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David Ortiz se soltó a batear

NUEVA YORK - David Ortiz, toletero de los Medias Rojas de Boston, estaba autografiando una caja llena de pelotas para el gestor de equipo Tom McLaughlin, su último acto antes de abandonar Citi Field para tomar el autobús del equipo al aeropuerto la tarde del domingo, cuando un visitante apareció a su lado.

"Qué manera de batear", exclamó David Dombrowski, nuevo presidente del equipo de operaciones de béisbol. "Muy buena".

"Ese chico estaba abusando de este anciano, lanzando 99 mhp", comentó Ortiz, en referencia al diestro Noah Syndergaard, el último de los tres ases que los Mets colocaron ante Boston este fin de semana.

"Se la devolviste bastante bien", ripostó Dombrowski, en referencia al jonrón de 393 pies que Ortiz bateó de línea y colocó junto a la señal de Pepsi Porch que adorna el frente de la segunda cubierta del estadio en el jardín derecho.

Ortiz sonrió. "Nada mal", indicó.

El jonrón de dos carreras de Ortiz ante Syndergaard terminó un impresionante despliegue de poder este fin de semana contra los líderes del Este de la Liga Nacional. La noche del viernes, Ortiz conectó el primer lanzamiento que vio del relevista Logan Verrett para un cuadrangular que rompió un empate sin anotaciones en la séptima entrada en un juego que los Medias Rojas ganarían en extrainnings.

El sábado por la tarde, él no comenzó como titular, pero como bateador emergente, golpeó un doble a lo alto de la pared del jardín central y apenas llegó quieto a segunda base. El manager de Mets, Terry Collins, reconoció la mañana siguiente que los Mets estaban convencidos de que Ortiz fue out, pero no impugnaron la jugada porque temían que la revisión con la repetición instantánea revelara que el batazo había sido un jonrón.

Y el domingo, el jonrón de Ortiz en el sexto ante Syndergaard, quien solo había permitido nueve extrabases en nueve aperturas en casa, le dio a los Medias una efímera ventaja de 2-1. Los Mets remontaron con tres carreras en la parte baja del inning y finalmente prevalecieron, 5-4, para salvar el final de esta serie de tres juegos.

El jonrón fue el 28 de Ortiz en esta temporada, 13 en 39 partidos desde el receso del Juego de Estrellas, y el número 494 de su carrera, que le permitió romper un empate con Lou Gehrig y Fred McGriff en el puesto 27 en la lista de todos los tiempos.

"Escuché sobre Lou Gehrig, cuando era un niño", dijo. "Tener mi nombre junto a gente como él es grande. Hombre es un honor".

Y ¿qué pasa con McGriff? ¿Habías oído hablar de él cuando eras niño, también?

"Ese es mi compadre, hombre, mi amigo", enfatizó Ortiz con una sonrisa, consciente de que su carrera se superpuso con la de McGriff, de 51 años, quien se retiró después de la temporada 2004. "Estoy seguro de que va a gritarme en algún momento. 'Hey ¿qué estás haciendo?' Es uno de mis jugadores favoritos, también".

Mientras que Ortiz tendrá 32 partidos más para llegar al hito de los 500 jonrones, sin mencionar los $ 3 millones que percibirá en cláusulas de ejecución de su contrato, él también fue capaz de desempolvar su guante para 2015. Los Medias jugaron su último partido de esta temporada en un parque de la Liga Nacional. Ortiz comenzó nueve de esos partidos en la primera base, y ello no tuvo un impacto negativo en su bateo. Bateó para .367 (11 en 30) con cinco jonrones y nueve carreras impulsadas.

Salió del partido del viernes con un poco de molestia en el talón izquierdo, y el domingo se vio obligado a hacer una gran atrapada de un tiro bajo de Wade Miley que había fildeado una rolata de Rubén Tejada. Él no se perdería tener que ejercitar sus huesos de esa manera a sus 39 años.

"Estoy totalmente feliz", dijo.

Ortiz cargó con su primer error desde el año 2009 cuando no pudo recibir un tiro de Miley sobre un batazo de Juan Uribe en el cuarto.

"¿Hermano, te dije lo que pasó con ese tiro de Miley?", preguntó. "El movimiento de Miley para primera base es increíble.

"Estoy aquí y cuando él levantó su rodilla, miré al plato porque pensaba que iba a tirar allá. En el último segundo, con la esquina de mi ojo vi que tiró a primera base. Menos mal que me tiró un strike porque realmente no estaba preparado para fildear".

"Lo curioso es que regresé a la caseta, que es cuando los chicos empezaron a comentar sobre ese movimiento. Y estoy como, '¿por qué no dijeron nada en los innings anteriores? Estaba muy sorprendido. Hermano, lo digo en serio. Yo no vi nada al flexionar".

Él se rió mientras McLaughlin le ayudó a escapar en su chaqueta deportiva.

"Soy demasiado viejo para esto", dijo.