LOS ÁNGELES -- La integración de hispanos y latinos en la sociedad estadounidense es uno de los temas de los que más se está hablando durante las conversaciones con jugadores de México y Estados Unidos.
Prima el respeto por ambos lados, en el Tri se acuerdan con cariño de los millones de mexicanos que se ganan el pan en EEUU, mientras que en el conjunto de las barras y las estrellas se congratulan por la fusión en el país.
Michael Orozco, Ventura Alvarado, Alejandro Bedoya y Nick Rimando, por mencionar a integrantes de la actual plantilla que se prepara para la cita del sábado, son de los jugadores que tienen origen hispano.
De esta manera, jugadores como Landon Donovan y Clint Dempsey siempre comentaron cómo frecuentemente jugaron al fútbol con compañeros y rivales con ascendencia latina cuando eran pequeños. Aprendieron los unos de los otros y generaron una competitividad que se traslada al deporte de élite.
“La atmósfera y la historia en torno a estos partidos marcan la diferencia”, declaró Dempsey. “Yo crecí en Texas con muchos mexicanos que fueron a mi colegio. Siempre nos provocaban y era una rivalidad competitiva por la cercanía con México. Es excitante tener partidos como éste”, apuntó recordando los primeros compases de una rivalidad enraizada.
“Eso se nota dentro del terreno de juego, fuera de él y en todos sitios. Cuando jugábamos con los amigos siempre nos provocábamos. Eso sucedía cuando jugábamos entre nosotros, Estados Unidos contra México o el resto del mundo. El ser capaces de hacerlo bien en un partido como este y el poder jugar en la Confederaciones sería un honor”, agregó el delantero.
“Espero un partido difícil, lo es siempre ante México. Creo que será un partido físico y también habrá buen fútbol. Será competitivo”.
Dempsey también tiene bien guardado otros recuerdos en el baúl de su memoria. Los estadounidenses hicieron un gran papel en la Copa Confederaciones de Sudáfrica en 2009. Fue el tercer mejor jugador del torneo y tras finalizar en el segundo puesto en la fase de grupos por detrás de Brasil y vencer en semifinales a la futura campeona del mundo, cayeron ante los brasileños (3-2 después de ir ganando 2-0).
“Nos dio confianza. Inicialmente no comenzamos bien, pero tras conseguir un buen resultado ante Egipto y España y el partido contra Brasil, donde no pudimos mantener la ventaja. Nos dio confianza y ganamos el grupo aquella vez y era difícil”, declaró.
Los enfrentamientos entre Estados Unidos y México han sido muchos y siempre de alta tensión. Muchos serán recordados durante toda la historia como el jugado en el Mundial de Corea y Japón en 2002 (2-0 para los estadounidenses), la final de la Copa Oro en 2007 (2-1 para EEUU), la de 2009 (5-0 para el Tri), la de 2011 (4-2 para México), entre otros.
Sin embargo, para Jozy Altidore, el encuentro del sábado es el más importante desde 2002.
“Pienso que es el partido más importante desde el Mundial 2002 porque estamos jugando para una copa, para el pase a la Copa Confederaciones, que es muy importante antes del Mundial. Es un partido muy importante para los dos países”, afirmó.