea de fondo. No estamos hablando de los mejores jugadores aquí, de talentos especiales como Novak Djokovic o Rafael Nadal, sino de los muchachos que deben ser vencidos día a día para poder ganarse la vida en el circuito ATP.

Se necesita un grado excepcional de talento para conseguirlo. Kohlschreiber actualmente está en el puesto número 28 del ranking, y si alguna vez averiguas cómo lo hace, déjame saber. Es un misterio para mí, un misterio hermoso y una fuente de inspiración.