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Barcelona regresa a San Mamés para un exigente debut en la Liga española

BARCELONA -- “Somos los favoritos porque somos los campeones”. Sin atisbo de prepotencia pero con una fría y calculada seguridad, Luis Enrique saludó el estreno liguero con una declaración de intenciones cercana a la temeridad, dando cuenta de que hace apenas una semana en el mismo San Mamés al que acude este domingo su equipo encajó la mayor goleada de los últimos dos años.

El Barça echa andar en la Liga con la intención, tan evidente como urgente, de enterrar cualquier duda que pueda existir después de una pretemporada “atípica”, en palabras del entrenador, que se cerró en falso con la pérdida de la Supercopa de España y los ojos señalando a ese ‘Plan B’ de la plantilla que, de sopetón, no ofrece garantías a parte del entorno azulgrana.

Sin Piqué ni Neymar, con el regreso de Jordi Alba, la sospecha de que Claudio Bravo ganará la batalla de la titularidad en la meta a Ter Stegen y la inclusión de dos canteranos, Gumbau y Cámara, llamados en principio a rellenar la convocatoria pero con exiguas opciones de ser protagonistas en el campo.

Vermaelen o Bartra (titulares ambos en el 4-0 de la Supercopa) se jugarán el puesto para acompañar a Mascherano en el centro de la zaga, y traspasado Pedro al Chelsea, la ausencia de Neymar (aún con paperas) sería cubierta por Rafinha, que se perfila como el ‘jugador número 12’ en estos primeros meses de competición y hasta que puedan alinearse Arda Turan y Aleix Vidal.

Pero en las horas previas al comienzo de Liga, el barcelonismo asiste a una especie de depresión por adelantado. De golpe, la marcha de Xavi y Pedro (secundarios el curso pasado) es presentada como trascendental y el que no puedan jugar hasta enero Turan o Vidal no motiva que vuelva a hablarse de mercado, de fichajes, de urgencias y carencias con una facilidad pasmosa.

“La marcha de Pedro se veía venir porque es lo que él deseaba”, sentenció Luis Enrique al referirse a la venta del delantero canario, al que deseó “toda la suerte del mundo” antes de sorprender con la posibilidad de cubrir su puesto con otro fichaje. “Estamos atentos al mercado y se podría fichar a alguien para cubrir la baja de Pedro aunque no pueda jugar hasta enero”.

Con un once considerado de primer nivel, con el tridente en el primer plano, hay quien señala que al Barça le falta plantilla. Ni la presencia de cinco centrales (contando a Mascherano y Mathieu) evita que haya quien se refiera alegremente a Abdennour o ponga el acento en necesitar ocupar el puesto de Xavi. Y de Pedro. Todo a pesar de que desde el propio club azulgrana se asegure que no habrá, “en principio” más fichajes.

El entrenador, sin variar el tono que empleó durante la pasada temporada, con la habitual frialdad frente a los medios y un discurso que, se diría, estudiado a fondo, aseguró que “nadie” puede sentirse titular indiscutible, por más que se entienda fácil, al menos en estos primeros meses de temporada, quienes deben ser los protagonistas más habituales. Y en ese sentido repitió que el portero que comience la Liga en San Mamés “no jugará necesariamente toda la Liga”.

El Barcelona, eso sí, regresa a Bilbao con sensaciones “distintas” a las de su última visita. “Estamos más descansados. Las circunstancias son mejores y espero que el último resultado en San Mamés sirva de acicate”, proclamó el entrenador, quien ventiló la ausencia de Piqué por la vía rápida, “está sancionado y ya veremos qué pasa con el recurso”, y apenas se refirió a Neymar: “No me preocupa su recuperación, porque pesa poco y se pondrá rápidamente en forma”.

“La Liga es larga y, desde luego, lo que pase en esta primera jornada no va a ser determinante”, avisó Luis Enrique, dando cuenta de que contemplando el desplazamiento como de gran dificultad, las urgencias en el marcador no deben colocarse en el plano.