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Cuatro futuros estelares

BRISTOL -- Falta mucho camino por recorrer todavía en esta pretemporada. El riesgo de lesiones sigue latente, pero con lo poco que he visto, y también en base al cierre de temporada el año pasado, veo a cuatro jugadores con buenas posibilidades de convertirse en grandes estrellas de la NFL.

Ninguno de estos jugadores es novato. Todos jugaron la temporada pasada.

Michael Johnson -- Cincinnati

Michael Johnson es un ala defensiva que está en su segundo año con los Bengalíes. Jugó en todos los partidos en 2009 y logró 3 capturas jugando solamente en situaciones de pase. Esta pretemporada lo están usando en la línea, pero también como linebacker externo. Ha demostrado una gran combinación de fuerza y velocidad. Cincinnati usa el esquema 4-3, pero no me sorprendería verlo jugar como híbrido, dándole a Mike Zimmer la flexibilidad de variar formaciones con cuatro apoyadores.

Después de varios años con una defensiva porosa, Cincinnatti terminó con la cuarta mejor defensiva en la liga en yardas permitidas y sexta en puntos. Gran parte del éxito se debe a la llegada de Zimmer como coordinador y a tener a dos de los mejores esquineros en la liga. La combinación de los esquemas de Zimmer, con el tiempo que tardarán los receptores en desmarcarse de las coberturas de Jonathan Joseph y Leon Hall, le darán la oportunidad a Michael Johnson de llegarle a los QBs. Anticipo por lo menos 12 capturas de este prometedor muchacho.

Arian Foster -- Houston

Arian Foster no fue seleccionado en el draft de 2009. Llegó a Houston como agente libre y pasó 10 semanas en el equipo de práctica. Finalmente fue elevado al plantel, pero estuvo inactivo durante cuatro semanas. Debutó en la semana 14 contra Seattle, con una actuación modesta: 13 acarreos para 34 yardas y cuatro recepciones. Tampoco fue parte importante del plan ofensivo la siguiente semana contra St. Louis, pero tuvo un gran cierre de temporada los dos últimos partidos. Terminó con 54 acarreos para 258 yardas con 3 TDs.

En el primer partido de pretemporada contra Arizona tuvo cuatro acarreos para 31 yardas contra los titulares de los Cardinals.

Ustedes recordarán que Houston tuvo la mejor ofensiva de pase en la NFL, aún sin contar con Owen Daniels, uno de los mejores alas cerradas recibiendo pases en la NFL. El talón de Aquiles de los Texanos fue su ataque terrestre. Steve Slaton, quien debutó con el pie derecho en 2008, vino a menos, tuvo problemas con balones sueltos y eventualmente se lesionó. Esto le abrió las puertas a Foster.

Con una línea ofensiva que se consolidad cada vez más. Con un ataque aéreo que será el enfoque de las defensivas rivales, habrá múltiples espacios para un jugador como Ariens, quien tiene gran corpulencia y una velocidad aceptable.

Julian Edelman -- Nueva Inglaterra

Julian Edelman jugó como QB en Kent State. En él, los Patriotas vieron a un jugador que es prácticamente un clon de Wes Welker: rápido, no muy alto, pero con gran elusividad y sobre todo inteligencia y conocimiento de las defensivas para explotar las coberturas de zona como receptor interno.

Edelman tuvo un debut aceptable el año pasado, con 37 recepciones. La lesión de Welker le dará la oportunidad de fungir más como una de las opciones de Tom Brady. Nueva Inglaterra todavía carece de un complemento para Randy Moss. Es decir, otro receptor que se alinee por afuera y que ocupe a los esquineros y safeties con trayectorias profundas. Pensaban que sería Tory Holt, pero éste sufrió una lesión en la rodilla y no se sabe a ciencia cierta cuál es su situación. Al igual que Welker, Edelman opera como receptor interno en trayectorias cortas o intermedias.

Ahora que Bill Belichick es entrenador en jefe, coordinador defensivo y coordinador ofensivo, anticipo que usará más formaciones con cuatro receptores, usando a Welker y Edelman al mismo tiempo. Esto, asumiendo que Welker recupere su nivel físico. Anoche Welker regresó contra Atlanta, pero es obvio que su recuperación requiere más tiempo. Por lo mismo, Edelman será una pieza importante y con Tom Brady al 100 por ciento, después de la lesión que sufrió en 2008, muchos pases irán en su dirección.

Kevin Kolb -- Philadelphia

Kevin Kolb pasó tres años aprendiendo el sistema de la ofensiva Costa Oeste como suplente de Donovan McNabb. Durante ese tiempo jugó en un total de 12 partidos y fue titular en sólo dos. Lanzó cuatro TDs y siete intercepciones. No son exactamente números que impresionan, pero el alto mando de las Águilas decidió que era el momento de dar borrón y cuenta nueva, y le dieron las riendas de la ofensiva al traspasar a McNabb a Washington. Por cierto, ¿habrá bajado tanto el nivel de Donovan que Filadelfia no tuvo empacho en mandarlo a un rival de división? El mensaje que tuvo ese canje es que en realidad no les preocupa que este QB, que llegó a seis Pro Bowls, les haga daño en los dos partidos que tendrán dentro de la división Este de la Nacional.

