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FC Barcelona y Real Madrid ante un nuevo pulso titánico en 2015-16

BUENOS AIRES -- FC Barcelona y Real Madrid se alistan para librar un nuevo pulso titánico, en 2015-16. A la cita llegan con distinto backstage.

Una pretemporada exigente, con sensaciones extremas para el Barça. Afrontó amistosos muy mermado por ilustres ausencias debido a la Copa América. Cuando llegaron las pruebas severas, deleitó primero. Luego sufrió lo indecible. Aunque acabó por regalarse un título como la Supercopa de Europa frente al Sevilla, para días después producir un sinfín de horrores individuales cuyo desenlace fue un marcador catastrófico (1-5) y la pérdida de la Supercopa de España contra el Athletic Club de Bilbao.

Del otro lado, un verano sin estridencias para el Real Madrid, que contrariamente a lo ocurrido en los últimos años se obsequió calma para cicatrizar las heridas del vestuario y sanear su dinámica interna, al tiempo que descartó las anuales excentricidades de millonario que suele acometer en el estío.

Real Madrid se adecúa a las ideas y al 4-2-3-1 de su nuevo entrenador, y un dato estadístico sustenta su optimismo creciente. Haber concedido apenas 2 goles en los primeros 7 partidos de la pretemporada, es un indicio para creer. El crecimiento se palpa de atrás hacia delante. Es lo que desea tanto el nuevo staff técnico, como la directiva y los hinchas. Mayor seguridad. Fiabilidad. Nadie se preocupa por lo que pueda suceder de mitad de cancha hacia delante porque el equipo blanco en ese sector se comporta como un monstruo abominable de varias cabezas.

El objetivo era blindar la defensa. Para ello el club comenzó por asegurar la continuidad hasta el 30 de junio de 2020 de Sergio Ramos, su líder, a fin de zanjar el cortocircuito entre el jugador y el presidente Florentino Pérez, que había provocado que clubes como el Manchester United se lanzaran a por su contratación. El siguiente paso en ese sentido ha sido incorporar a un extraordinario lateral derecho como el internacional brasileño Danilo (oficialmente por €31,5 millones más bonus), quien está llamado a cerrar el debate sobre la supuesta fragilidad del cuadro blanco en ese sector.

Recuperar al también brasileño Casemiro, mediocentro defensivo que jugó 2014-15 cedido en el Porto portugués donde cuajó una temporada fabulosa, llegando además a los cuartos de final de la Liga de Campeones, es incluso una decisión orientada en el mismo rumbo. Casemiro es visto por los servicios técnicos de Real Madrid como el nuevo Claude Makelele, mediocentro franco-congoleño que sostuvo el chasis de Los Galácticos a comienzos de la década de 2000.

El último movimiento, a falta de conocer si Real Madrid buscará atrapar a otro delantero centro en su último lanzamiento de redes al mercado, es la llegada del volante austro-croata Mateo Kovacic a cambio de 35 millones de euros más bonus. Kovacic procede de Inter de Milán. Es un jugador que le encanta a Rafael Benítez y que está llamado a alternar con Luka Modric, de quien preocupan sus recurrentes lesiones.

Los regresos a la disciplina blanca del arquero Kiko Casilla y el mediapunta Lucas Vazquez (ambos llegan procedentes del RCD Espanyol), se interpretan de manera diferente. Mientras Casilla aterriza para reemplazar al legendario Iker Casillas (mucho más que una “s” diferencia a uno del otro), Lucas Vázquez deberá aprovechar los minutos que tenga en la Copa del Rey para demostrar que también puede aspirar a jugar en un equipo de estrellas.

En tanto, para FC Barcelona no es grato observar que ha recibido 17 goles en 8 partidos durante la pretemporada, con lo que promedia más de 2 tantos encajados por juego. Sólo en el encuentro contra la Roma por el Trofeu Joan Gamper (3-0, el 5 de agosto), el Barça finalizó sin goles en su arco.

Hay una ausencia que tiene que ver con esta debilidad adquirida de nuevo cuño. La lesión de Jordi Alba. También resulta un hándicap el escaso nivel competitivo del belga Thomas Vermaelen, quien se pasó todo 2014-15 en blanco a causa de sus lesiones musculares y que no acaba de despegar. Sumado a que el francés Jeremy Mathieu ha empezado fatal, y que el canterano Marc Bartra adolece de contundencia, siendo más tierno que un pan de manteca, Luis Enrique tiene ahí un importante problema a solucionar.

En el rush final de la pretemporada, cuando Barcelona debía ganar las supercopas de España y de Europa, también echó en falta a Neymar. Nunca unas paperas fueron tan inoportunas en la historia del Club. Acaso las entradas del polifuncional Aleix Vidal (Barcelona le pagó 18 millones de euros por él al Sevilla, y se comprometió a ingresar 4 millones más en función de variables); y del volante turco Arda Turan (el Barça le ha abonado 34 millones de euros al Atlético de Madrid y puede pagar otros 7 en concepto de bonus), puedan darle un salto de calidad al equipo culé en el apartado defensivo.

El punto es que recién podrán jugar a partir de enero de 2016, fecha en que dejará de tener efecto la sanción que la FIFA impuso al club azulgrana para castigar su política de fichajes en la cantera. En el caso de FC Barcelona, el único movimiento que se espera está condicionado a una salida.

Si el delantero canario Pedro Rodríguez deja el club para aceptar la oferta que le ha hecho el Manchester United, el equipo de Lionel Messi, Javier Mascherano, Claudio Bravo y Luis Suárez quizá intente suplir su baja con la llegada de otro atacante. De lo contrario, Luis Enrique ya ha comunicado su satisfacción con los dos fichajes y con el plantel que dispone.

El técnico no cambiará nada y jugará con su 4-3-3 de la misma forma en que lo hizo la temporada pasada, apostando al contragolpe cuando no alcance con la posesión para desnivelar los partidos. Con los recursos que tiene a mano, el asturiano considera que el equipo estará en disposición de aspirar a todos los títulos, un año más.