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¿A qué juega Vélez?

Ricardo Gareca confía en el pibe Maxi Giusti DYN

BUENOS AIRES -- Queridos lectores, mientras su lungo y fornido capitán Somoza, insiste en que la tabla es opinóloga y que si tienen el puntaje ideal por algo será. "La tabla dice que somos los mejores", soltó Somoza y me hizo pensar. ¿Será tan así?

Confieso que rara vez, los dichos de un jugador que no sea Maradona, me hacen pensar. Somoza, se pasó de inteligente y mandó la frase que me obliga a escribir este comentario.

Somoza tiene mala suerte: de casualidad, pude ver todo el partido de Vélez ante Argentinos Juniors. Al finalizar el primer tiempo, me pregunté: ¿a qué juega Vélez?

Si me dejara llevar por este primer tiempo ante Argentinos, tendría que decir que no juega a nada. Pues, el equipo de La Paternal, el último campeón, lo superó en todas las líneas.

No voy a decir que Argentinos Juniors le dio una clase de fútbol al equipo de Gareca, pero estuvo cerca.

No obstante, ¡qué inesperado es el fútbol! Ya en el segundo tiempo, era Vélez quien bailaba literalmente a un desconocido equipo de Argentinos Juniors.

¿Cómo se explica desde la lógica común que equipo cambie tanto su rendimiento de un tiempo a otro?

Pedro Troglio tiene que hablar mucho con estos jugadores que van perdiendo y comienzan a repartir patadas hasta a sus hinchas.

El primer gol fue un autogol de Argentinos Juniors, un penal infantil que el defensor Prosperi, le regaló a Vélez. Pateó Somoza a lo caballo y puso el 1 a 0.

El segundo gol no se hizo esperar y a los pocos minutos, ya pasada la media hora del segundo tiempo, Zapata mandó un centro desde la izquierda que Cristaldo, con ojos en la nuca, peinó con elegancia para la entrada caballanuda y peluda del máximo goleador del fútbol argentino, el uruguayo Silva.

Y a otra cosa mariposa, diría un poeta longevo de La Boca. A partir de ahí, fue todo baile de parte de Vélez y piñas, golpes, escupidas, empujones, patadas, por parte de Argentinos Juniors.

Sin embargo, me quedó el sabor amargo de tratar de comprender a qué juega Vélez, francamente creo que a nada. También sostengo que la prensa exagera al vitorear de manera exasperada a un equipo que, con el correr de los campeonatos va perdiendo su identidad de forma alarmante.

Ante un rival sumiso que supo dominarlo a lo largo del primer tiempo y gracias a un penal forzado, Vélez pudo llevarse los tres puntos. Y nada más, no tiene peras el olmo.

Pero nada más, créanme, queridos lectores. Si Gareca cree que con este equipo puede salir campeón. Está muy equivocado. Vélez es un equipo ganable y depende mucho del pelado Silva y de Cristaldo.

A todos los periodistas les pido, por favor, a ser más objetivos. No es posible que se nombre a Vélez como un grande, cuando ayer, jugó uno de los peores partidos del campeonato.

Y encima no acepta autocrítica. Su deté, dice que jugaron regular. ¿Qué será regular?

¡Regular, ja, ja, ja!

Por último, a todos los hinchas del fútbol, les cuento que anoche murió Rodolfo Fogwill, uno de los escritores más talentosos de Argentina. Una gran pérdida.

Espero que River gane en su honor.