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Real Madrid gana, pero no convence

MADRID-- Real Madrid sufrió para conseguir una victoria por 2-1 sobre el Galatasaray en la disputa del Trofeo Santiago Bernabéu, partido que tradicionalmente marca el fin del verano para los merengues, disputado este martes en Madrid.

Habían transcurrido 18 minutos desde que iniciara el partido sin que el Madrid pudiera hacer el menor daño al conjunto turco.

La portería que hasta ese momento se había visto en algo parecido a un predicamento era la defendida por Keylor Navas, que tuvo que intervenir un par de ocasiones para evitar que Lukas Podolski adelantara a los visitantes.

Aún así, y en lo que parecía un esfuerzo descomunal del cuadro merengue para encontrase cómodo en la cancha, Nacho abrió el marcador con un certero cabezazo en un cobro de esquina de Luka Modric.

Pero la victoria aún estaba lejos para el Real Madrid, que sufrió lo indecible para mantener el tipo. Al conjunto turco, en contraste, se le notan los kilómetros de vuelo en su liga local. Un equipo más dinámico, que a base de toques rápidos, llegaba sin mucho esfuerzo la portería del tico. El Madrid se pasó gran parte del primer tiempo intentando sincronizar su juego. Por momentos, reaparecía la sombra de la fragilidad en la media, requiriendo que incluso Jesé o Gareth Bale bajaran a ayudar.

Denotaba, también, cierta anarquía en defensa, sobre todo por el costado derecho, el de Danilo. En el resto del campo, una gran cantidad pases a destiempo y demasiado largos; jugadores que no terminan de ajustarse en su nuevo rol, desde Gareth Bale, que sale de inicio en una posición de enganche para terminar centrando desde la derecha una y otra vez, hasta Cristiano, que se llevó la primera rechifla de la temporada cuando en su enésimo disparo el balón fue a dar a la grada – y eso que, en pleno agosto, la grada estaba ocupada por un público ligeramente más benévolo que el habitual.

Y mientras el Real Madrid batallaba para mantener un juego equilibrado, Galatasaray intentaba aprovechar la conexión entre Sneijder y Podolski para poner las tablas hasta que lo lograron a los pocos minutos de iniciada la segunda mitad gracias a una genialidad del holandés, que tras engañar a la marca, puso el 1-1 en el marcador con un potente disparo desde la frontal.

Madrid, que suma diez años sin caer en su partido veraniego, intentó reaccionar obligando al Galatasaray a replegarse.

Benítez, que menos podía darse el lujo de perder en su primer partido en casa envió inmediatamente a James en lugar de Jesé, que fuera de un cabezazo a las nubes había estado desaparecido.

Con la entrada del colombiano y la imperiosa necesidad de ganar el juego del Madrid comenzó a fluir con más naturalidad. Tanto, que a los diez minutos Cristiano Ronaldo devolver la ventaja a los suyos después de que Isco se sacara un pase marca de la casa por encima de la defensa. Sin embargo, el gol que tanto le había costado marcar fue anulado por fuera de lugar.

La grada empezaba a inquietarse al ver que su equipo estaba cerca del naufragio cuando a 10 minutos del final, Marcelo se hizo presente para iluminar la noche madrileña.

El brasileño hizo una breve pausa tras recibir el balón para medir el terreno. Solo entonces emprendió la carrera desde la banda derecha recortando, de paso, a Günter y Adin, para plantarse en el corazón del área y poner el 2-1 casi con suavidad.

Respiró el Madrid, pero no Benítez. Mientras sus hombres festejaban en la cancha, el técnico, en la banca, tomaba notas de manera frenética. Se cumplió la misión, pero la Liga está a la vuelta de la esquina y tiene un mundo de trabajo por hacer.