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Ranking de entrenadores: 21 al 30

El arranque de la temporada 2015-16 de la NBA ya está a la vuelta de la esquina y la ilusión de 30 ciudades se enciende con la intensidad que brinda la intriga de que cada equipo de la liga arranca con una marca de 0-0 y la esperanza de que este año sea mejor que el anterior.

Sin embargo, algunas franquicias no permanecerán flotando en la novena nube del básquetbol por tanto tiempo como otras, y uno de los factores de ello será cual es el entrenador en jefe de su franquicia.

Es por eso que me tomé el tiempo de hacer un ranking de los 30 entrenadores de la NBA, del peor al mejor.

Este ranking se basa en tres factores: Títulos ganados, experiencia, partidos ganados y perdidos durante su trayectoria, estilo de juego e influencia sobre su plantel.

Es por eso que, por ejemplo, uno se puede preguntar que es mejor: ¿Preferís a la mediocridad constante de tipos con experiencia como Scott Skiles y Byron Scott o la promesa de las páginas que entrenadores provenientes del básquetbol universitario como Billy Donovan y Fred Hoiberg están por escribir a nivel profesional con dos candidatos al título?

Yo estoy por ofrecer mi veredicto. Pasen y vean.

30. Derek Fisher. New York Knicks.

Fisher se lleva la desafortunada distinción de ser el sotanero de esta lista ya que ingresa a su segundo año en el cargo sin haber demostrado nada durante la temporada pasada con los Knicks rumbo a una marca de 17-65, la peor de la Conferencia Este.

Él era un muy buen jugador y presidente de la asociación de jugadores, pero se lleva un aplazo como director técnico.

Está bien, él no contó con Carmelo Anthony por casi la mitad de la campaña, pero sus jugadores parecían zombies sin rumbo aun cuando Melo estaba en la cancha para guiarlos.

Esta alineación titular tampoco inspira mucha confianza:

Queda por verse si su jefe y mentor, Phil Jackson, lo aconsejará sobre como enderezar al barco antes de que sea demasiado tarde.

29. Denver Nuggets: Mike Malone

Malone es perfecto para Denver: Un entrenador irrelevante pero prometedor para un equipo que cuenta con esas mismas características.

Malone arrancó su camino con los Sacramento Kings en el 2013 y duró poco más de una temporada allí con una marca de 28-54 en su primer campaña antes de ser despedido a fines del 2014 por haber obtenido 11 triunfos y 13 derrotas sin saber potenciar a DeMarcus Cousins.

Malone aprendió bajo la tutela de otro entrenador sin experiencia como Mark Jackson en Golden State, quien formó la base de un futuro campeón, y cuenta con una filosofía defensiva en una conferencia que es primordialmente ofensiva.

En Denver esperan que esa sea la señal de un porvenir mejor para los Nuggets y que lo de Sacramento solo haya sido producto de trabajar para la peor dirigencia de la liga.

28. Orlando Magic: Scott Skiles

El Magic cuenta con una base de jugadores jóvenes y prometedores que parecen estar al borde de la explosión. Ellos necesitan alguien que les muestre el camino hacia ganar consistentemente.

Scott Skiles no es esa persona.

Entiendo que Skiles es un hombre de la casa que jugó para el equipo durante su época dorada entre 1989 y 1994, pero como entrenador él no es nada del otro mundo.

Él no dirige desde enero del 2013, cuando renunció como entrenador de los Milwaukee Bucks tras acumular 162 triunfos y 182 caídas.

Eso no era lo peor de todo, sino que el clima interno estaba podrido y había reportes de que el mismo Scott “odiaba a su plantel”.

Qué lindo, ¿no?

Ah, por cierto, esos mismos Bucks llegaron a los playoffs sin él esa misma temporada y ahora están mejor que nunca bajo la tutela de Jason Kidd.

27. Minnesota Timberwolves: Sam Mitchell

Esto es un poco injusto con Mitchell, ya que él es meramente el entrenador interino del equipo en reemplazo de Flip Saunders, quien dejó a toda la NBA de luto tras morir este domingo a los 60 años de edad.

Mitchell vuelve a ser entrenador por primera vez desde el 2008, cuando fue despedido por los Toronto Raptors tras acumular dos temporadas seguidas cayendo en la primera ronda de los playoffs en el 2008 y 2009.

Llenar el vacío que dejó Flip no será nada fácil, pero Mitchell y sus jugadores ahora deben dar lo mejor de sí mismos para honrar la memoria de su ex entrenador dentro de la cancha.

26. Los Angeles Lakers: Byron Scott

Byron Scott es un entrenador con un currículum muy exitoso durante principios de la década pasada: Dos Finales de la NBA con los New Jersey Nets perdidas a manos de los Lakers y los San Antonio Spurs en sus primeros tres años como entrenador entre 1999 y el 2002.

Desde ese entonces, él nunca ha vuelto a una final de conferencia y se ha perdido los playoffs en siete de sus últimas nueve campañas en Nueva Orleans, Cleveland y Los Ángeles.

Su último año con una marca ganadora fue el 2009 con los Hornets: 49-33 y afuera en la primera ronda de la postemporada.

Desde ese entonces: 3-6 (despedido de los Hornets), 19-63, 21-45 y 24-58 en Cleveland antes de marcharse justo antes de la vuelta de LeBron James.

Luego él llegó a los Lakers como “hombre de la casa”, se quedó sin su máxima figura en Kobe Bryant por la mayor parte de la última temporada y protagonizó una de las peores campañas de la historia de la franquicia con un legajo de 24-58.