Pero volviendo a Kolb, los reportes de Filadelfia dicen que aunque no tiene el brazo de McNabb para las trayectorias profundas, tiene mucho más precisión. En el esquema de la ofensiva Costa Oeste, la potencia de brazo pasa a un tercer nivel, después de la capacidad de tomar buenas decisiones y la precisión para completar pases. Parece ser que Kolb es mejor que McNabb en las primeras dos categorías.

Además, Filadelfia deberá contar con una gran línea ofensiva y jugadores de talento en las posiciones de receptor, ala cerrada y corredor. Jason Peters, el tackle izquierdo que llegó de Buffalo, tardó en rendir, pero parece haber recuperado su nivel estelar. Winston Justice está consolidado como tackle derecho después de asumir el puesto el año pasado. La gran duda es la condición física del centro Jamal Jackson, quien sufrió una lesión grave de la rodilla.

Con buena protección, un corredor explosivo como LeSean McCoy y receptores como DeSean Jackson, Jeremy Maclin y Brent Celek, Kevin Kolb tiene todo para brillar. Su comienzo contra Jacksonville no fue impresionante, pero estoy seguro que mejorará.

LOS CAMBIOS EN LA NCAA
Pasando a otro tema, en los comentarios sobre mi columna anterior Jose-Noway me preguntaba mi opinión sobre los cambios que se están dando en la NCAA. Para empezar, una columna de Rafael Zamorano da un reporte completo de lo que pasó. Estoy de acuerdo con José que la motivación que llevó a esta realineación de conferencias fue principalmente económica.

En mayo, todo parecía indicar que tendríamos cuatro "Super Conferencias", de 12 a 16 equipos, que habrían sido el Big 10, SEC, PAC 10 y una combinación del ACC y Big East. Esto habría sido un paso muy grande para establecer ese sistema de playoff en el fútbol americano universitario que muchos deseamos. El precio habría sido la terminación de varias grandes rivalidades.

Kansas y Missouri, mencionados en la nota de Rafael, ya no jugarán más contra Nebraska a partir de 2011. Los históricos juegos entre Nebraska y Oklahoma serán solamente parte de la historia. De hecho fueron Texas y Oklahoma los impidieron que cinco equipos del Big 12 se unierona al Pac 10.

DeLoss Dodds, un buen amigo mío y director del departamento de deportes de la Universidad de Texas, y Joe Castiglione, su equivalente en Oklahoma, acordaron seguir juntos para siempre. Por lo mismo, cuando se le ofreció un puesto a Oklahoma en el SEC, esta prestigiosa entidad deportiva lo declinó. Texas A&M, el otro rival tradicional de Texas, estuvo a punto de emigrar a la SEC, aún si esto daba fin a la rivalidad que data de más de 100 años con Texas.

Texas tuvo la última palabra. El deseo de tener su propia cadena de televisión, lo cual aumentará los ingresos del programa deportivo más lucrativo de la NCAA, fue el factor decisivo. El Big 12 le permitirá a Texas tenerlo, una opción que no habría existido en el Pac 10. Al final, el consejo de Texas A&M se dio cuenta de que sin la rivalidad contra Texas, el programa corría el riesgo de venir mucho a menos, y decidieron no emigrar y así preservar esta gran rivalidad y darle un poco de vida al Big 12.

Nunca me atrajo la idea de que Texas, Oklahoma, Texas A&M, Texas Tech y Oklahoma State jugaran en el Pac 10. Nebraska, en mi opinión, cometió un gran error uniéndose al
Big 10 y dejando atrás las rivalidades de muchos años. Su decisión fue en gran parte al sentirse menospreciados en el Big 12 y por el despecho que sienten por Texas que se fue formando desde que ambas universidades están en la misma conferencia (1996).

El Big 12 vendrá a menos considerablemente. La realidad de las cosas es que universidades como Baylor, Iowa State, Kansas State están en un nivel muy bajo, aunque hayan mostrado destellos en ocasiones. Del lado positivo, parece ser que habrá mejores partidos fuera de conferencia en el futuro como los pactado por Texas contra Notre Dame a partir del 2015. Si va a seguir el Big 12, me gustaría ver que añadieran a TCU como miembro y posiblemente a Arkansas, algo que se ha mencionado. De esa manera, tendríamos cuatro conferencias de doce equipos con su respectivo juego de playoff.

Me gusta la idea de las Super Conferencias, porque eventualmente daría paso a un playoff, pero no a costa de las rivalidades. Me atraería la idea de ver a Texas, Texas A&M, Oklahoma y Oklahoma unirse al SEC.