Para nadie es un secreto que la paciencia no es un valor que se practique con los directores técnicos del futbol mexicano, pero la situación es tan volátil como que la rotación de entrenadores en los últimos 20 años es de un 68.9 por ciento.
Comparado con ligas como la Premier, NBA, NFL, NHL, MLB y MLS el porcentaje es muy superior.
De acuerdo al blog de Austin Lindberg en ESPN FC, publicado el 31 de julio de 2015, el número de coaches reemplazados desde 1996 en la NFL es de 21.3 por ciento; 21.8 en las Grandes ligas; 30 por ciento en el hockey profesional y su liga más importante la NHL; la Major League Soccer tiene un 34 por ciento; el baloncesto de la NBA tiene un porcentaje de cambios del 34.7; mientras que la English Premier League tiene un 54 por ciento, para ser el ejemplo más radical.
Pero el blog de Lindberg no contaba con la Liga MX que en el mismo lapso tiene 14.9 por ciento más de rotación que la liga con más cambios: la inglesa.
Con la renuncia de Pedro Caixinha, quien luego de cuatro derrotas, varios berrinches y un balón pateado dijo adiós a Santos ya son 503 cambios de director técnico en el balompié mexicano desde el torneo 95-96, por cierto, último largo en la liga azteca.
Si contamos con la misma metodología de Lindberg, han sido 730 puestos de entrenador los disponibles en esos 40 torneos, incluso contamos el Apertura 2015, aunque no haya terminado.
Los guarismos no mienten, 18 puestos de entrenador en 34 torneos, 20 más en 4 torneos y 19 en dos temporadas suman 730 posiciones, de las cuales cambian 25.15 por año, 12.57 por torneo para totalizar un 68.9 en los 20 años.
La Premier, en los pasados 20 años ha tenido 216 cambios de técnico, de 400 puestos disponibles, 54 por ciento de los técnicos han sido sustituidos o 10.8 por temporada desde 1995-96. Los 25.15 que se cambian al año en México son más del doble que los que son reciclados en Inglaterra.
La longevidad en los puestos de Arsene Wenger o Alex Ferguson ayudan a nivelar los números en el Reino Unido, pero en honor de la verdad, Ricardo ‘Tuca’ Ferretti ha sido el contrapeso en la Liga MX, ya que se ha mantenido activo siempre en su carrera que está incluida en las dos décadas de la investigación.
Pero ‘Tuca’ es la excepción, que nos hace ver que la falta de proyectos a largo plazo no es la regla (no hay regla con excepción no se dejen engañar por dichos populares). Hay equipos que mantienen a su técnicos uno, dos, tres o más años, como Tigres, Pumas, Santos, Necaxa o Toluca, y salvo los felinos del norte por lo regular la estabilidad produce títulos.
Pero lo común es ver los apellidos Romano, Tena, Bueno, Cruz entrar y salir de equipos, por sólo nombrar algunos casos, pero también otros como Lapuente y Arias que hicieron largos proyectos necaxistas o Meza en su paso por Diablos Rojos consiguen que los números de cambios no sean tan escandalosos.
Pero equipos como Colibríes hicieron que el porcentaje se elevara cuando por ejemplo en su fortuito y fugaz paso por la Liga (tal y como el ave que le dio nombre a cuya esperanza de vida apenas supera el año, bueno estos colibríes no duraron más que medio), un solo torneo tuvieron de técnico a Sergio Rubio, luego a Zlatko Petricevic, volvieron a Rubio para terminar en la jornada 19 con Rodolfo Sotelo. Tres cambios, cuatro DT’s en seis meses.
Obviamente los 503 cambios de DT se han dado en distintas proporciones en cada equipo y algunos no han estado los 20 años en la Primera División.
El equipo con más cambios totales es Puebla, quien en 36 torneos y 18.5 años disputados de los últimos 20, ha cambiado 36 veces de entrenador, es decir 1.94 cambios por año, que incluye dos torneos cortos.
Lo que se contabilizan son los cambios en la dirección técnica, así que Puebla tiene casi dos técnicos por torneo corto.
Pero no es el único, América y su ya conocida presión suma hasta ahora, o bien que Ignacio Ambriz no diga otra cosa, 32 cambios de entrenador en 40 torneos. Un porcentaje de .8 cambios por certamen en promedio.
En la media de rotación de técnicos, el rey es el Veracruz, quien afortunadamente sólo ha estado 11.5 años en Primera División en las últimas dos décadas, 22 torneos, y en ellos ha despachado al entrenador 31 veces. No queremos imaginar qué sería si hubieran estado los 20 años.
Su promedio es de 1.4 cambios por torneo, 2.69 al año. Un desfile de estrategas, más bien un reciclaje porque los promotores y el medio del futbol en México maneja un catálogo limitado de opciones.
Morelia y Chivas les siguen con 30 y 29 cambios de DT en los últimos 20 años y medio, también cifras importantes.
Los equipos que menos cambios totales han hecho, por lo regular son los que menos han estado en Primera División, caso de los Leones Negros que tuvieron un efímero paso de un año y dos torneos, pero no renovaron el timón del barco y mantuvieron a Sosa.
El caso de Sosa es atípico, porque la constante son casos como los de Colibríes de Cuernavaca que ya explicamos.
La constancia, si es que se puede hablar de ella en México, está en Toluca (18), Santos (18, con todo y el ‘forcado’ Caixinha incluido), Cruz Azul (19, aunque Sergio Bueno quiere aumentar la cifra) y Pumas (20), clubes que en las dos décadas y 40 torneos han despedido menos entrenadores.
Aun así el promedio más optimista es de alrededor de un cambio de DT por año. Así, mientras los directivos cuidan su cabeza al cortar prematuramente la de los entrenadores, porque a su vez los dueños sienten en la jornada 5 que el torneo se les va entre las manos, los torneos cortos vuelven a comprobar que parte del círculo vicioso del futbol mexicano es que no hay proyectos largos porque se necesitan resultados inmediatos, lo que a su vez redunda en escasa oportunidad para el talento de las canteras, exceso de extranjeros de dudosa calidad y ahora también, exceso de naturalizados que tarde o temprano harán un dique para que salgan talentos nacionales.