Sin embargo, la falta de triunfos no es lo único que lo mantiene en este puesto número 25. Es su testarudez de jugar como si aún fuese el 2002, su odio hacia los triples y su amor por el tiro desde media distancia casi extinto en el resto de la liga.

Lo más probable es que él dure lo suficiente como entrenador en Los Ángeles para soportar la tormenta y se termine yendo despedido justo antes de que salga el sol.

25. Washington Wizards: Randy Wittman

Hay entrenadores más adelante en esta lista que exprimen al mayor potencial posible de su plantel guiándolo al éxito inesperadamente. Wittman hace todo lo contrario, limitando las posibilidades de su equipo dentro de la cancha desde que asumió al frente de los Wizards en el 2011.

La temporada pasada, él contaba con un base excepcional como John Wall, un francotirador como Bradley Beal y un anotador veterano como Paul Pierce.

Sin embargo, él no supo potenciarlos colectivamente durante la temporada regular y Washington terminó siendo apenas el decimoséptimo equipo más anotador de la liga con apenas 98,5 puntos por partido a pesar de contar con el segundo máximo asistidor de la liga en Wall.

Es más, sus Wizards jamás han estado de mitad de tabla para arriba en esa categoría desde que él los dirige.

Lo raro es que él es como Dr. Jekyll y Mr. Hyde, ya que en los playoffs él se encuentra con soluciones casi de casualidad. Aun así, él cuenta con una marca de 237-365 en sus 16 años de carrera y jamás ha superado la segunda ronda de la postemporada, para la cual él no había clasificado en sus seis intentos previos en Cleveland, Minnesota y Washington.

En manos de un mejor entrenador, los Wizards serían candidatos a llegar a las Finales de la Conferencia Este.

24. Philadelphia 76ers: Brett Brown

No sé qué habrá hecho Brown para merecer esto, pero ser entrenador de los Sixers en la actualidad es la definición moderna de tortura.

Él llegó con credenciales relucientes proveniente de San Antonio tras once años como asistente de Gregg Popovich entre el 2002 y 2013, pero cualquier tipo de recuerdo alegre de aquella época para él se ve nublado por las 37 victorias y 127 derrotas de los últimos dos años en Filadelfia.

¿Se acuerdan de cuando los Sixers arrancaron la temporada 2013-14 con tres triunfos al hilo? Bueno, un par de meses después ellos perderían 26 juegos consecutivos.

No es culpa de Brown que sus jefes se empecinen en contar con un “sistema” que pone énfasis en perder en vez de ganar, que selecciona a jugadores lesionados en el Draft y le quitan a su mejor jugador la temporada pasada tras un canje con Milwaukee que todavía no ha dado réditos. Sin embargo, la paciencia de la gente no es ilimitada y eso pone a Brown en riesgo de perder su trabajo sin haber contado con la oportunidad de tener un plantel competente hasta ahora.

23. Charlotte Hornets: Steve Clifford

22. Chicago Bulls: Fred Hoiberg

21. Oklahoma City Thunder: Billy Donovan

Tres entrenadores ¨novatos¨ en la NBA que llegan con pergaminos muy buenos desde el básquetbol universitario.

Clifford probablemente es el menos conocido de los tres y anda en esto desde 1983 como asistente universitario y desde el 2000 en la NBA. Su única experiencia como entrenador fue en la Universidad de Adelphi entre 1995.

Nunca vi jugar a la Universidad de Adelphi en la segunda división del básquet universitario, pero parece que eran muy buenos: Ganaron 86 y perdieron 36 juegos en sus cuatro campañas con Clifford al mando.

Sus mentores son los hermanos Stan y Jeff Van Gundy. Uno está en la versión basquetbolística del purgatorio en Detroit y el otro es un gran comentarista en ESPN. Clifford espera que le vaya un poco mejor.

Hoiberg, por su parte, es el más joven e interesante de los tres, ya que heredó a un equipo con una identidad defensiva y el mejor recambio de toda la liga.

Él es un prócer deportivo en Iowa al haber llevado a la universidad de Iowa State al torneo nacional en sus últimas cuatro temporadas allí antes de emigrar a Chicago, llegando a Octavos de Final en el 2014 y siendo subcampeón de su conferencia este año.

Él le dijo a NBA.com que aprendió mucho jugando para Kevin McHale en Minnesota durante y es el tipo de entrenador que se comunica constantemente con sus jugadores y asistentes.

Su tarea será convencer a Derrick Rose de que él es capaz de volver a ser el de antes tras todas sus lesiones y mejorar a un ataque que es la definición de mediocre: Decimoquinto en la NBA la temporada pasada con 97,8 puntos por partido. Eso debería cambiar con la vuelta de Rose.

Donovan es el que está más arriba en el ranking al borde del Top 20 ya que es el más exitoso de los tres como bicampeón del básquetbol universitario con la Universidad de Florida, equipo al que guió a la gloria varias veces durante casi 20 años entre 1996 y este año.

A Donovan no le falta experiencia lidiando con presión ni con altas expectativas, ya que en aquella universidad ganar la conferencia y llegar lejos en el torneo nacional era lo mínimo indispensable.

A él tampoco le hace falta saber cómo lidiar con estrellas, ya que grandes jugadores como Al Horford, Joakim Noah y Chandler Parsons jugaron para él.

Su futuro es uno de dos caminos: Emula a Steve Kerr y sale campeón de la NBA en su primer año en la liga o ve a Kevin Durant marcharse para luego preocuparse por la eventual ida de Russell Westbrook antes de quedar con el cráter de lo que solía ser un gran equipo en sus manos.

Siguiente entrega: Top 20 entrenadores.