BUENOS AIRES -- Con un sonrisa de oreja a oreja; sí, bien de propaganda de dentífricos. Así se paseaba por la cancha, tras el triunfo de Belgrano sobre el SIC, Alejandro Cubelli, el papá de Tomás y Francisco. Y no era para menos la felicidad de Pichino, porque Tomi, con su try a los 38 minutos del segundo tiempo, fue el héroe de un partido no apto para cardíacos. "La verdad es que estoy muy contento, pero no sólo por mi hijo, sino también por todo el equipo, que jugó los 80 minutos con el corazón y dejó todo en la cancha", le decía el ex Puma (jugó 17 tests matches) a Scrum.com, mientras se abrazaba con el cualquier persona que se le acercara.
-Belgrano demostró que está en un gran nivel...
-Sí, pero no sólo la Primera. Las Pre y la Intermedia (venció al SIC 23-20) también están jugando muy bien.
-¿En algún momento creíste que lo perdían?
-En un momento se puso chivo, pero la verdad es que siempre tuve confianza en que lo ganábamos...
-¿Y en qué se basaba esa confianza?
-En la entrega que estaba viendo. Pensá que jugaron diez minutos con uno menos (39`del PT amarilla a Demián Panizzo) y el equipo siguió plantándose de igual a igual ante un rival como el SIC. Eso te da la pauta de lo fuerte que está Belgrano de la cabeza.
-Si tuvieras que decir la mayor virtud de Tomi, ¿cuál sería?
-Por suerte tiene muchas virtudes; es un muy buen jugador. La verdad es que no puedo marcarte una sola...
-¿Y su peor defecto?
-No sé si es un defecto, pero a veces me preocupa que se involucre demasiado; un día se va a terminar golpeando. Es un tipo que no afloja nunca y eso ya debe comenzar a dosificarlo. Tiene que empezar a saber cuándo le conviene agarrar la pelota y cuándo no.
-Contra el SIC, y faltando dos minutos, tuvo claro que esa pelota tenía que agarrarla...
-Sí, que esas las siga agarrando toda la vida, je.