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Pacheco fue figura del campeón

MONTEVIDEO -- El centrocampista internacional uruguayo Antonio 'Tony' Pacheco, ahora convertido en delantero goleador, celebra su 34 cumpleaños como capitán y líder del Peñarol, y junto a sus compañeros se 'regaló' el sábado el título anticipado del torneo Clausura.

Pacheco es uno de los últimos exponentes del fútbol de "galera y bastón" en el Uruguay donde, siguiendo las modas internacionales, cada vez se le da mas importancia al juego físico sobre la técnica individual.

De la mano del entrenador de Peñarol, Diego Aguirre, pocos años mayor que él, Pacheco volvió por sus fueros y aparece hoy como una versión mejorada del juvenil que maravilló en sus comienzos.

Su poca estatura la compensa con una técnica, velocidad mental, precisión para los cobros de falta y visión para las habilitaciones que sorprende.

Además, en Peñarol 2009 pasó a jugar más próximo a la portería rival y supo aprovecharlo.

Hasta ahora marcó 14 goles en los 12 partidos que jugó su equipo en el torneo Clausura y es el máximo "rompe redes" del campeonato, con seis tantos de ventaja a falta de tres jornadas para la culminación.

Pero a ello el Tony, como lo conocen los seguidores de Peñarol, le agrega ser el símbolo del equipo y ya se aseguró un lugar entre los ídolos históricos del club.

Es que a su feliz presente le añade seis títulos de Liga con la camiseta del Manya entre 1993 y 2000, antes de emigrar para jugar en el italiano Inter (2001), los españoles Espanyol (2002) y Albacete (2003-2006) y el argentino Gimnasia y Esgrima (2007).

El sábado, en el partido que Peñarol le ganó por 2-1 al Fénix, cada vez que Pacheco se disponía a cobrar una falta o un saque de esquina, la mayor parte de los 55.000 espectadores se fue poniendo de pie para aplaudirle, en muestra de agradecimiento, algo casi sin precedentes en el fútbol uruguayo.

Y Pacheco les retribuye en el campo, con saludos, pero también con habilitaciones medidas de 40 metros, largas carreras para colaborar en los marcajes y anotando y celebrando goles con la pasión de un juvenil.

Para completar una tarde soñada previa a su cumpleaños 34, el Tony levantó el sábado la copa de campeón del Clausura tras la duodécima victoria consecutiva del Peñarol en otras tantas jornadas, marca sin precedentes en la historia del club.

"Estoy muy feliz porque logramos el primer objetivo, le dimos una gran alegría a la gente pero la meta es ganar la Liga", dijo Pacheco antes de besar la copa y marchar a los vestuarios al frente de una plantilla que le sigue y respeta.

A pesar de que hacía siete temporadas que Peñarol no ganaba un título, la tradicional vuelta olímpica de los campeones quedó para otra oportunidad, mientras el equipo y su líder miran de reojo las finales por el título de la Liga frente al Nacional que ya están en el horizonte.