DALLAS -- Es probable que Greg Hardy sólo se quiso hacer el chistoso, pero a los Dallas Cowboys, la mayor parte de la NFL y muchos aficionados no les parecieron cómicos sus comentarios sobre Tom Brady y su esposa.
El ala defensiva está activo en el roster a partir de esta semana por vez primera en la temporada, luego de cumplir cuatro partidos de suspensión por violar las reglas de conducta personal de la liga, que incluyeron violencia doméstica.
“Me encanta ver a Tom Brady”, dijo Hardy. “Es buena onda (…) ¿Han visto a su esposa? Espero que venga al partido. Espero que su hermana venga al partido, que todas sus amigas vengan al partido. Uno de mis partidos favoritos de todo el año”, agregó Hardy el martes pasado, su primer día en el vestidor de los Cowboys, que lo firmaron como agente libre en el receso de temporada.
El entrenador Jason Garrett reconoció este jueves que habían llamado la atención a Hardy porque distaba mucho de ser la manera en que la organización de los Cowboys se comportaba o expresaba.
Garrett dijo que cualquier jugador que se quiera dar a notar, tiene que ser en el campo de juego con su desempeño.
“Atendimos de inmediato eso”, señaló Garrett este jueves. “No es la manera en que queremos operar como organización. Jugadores y entrenadores en nuestra organización entienden eso. Queremos distinguirnos con nuestro juego, no por lo que decimos. Creo que Greg entiende eso ahora y es como queremos proceder hacia adelante”, agregó.
El miércoles, el dueño y gerente general del equipo, Jerry Jones, también se sorprendió por los comentarios de Hardy. “¡Oh Dios mío!”, fue lo único que expresó Jones, al ser informado de los comentarios de Hardy.
Jones dijo que iba a darle seguimiento al asunto y que ninguna persona en su organización tenía derecho a expresarse de esa manera sobre un rival y mucho menos su familia.